Cada noche, día tras día, es muy común que nuestro hijo/a quiera leer el mismo cuento . Te suena, ¿verdad? Le puedes ofrecer uno u otro, proponerle cambiar, pero tu peque sigue insistiendo en que quiere la misma historia. Se la sabrá de memoria tanto como tú, pero, aún así, se sigue riendo o enterneciendo con los mismos párrafos o fragmentos.
Puede que a estas alturas pongas los ojos en blanco y hasta resoples pensando en volver a leer el mismo cuento. Pero, ¿por qué insisten en volver a leer el mismo libro? Tiene más de una razón y todas son beneficiosas para el aprendizaje y desarrollo de tu hijo o hija.
Beneficios de leer el mismo libro

Lo primero que debemos tener en cuenta es que nuestro hijo o hija está disfrutando del cuento. Sí, tanto como para querer leerlo a diario. Porque están aprendiendo. Básicamente aún están identificando y aprendiendo sobre las imágenes que están viendo, sobre las palabras o, incluso, sobre las entonaciones que haces contándoselo. No es de extrañar que muchos niños y niñas, ya no solo pidan el mismo libro, sino que también quieren que se los cuentes siempre igual; las mismas voces, el mismo tono, etc.
Esto es, sencillamente, porque les transmite familiaridad y durante bastante tiempo los niños prefieren familiaridad a novedad. Eso les aporta tranquilidad y seguridad.
Además, la repetición constante del mismo cuento, también favorece a ampliar su vocabulario, aprendiendo palabras nuevas. Aunque no nos demos cuenta los cuentos contienen muchas palabras que nuestros hijos e hijas no conocen, y que de esta manera se introducen en su vocabulario.
La lectura y relectura del mismo libro también ayuda a mejorar la capacidad de comprensión. Fíjate en la atención con la que atiende el texto u observa las páginas, las ilustraciones, los detalles.
Un libro no es solo lo que ves por primera vez, sino también, todo aquello que se va descubriendo en las siguientes lecturas. Un cuento no es solo mirar una ilustración y ver el dibujo, sino observar los colores, un paisaje, los personajes que aparecen al fondo o hasta el estilo de ilustración que ha empleado el ilustrador. Por eso te recomiendo que le acompañes en esa observación, deteniéndote a mirar con atención todos esos dibujos llenos de información y, también, de más vocabulario.
Otra buena opción, aprovechando este interés, es que cuando sean pequeños sigas la lectura con el dedo. Esto les permite relacionar que esas palabras que tú estás leyendo, esos sonidos, se corresponden con la grafía que hay escrita. Comprenderán que no te estás inventando el cuento, sino que estás siguiendo esos “símbolos” que están en las páginas. Entonces, comenzarán a entender la lectura.

La lectura repetitiva también te garantiza que aumente la atención auditiva de tu hijo o hija. Facilitando la futura comprensión lectora. Y, por supuesto, no nos olvidemos de que leer y leer el mismo libro siempre fortalece la memoria. Seguro que puede completar las frases del cuento, o incluso decirlas de carrerilla sin más.
Así que aprovecha cada lectura para fijaros en más y más detalles, en hacerle preguntas, o relacionar la lectura con algún suceso que tu peque conozca o haya vivido, o tal vez puede convertirse en el punto de partida para hacer alguna investigación sobre algún tema en concreto.
Por ejemplo, imagina que tu hijo o hija es un apasionado de La pequeña oruga glotona. Esto os puede servir para aprender sobre el ciclo de vida de las mariposas, de los tipos de mariposas que hay o de cómo son. No te quedes solo en la lectura, podéis ir más allá y eso te garantiza a ti también que esas constantes relecturas pueden ser más amenas.
También puedes plantearle la posibilidad de leer otros cuentos con temáticas parecidas al que estáis leyendo, ya que muestra tanto interés. O, incluso, ofrecerle libros del mismo autor o autora. Puede que sean reacios a estas opciones, en ese caso no fuerces, aún no se siente preparado para abandonar su libro. Pero más adelante no te extrañes que pueda aceptar.
La próxima vez que tu peque te pida leer nuevamente ese libro que os viene acompañando las dos últimas semanas, recuerda que se trata de un proceso de aprendizaje cognitivo fundamental. Pero, sobre todo, no olvides que se trata de una etapa y que dentro de poco otro libro desbancará al actual. Y ese libro que tanto leíais volverá a la estantería, sin más.