¿Cómo es conciliar en el mundo del teatro y del cine? ¿Cómo fue ser madre en plena pandemia por la Covid-19? ¿Qué tal lleva la lactancia? Charlamos con María Castro, actriz y madre de dos niñas, para hablar sobre maternidad y todo lo que supone esta intensa aventura.
¿Cómo ha sido tu experiencia del embarazo y primeros meses con tu segundo bebé durante el COVID en comparación con tu primer hijo?
Lo hemos llevado muy bien lo único que, en octubre, al no llevar a Maya al colegio porque pensábamos que podía contagiar al bebé y demás, y pese a que llevó muy bien la llegada de la hermana, yo creo que necesitaba un poco de espacio para ella. Al final estaba sin ir al colegio, sin sus amigos, llega una hermanita nueva, la lactancia te ata mucho… aun así, siempre priorizamos la atención de Maya porque consideramos que Olivia no lo iba a recordar y Maya sí iba a recordar estos momentos de cambio en su vida. Pero yo creo que el comienzo del cole en enero fue lo mejor que le pudo pasar después de contagiarnos y Filomena, que fue el colofón al encierro, se colocó todo. Además, ella siente una predilección total por Olivia, pero el hecho de que ella tenga su propio espacio le ayuda a sentirse realizada como niña y como hermana mayor.
Para nosotros, el hecho de tener la segunda fíjate que yo, no es que tuviese miedo como tal porque no soy una persona miedosa, pero estaba expectante por ver cómo nos adaptábamos todos porque al fin y al cabo un niño supone un caos en la familia y dos, hay gente que te dice que se multiplica. En nuestro caso parece que se colocó más todo todavía. Estamos súper contentos, me siento súper feliz.
¿Cómo concilias tu vida laboral con la maternidad?
Lo de la conciliación es una cosa que nos han contado, pero no existe. Nosotros lo hacemos con una coordinación entre los dos. Tenemos, de hecho, una agenda en el móvil compartida para saber dónde está cada uno a cada hora. Yo ahora acabo de ir a entregarle a Olivia a la clínica corriendo donde está Jose, que tiene un centro de fisioterapia, osteopatía y medicina estética, he ido a llevar a las dos al cole y hace diez minutos no os podéis imaginar la cara que tenía con medio pijama por debajo del chándal, sin peinarme y sin nada. Así que corriendo, y el fin de semana que me voy de gira, se hace lo que se puede. Este fin de semana me fui a Córdoba, me fui feliz porque sé que se quedan en las mejores manos, me cuesta menos separarme ahora de las niñas que cuando tenía una, no porque quiera sacarlas de encima sino porque comprendo más que no son mías, que son del mundo. Cuando yo me voy ellos montan un plan siempre: “hoy vamos al parque de atracciones” y se van todo el día con las dos y luego llego y Maya me cuenta todas las cosas que hizo. Es como que saben que mamá no está y toca día con papá y ya está.
Compartes muchos aspectos de la maternidad a través de Instagram, ¿cuál es la lectura que sacas de ello? ¿qué es lo que más suelen preguntar o comentar tus seguidores?
Lo que me suelen decir las mamás es que parece que lo difícil se ve fácil en mí y les animo a intentarlo. Como me ven de gira en los trenes, en los aviones, con la lactancia, con la neverita y demás pues me dicen “yo me incorporo ahora, iba a dejarlo pero no quería y me sentía obligada porque no sabía como hacerlo, pero lo voy a intentar”. Entonces eso la verdad que me alegra, pensar que puedo alentar a alguien a pelear por lo que quiere realmente.
¿Cuánto tiempo esperas poder dar el pecho a tu bebé?
No lo sé. Yo siempre digo que obviamente hasta que las dos queramos. No me gustaría que fuese un trabajo el que decidiese por nosotras, entonces este verano, por ejemplo, fue durísimo a nivel laboral porque tuve dos películas y una de ellas el rodaje fue casi todo de noche. 18 noches seguidas hasta las 7 de la mañana. Olivia mama de noche, no utiliza chupete y tenía siete meses entonces por lo que fue complicado y Jose la calmaba como podía con mi leche a vueltas. Yo llegaba muerta a las 7 de la mañana y a las 7 y cuarto yo creo que me olía porque ya me estaba pidiendo la toma, claro, entonces, a las 10:30-11 me tenía que levantar… estaba durmiendo poquísimo en verano. Pero como podía compaginarlo gracias a que Jose me acompaña a todos los sitios con las niñas… ahora, ¿cuándo lo voy a dejar? Pues yo no me veo con cuatro años dando de mamar, no por nada sino porque creo que mi vida no me lo permite tampoco así que una vez que veo como que corre y ya no necesita estar pegada a mí.
Tampoco quería alargarlo tanto, pero bueno, va a hacer un año dentro de quince días. De momento, mientras ella quiera que le encanta el pecho y yo pueda, ahí seguimos. Y cuando se acabe pues se acabó. Por eso, también estoy con los complementos de Femibion, porque obviamente la lactancia es un momento muy duro con mucho desgaste. Estoy con el 3 que ya utilicé con Maya y tratando que el cuerpo también esté fuerte con una alimentación equilibrada.
¿Sigues alguna rutina de lactancia?
Por la mañana le doy, cuando se despierta y desayuna. A media mañana casi nunca toma, luego sí a mediodía después de comer, luego antes de la siesta también le doy otra vez y luego ya por la noche que ancha es Castilla, ahí estamos todavía porque lo mínimo son dos tomas y lo máximo infinitas.
¿Tenías claro que querías dar el pecho desde el principio o tuviste dudas
Lo tenía claro. Lo tenía claro con Maya y cuando más lo tuve claro es con Olivia porque a mi, después de haberlo vivido con Maya, fue casi lo que más me impactó y gustó de la maternidad siendo durísimo al principio. Y yo creo que eso no te lo dicen y creo que es muy importante que alguien te lo comunique antes de empezar porque sino, cuando empiezan los problemas, que suelen aparecer porque es muy frecuente que no sepas colocarlos bien o que aparezcan las grietas, por ejemplo. Por eso creo que es muy importante una asesora de lactancia o asesor, fundamental al principio. Yo tuve en las dos lactancias grietas dolorosísimas, el segundo con un edema enorme porque tenía leche como para dar a una comunidad y Olivia no podía mamar porque estaba todo hinchadísimo y tuvo que venir una persona experta a ayudarme a drenarlo… los primeros días son horribles, recuerdo que llamé a mi prima, que había tenido problemas con la lactancia también, y le dije: solo te llamo para que me digas si cuando duerme te quieres tirar por la ventana, porque yo es que me quiero tirar del dolor que suponía. Y me dijo “sí”, y entonces yo ya como que respiré y dije “vale, no soy la única”. Esto es algo que les pasa a muchas. Para mí fue “mal de muchos, consuelo de tontos” pero, no sé, me alivió. Entonces recurrí a las pezoneras con Maya. Que hay mucha gente que te dice “pezoneras no, que la lactancia se va al fracaso”. Yo no tenía otra opción, es que era tal dolor que me metía un puño en la boca y con la pezonera empezó a no dolerme la herida porque se empezó a curar y al mes de estar con pezonera me la pude retirar, ya se cicatrizó todo perfectamente y luego ya aprendimos a mamar mejor las dos. La posición la tenía más controlada, seguramente ella colocaba mejor la boca, el pecho estaba más fuerte… con Olivia no me hizo falta. Sí que tuve un poquillo de dolor al principio pero no me hicieron falta pezoneras ni nada aunque la subida de la leche fue tela marinera. Además, yo tengo mucha leche. Es verdad que cada mamá es un mundo, unas por mucho y otras por poca… yo creo por eso que es importante transmitir el mensaje de que es duro al principio aparte de esclavo de tiempos. Pero yo tenía tan claro que quería y al mismo tiempo para mi es lo más bonito de la maternidad. Verla ahí enganchadita y ese primer día en el que abre los ojos y te mira, que suele ser como a los dos meses, y notas que su mirada dice “eres tú”, no sé, es una conexión genial que, obviamente, otros bebés lo buscan de otra manera, con un biberón, con los colitos como digo yo… como sea, pero yo la encontré en la lactancia y para mí es un momento super dulce.
*La ingesta suplementaria de ácido fólico incrementa el nivel de folato materno. Un nivel bajo de folato materno es un factor de riesgo en el desarrollo de defectos en el tubo neural en el feto en desarrollo. Por lo tanto, se recomienda que las mujeres tomen 400 µg de ácido fólico suplementario al día durante un período de al menos un mes antes de la concepción y hasta tres meses después. Existen muchos factores de riesgo en el desarrollo de defectos del tubo neural. La alteración de un solo factor puede o no tener un efecto beneficioso. El folato también contribuye al crecimiento del tejido materno durante el embarazo.
*La ingesta suplementaria de ácido fólico incrementa el nivel de folato materno. Un nivel bajo de folato materno es un factor de riesgo en el desarrollo de defectos en el tubo neural en el feto en desarrollo. Por lo tanto, se recomienda que las mujeres tomen 400 µg de ácido fólico suplementario al día durante un período de al menos un mes antes de la concepción y hasta tres meses después. Existen muchos factores de riesgo en el desarrollo de defectos del tubo neural. La alteración de un solo factor puede o no tener un efecto beneficioso. El folato también contribuye al crecimiento del tejido materno durante el embarazo.
**La ingesta materna de ácido docosahexaenoico (DHA) contribuye al desarrollo normal del cerebro y de los ojos del feto y del bebé lactante alimentado con leche materna. Los efectos beneficiosos se obtienen con una ingesta diaria de 200 mg de DHA, además de la ingesta diaria recomendada de 250 mg de ácidos grasos omega-3 para adultos (DHA + EPA).