Con la entrada en guardería son muchos los padres preocupados por las enfermedades, que sí o sí, acabará cogiendo su hijo/a. Estas son las más comunes.
La piel del bebé y de los niños pequeños es sumamente delicada y sensible, motivo por el cual es común que surjan distintas afecciones, condiciones y problemas. Te descubrimos cuáles son los más comunes.
Cualquier bebé puede contraer el virus del herpes simple, ya sea en el momento del nacimiento (conocido en este caso como herpes adquirido al nacer), o bien pocas semanas o meses después, al entrar en contacto con una lesión activa de otra persona. El herpes labial también tiende a ser bastante común, aunque menos grave.
Aunque en muchas ocasiones son solo un síntoma de una afección de poca importancia (en muchos casos incluso pueden resolverse solas con el paso de los días), en ocasiones las petequias pueden ser una señal de una enfermedad subyacente más grave, en especial cuando se acompañan de otros síntomas, como fiebre alta.
Conocida bajo el nombre de "quinta enfermedad", se trata de una infección vírica que origina una erupción cutánea tremendamente particular entre los más pequeños, y que cursa -además- con otros síntomas similares a los de un resfriado común o una gripe.
Que la temperatura aumente ligeramente en un niño no tiene por qué significar necesariamente que tiene fiebre. Es más, aún cuando la tenga, puede no tener relación con una infección. ¿Qué se considera normal, y por qué puede aumentar la temperatura en los niños?
La roséola es una enfermedad vírica muy común en bebés y en niños pequeños, que suele cursar habitualmente con fiebre alta y, posteriormente, una vez desaparece, con una característica erupción en la piel.
La penicilina es uno de los medicamentos más utilizados en niños, al ser un antibiótico útil contra infecciones bacterianas. Pero, en ocasiones, puede causar reacciones alérgicas.
La penicilina ha salvado millones de vidas en todo el mundo desde su descubrimiento. Y, hoy en día, es uno de los antibióticos más prescritos a la hora de tratar infecciones bacterianas.
Los niños cuando llegan a la guarde atraen infecciones víricas como las alfombras blancas las manchas de tomate, o sea, todas. Hasta las que parecen imposibles.