Los niños no son los únicos que campan a sus anchas por la zonas de juegos de las escuelas infantiles: Los virus también lo hacen. Las escuelas infantiles, siendo un punto de reunión de niños, también serán un foco común de contagio de enfermedades víricas absolutamente normales a temprana edad.
Virus boca-mano-pie
Si hay un virus que tiene todas las papeletas para ser contraído por los peques en una guardería es el boca-mano-pie. Tiene los dos elementos clave para ello: Por una parte, es una enfermedad vírica que se contagia con gran rapidez. Pero es que además su periodo de incubación es de tres a seis días. Así que imaginad; para cuando un niño empiece a experimentar los primeros síntomas de la enfermedad, ha tenido casi una semana para propagarla al resto de sus compañeros.

Es una infección vírica propia de la infancia, que afecta sobre todo a niños de uno a tres años y que se transmite a través de las secreciones de la nariz (mucosidad), la boca (saliva) ó las heces ( de ahí la importancia de la higiene de manos al cambiar el pañal ). Por si fuera poco, este virus puede sobrevivir mucho tiempo en los objetos ( pañuelos, juguetes, mesas, sábanas, toallas, etc.) facilitando aún más su transmisión.
Sus síntomas son fiebre moderada, malestar general y la aparición de pequeñas ampollas en zonas concretas del cuerpo como el paladar, encías, lengua, comisura de los labios, palmas de las manos y plantas de los pies. Y ojo porque también pueden aparecer pequeñas ampollas en la zona genital y en las nalgas.
No existe ningún tratamiento para curar la enfermedad en sí, es el propio sistema inmunitario del peque el que lo acabará haciendo. No obstante los padres pueden usar analgésicos como paracetamol o ibuprofeno con objeto de aliviar los síntomas. Igualmente al poder presentarse ampollas en la zona bucal es recomendable dar al niño alimentos fáciles de tragar y que no sean picantes, ácidos ni calientes.
Herpangina
Esta enfermedad vírica es a menudo confundida por lo padres con las típicas anginas. Al igual que el boca-mano-pie tiene un periodo de incubación de tres a cinco días por lo que el niño puede contagiarlo a sus compañeros de guardería sin haber presentado aún síntoma alguno.
Se contagia por el contacto con la saliva, al toser y estornudar. De igual forma que el boca-mano-pie, el virus causante de la herpangina puede sobrevivir durante bastante tiempo sobre muebles, suelo, colchonetas, juguetes y chupetes; lo que facilita enormemente su contagio.
A diferencia del boca-mano-pie los síntomas de la herpangina son mucho más bruscos manifestándose en fiebre alta, inflamación de los ganglios del cuello, fuerte dolor de garganta y dolor de cabeza.

Su síntoma más visible son vesículas de pequeño tamaño, que no placas, de color rojizo que suelen hallarse en la parte posterior de la garganta, campanilla o el paladar blando, lo que provoca que otros síntomas de esta enfermedad sean la dificultad intensa para tragar o incluso vómitos. Es habitual que los niños babeen de forma persistente, puesto que hasta tragar saliva les molesta.
No existe tratamiento específico ni vacuna contra la herpangina. Al igual que con el boca-mano-pie será el propio sistema inmunitario del niño "el que cure" la enfermedad. También debe quedar claro que no se deben suministrar antibióticos para tratar esta enfermedad viríca.
De nuevo lo único que pueden hacer los padres es aliviar los síntomas mediante medicamentos como el paracetamol o el ibuprofeno. Y mediante alimentos fríos / templados fáciles de tragar para contrarrestar el dolor de garganta al ingerir alimentos.
Exantema súbito
Es una infección vírica muy común que se transmite a través del contacto con secreciones respiratorias o la saliva. Respecto sus síntomas, el exantema es una enfermedad vírica que sigue un patrón: Primero, la aparición súbita de una fiebre elevada que suele extenderse durante tres o cinco días. Y que de manera tan brusca como aparece, desaparece. Al remitir esta fiebre es cuando aparecen manchitas de color rojizo o rosado en el tronco y en ocasiones en cara y extremidades. Por tanto, que estas manchas hagan acto de presencia no debe ser motivo de miedo alguno en los padres. Todo lo contrario, significará que la fiebre ha remitido y el peque, aún con sus manchitas, está totalmente sano y puede hacer vida normal.
Al igual que los casos anteriores, el exantema es combatido y superado por el propia sistema inmunitario del peque tratándose de una enfermedad benigna que rara vez presenta complicaciones.
Megaloeritema o "enfermedad del bofetón"
Es una enfermedad vírica fácilmente transmisible y con un periodo de incubación de tres a cinco días. Por lo que de nuevo, para cuando el peque la manifieste es posible que ya haya contagiado a buena parte de los niños de la guardería.
Es una enfermedad benigna que no suele presentar síntomas más allá del malestar, mocos o febrícula. Al remitir estos pequeños síntomas es cuando aparece un eritema característico en las mejillas que le da el peculiar sobrenombre a la enfermedad. Después esta erupción se suele extender por tronco y extremidades asemejándose a un encaje en el cuerpo del niño. Lo habitual es que la erupción desaparezca en su totalidad al cabo de una semana. Dada la benignidad de la enfermedad no suele precisar ningún tratamiento más allá de los eventuales medios descritos para aliviar los síntomas. De nuevo, el sistema inmunitario será el encargado de curarnos.