La norma 10/20 que deberías saber para evitar el ahogamiento infantil en las piscinas y las playas

Como cada año, las piscinas y playas se vuelven uno de los lugares favoritos de familias para disfrutar de un día de sol y agua. Sabiendo esta regla, evitarás cualquier susto o desgracia. 
La piscina es el lugar más divertido de los niños, pero también puede ser muy peligroso.
La piscina es el lugar más divertido de los niños, pero también puede ser muy peligroso. - Getty Images

Desde comienzos de año, se llevan registrando ahogamientos en algunas comunidades autónomas del país. Según la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo, "el 2024 es el segundo peor trimestre desde 2015". En lo que va de año, 178 personas han fallecido por ahogamiento en piscinas y playas. Desde que ha comenzado la temporada de verano, miles de piscinas y playas públicas se ponen a disposición del ciudadano para disfrutar en familia. Pero ojo, porque los ahogamientos son una de las causas de muerte en verano. Existen técnicas para evitar que un menor corra peligro en un entorno acuático. 

En lo que llevamos de verano, 13 menores han perdido la vida en piscinas y playas. Esta es una de las muertes más comunes en épocas de calor que más se pueden evitar teniendo a mano herramientas que ayudarán a controlar a los más pequeños evitando tragedias irreversibles en entornos acuáticos. Entre ellas, se encuentra la norma 10/20, una regla que trata de prevenir ahogamientos en entornos acuáticos de los menores, gracias a la supervisión de los cuidadores.

Evita a toda costa que los pequeños estén sin supervisión continúa

En la mayoría de las playas y piscinas que hay en el país, estos entornos suelen estar vigilados por socorristas, aunque en algunas playas de España no existe vigilancia y es en donde más ahogados hay. Otro de los motivos por los que los menores deben estar vigilados de forma casi ininterrumpida por sus cuidadores es cuando en estos lugares existe una afluencia muy grande de gente y el socorrista no podría dar a basto. 

Para disfrutar de un día de playa con nuestros peques, es importante que sepamos vigilarlos para evitar desgracias mayores. De hecho la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) promueve una serie de medidas que evitan y minimizan todo lo posible el riesgo de ahogamiento infantil

Supervisa a los menores en todo momento. - Getty Images

Norma 10/20: una cuestión de segundos

Se trata de una norma que consiste en que el responsable del o los menores, debe "mirar a la piscina al menos cada 10 segundos y que la distancia desde la que está vigilando sea tal que pueda llegar a hasta donde está el menor en menos de 20 segundos", esto hace que los niños estén a solo una brazada del cuidador. 

En muchas ocasiones, los hermanos mayores son al que se le mandar vigilar a los hermanos pequeños, pero algo que advierte la SEPEAP es que "nunca se debe dejar a un menor solo ni bajo supervisión de otro menor, ya que los niños pueden ahogarse en tan solo 20 o 30 segundos"

Los chalecos salvavidas harán que floten al 100% - Getty Images

Utiliza dispositivos de flotación homologados

Aunque nosotros hayamos usados manguitos y flotadores durante toda nuestra vida, la realidad es que estos dispositivos no ayudan a bebes y niños a mantenerse a flote. De hecho, hay videos en las redes sociales que la realidad de los manguitos es otra: cuando los niños se tiran al agua, los manguitos se salen de los brazos de los menores, creando una falsa seguridad que puede derivar a un riesgo mayor. 

Es importantísimo que los dispositivos con los que equipes a tu hijo estén homologados y adaptados a cada edad, vigilando que no se puedan deshinchar o soltar del cuerpo. La SEPEAP aconseja usar chalecos salvavidas  para cuando están encima de una embarcación, hagan un deporte acuática o están empezando a desenvolverse en el agua. 

Conducta PAS - Slobodan VasicFotostorm Studio

Todos los usuarios deben conocer la conducta PAS

Otra conducta que debe estar interiorizada en todos las personas que visiten una piscina o una playa, es conocer la conducta PAS: proteger, avisar y socorrer. Se trata de proteger, sacando al menor del agua, avisar, a las autoridades pertinentes, y socorrer, comprobando la respiración y procediendo a iniciar maniobres de RCP. 

A pesar de que la existencia de un socorrista pueda transmitirnos tranquilidad y sea un extra en la prevención de riesgos en entornos acuáticos, la realidad es que como padres y cuidadores deberíamos de saber cómo es el procedimiento de una reanimación a un menor sin que cause ningún riesgo más a su salud. Puedes consultar a tu pediatra o especialista de confianza para que te informe de todos los procedimientos que hay para hacer una RPC a un niño. 

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