Una de las tareas que a todos nos tocará como padres será el momento de quitar el pañal a un niño. No hay un momento exacto de hacerlo (por mucho que hayamos leído edades medias a la que están preparados). Cada niño tiene su propio ritmo de crecimiento, desarrollo y aprendizaje, así que tenemos que estar alerta a esas señales para saber cuándo ha llegado el momento.
Por suerte, atrás quedaron esos tiempos en los que las familias se empeñaban en retirar el pañal antes de empezar la escuela, para que los profesores no tuvieran que estar pendientes de cambiarlo. Ahora hemos comprendido que el niño irá pidiendo, por sí solito, sentarse en el retrete, imitar a sus papás o, incluso, ‘ir a hacer pis’, aunque todavía no se hay producido esa retirada definitiva.
Cómo quitar el pañal a un niño
“Quitar los pañales no solo depende de la edad, sino también de su nivel de desarrollo psicomotor”, afirma Lucía Galán en su blog especializado. “No te presiones con el momento exacto, el niño ha de estar preparado”.
Pero, ¿cómo saber cuándo lo está y cómo saber si hay que quitar el pañal definitivamente? Esta profesional aporta diferentes tips o trucos también en su blog.
Uno de los más impactantes y que, según ella, más funcionan, es el de dejar que el niño se haga pis encima (sí, sí, como lo oyes). “Los niños viven según sus propias experiencias; por mucha teoría que les intentemos dar, si no han vivido esa experiencia, difícilmente la van a asimilar”, argumenta.
“Para saber qué es ‘hacerse pipí’, antes deben hacerse pipí encima, sin pañal, y sentir la humedad y el charco en el suelo”, explica. Además, dice que acompañaremos la acción con una cara de sorpresa, para que se den cuenta de lo que ocurren si quieren hacer pis y no avisan primero. “Con el paso de los días, serán capaces de escuchar las señales de su cuerpo”, afirma convencida.
Otro truco para ayudar al niño en la retirada del pañal
Una vez que vemos que esas señales ya están iniciadas por su parte (el niño ya no moja tanto el pañal, nos pide sentarse en el retrete,...) llegará el momento de que le ayudemos a ‘escucharlas’. “Pregunta al niño varias veces al día si tiene ganas de hacer caca y acompáñale al retrete; alaba el éxito pero no critiques si no lo ha conseguido”, puntualiza.
Una de las cosas que la pediatra propone en este sentido es sentarle siempre a la misma hora en el orinal: “Preferiblemente después de las comidas, y no más de diez minutos si no desea continuar”, dice. Además, anima a los padres a llevarle con frecuencia al baño, para que vea por sí mismo lo que ocurre allí.
