¿Alguna vez te has parado a pensar en lo difícil que debe ser enseñar a un niño a leer? El método tradicional parece que ha pasado a un segundo plano, relegado por los pasos que indica el Método Montessori.
Aprender a leer con el método Montessori pasa por un aprendizaje fonético, tal y como explica la experta Marta Prada. De acuerdo a ella, el primer paso es que los niños identifiquen e integren en su aprendizaje los diferentes sonidos que podemos crear uniendo letras. Es decir, la m suena mmmm, por ejemplo.

Cuando los peques integran esos sonidos fonéticos, llegará el momento de ir introduciendo materiales Montessori que le ayudarán en su aprendizaje. Como decimos, los coles tienen bien integrados cada uno de los materiales, pero en casa también podemos contar con ellos para seguir fomentando la lectura entre los más pequeños de una forma entretenida.
Antes de definir cómo crearlo, hemos de explicar en qué consiste el ambiente Montessori. Hablamos de ambiente o espacio preparado para referirnos al entorno en el que se desarrolla el niño y que no solo está integrado por el espacio físico, si no también por las personas con las que se rodea el pequeño y con las actividades y los juegos que se plantean dentro de ese espacio.
En este sentido, según la educadora italiana, el ambiente Montessori debe estar fielmente diseñado para beneficiar el desarrollo y la autonomía del menor, con actividades propias de su nivel de entendimiento y que fomenten el aprendizaje constante.
Dentro de ese ambiente podrá haber, de acuerdo a ella, diferentes materiales que le ayuden, así como mobiliario adaptado a sus necesidades.
En este sentido, los muebles deberían estar a su altura (mesas y sillas infantiles, estanterías bajas para que puedan coger los cuentos y soltarlos cuando quieran, una colchoneta o colchón sobre el suelo para que puedan descansar,…).
Además, si el ambiente está pensado para la lectura o para aprender a leer, dentro de este espacio también debería haber materiales que les ayuden en esta cuestión, además de mesas y sillas adaptadas a su altura y buena luz natural.
Veamos más a fondo este último punto.
Materiales para enseñar a leer a los niños, según el Método Montessori
Tomemos como referencia, de nuevo, la experiencia de la guía Montessori Marta Prada y la de Zazu Navarro, experta también en el método Montessori.
La primera, Marta Prada, compartía hace unos días un vídeo en su canal de TikTok en el que explicaba con todo lujo de detalles cómo es el paso a paso con el que aprenden los niños a leer, según Montessori.
En su vídeo nombraba una serie de materiales que emplean los profes para familiarizar a los niños con la lectura, antes de que aprendan a leer. Estos sirven, entre otros, para aprender los trazos de las letras, su forma o, incluso, para formar palabras.
Veamos los más interesantes que también pueden ayudaros como padres para practicar en casa.
Letras de lija Montessori: un material muy práctico
Son unas fichas, bien hechas de madera, bien de cartulina (estas últimas incluso las podemos fabricar en casa) que representan a cada letra del alfabeto y que sirven a los niños para familiarizarse con el trazo de cada letra. La forma de cada letra sobresale del fondo porque, normalmente, están dibujadas con papel de lija, así que el tacto es rugoso. Pasando el dedo por el trazo de delante a atrás y viceversa, los niños aprenderán poco a poco a escribir cada una de las letras.

Eso sí, tendremos que guiarles y practicar juegos con ellos para que poco a poco vayan aprendiendo.
Alfabeto Móvil: es la hora de formar palabras
Una vez que los trazos de las letras están bastante integrados, podemos pasar al alfabeto móvil, otro material Montessori perfecto para enseñar a leer a los más pequeños. “Un alfabeto formado por letras de madera recortadas que permiten al niño empezar a formar palabras sin necesidad de alcanzar la habilidad motriz necesaria para realizar el trazado con un lápiz en el papel”, asegura Zazu Navarro.

Irá practicando el sonido de las letras, el alfabeto y la formación de palabras de manera sencilla.
Aunque estos dos materiales Montessori deben ser irremplazables, también podemos incluir en el ambiente una pizarra, unos cubiletes con letras pintadas o, incluso, unos lápices de colores y papel para que vayan trazando y trabajando la motricidad fina.