Cuando vemos la línea marcada que indica positivo en el test, la mayoría de las mujeres desean ver saber lo antes posible que todo está bien. No obstante, el desarrollo embrionario semana a semana hace que, en el caso de que se realice una ecografía demasiado precoz, no se evidencie todavía embrión, latido o que no se vea en la revisión ecográfica todavía saco gestacional.
Y es que basta con que la ovulación haya sido un poco más tarde, o que los ciclos sean irregulares para que no se vea lo que debería.
Esto genera ansiedad, exceso de pruebas y sobrecarga asistencial.
La importancia de las ecografías del primer trimestre
La Sociedad Internacional de Ultrasonido en Obstetricia y Ginecología (ISUOG) indica que no hay razón para ofrecer el ultrasonido de rutina simplemente para confirmar un embarazo temprano en curso en ausencia de cualquier preocupación clínica, síntomas patológicos o indicaciones específicas.
La Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia SEGO había concretado ya en 2010 los objetivos de la ecografía del primer trimestre en:
- Identificar el número de embriones
- En el caso de gestación múltiple, diagnóstico de cigosidad
- Identificación del latido cardiaco embrionario
- Estimación de la edad de gestación
- Detección y medida de la TN
- Observación de la morfología embrionaria
- Identificar la existencia de patología uterina y de los anejos, ectópico , mola, etc
Si se realiza una ecografía previa a la indicada en semana 11 o 13, no habría problema, pero implicaría repetir la ecografía en las semanas que corresponde para el cribado combinado del primer trimestre.
¿Y si quiero hacerme una ecografía de control previo a la a semana 11-13?
Lo ideal, aunque esto dependerá de cada profesional y del protocolo de cada centro, sería realizarla a partir de la semana ocho. En esta semana ya debe aparecer actividad cardíaca y permite estudiar algunos de los puntos previos como número de embriones, estimación de la edad gestacional o la existencia de patología en los ovarios.