En el posparto, las madres duermen la mitad y a saltos durante meses. Y no por problemas en su recuperación física y mental tras dar a luz, sino por las propias circunstancias que las madres viven derivadas de la crianza de un bebé recién nacido.
Durante el embarazo, muchas mujeres reciben consejos sobre lactancia, cuidados del recién nacido, o cómo gestionar las visitas. Pero un área crítica es el sueño, el descanso, que es un factor esencial en la recuperación física y mental, en el bienestar general de cualquier persona.
Sobre el sueño de las madres en el posparto, un reciente estudio acaba de revelar una verdad que no por conocida se cuenta lo suficiente: las madres primerizas no solo duermen menos, sino que su sueño está profundamente fragmentado durante los primeros tres meses tras el parto.

Así es el sueño de una madre primeriza
Investigadoras de Rush University Medical Center y la Universidad Estatal de Washington han documentado por primera vez y con precisión científica cómo es el descanso de una madre primeriza durante el primer trimestre posparto.
El estudio se apoya en tecnología wearable (dispositivos Fitbit) y ha monitorizado durante más de un año completo —antes y después del parto— el sueño de 41 mujeres entre 26 y 43 años que eran madres por primera vez.
El equipo de investigación analizó datos de sueño de estas mujeres desde un año antes del embarazo hasta los primeros 13 meses de vida del bebé. Para ello utilizaron métricas como la duración total del sueño diario y una medida especialmente reveladora: el Longest Stretch of Sleep (LSS), o el tramo más largo de sueño continuo, usada habitualmente en estudios de sueño infantil.

El hallazgo clave es que, aunque la duración del sueño mejora con el paso de las semanas, la fragmentación del descanso persiste. Es decir: las madres no solo duermen menos, sino que, cuando duermen, no logran hacerlo del tirón. Algo que, como te imaginas, tiene implicaciones para su salud mental y física, y que puede ayudar a normalizar y visibilizar una experiencia posparto real que sigue silenciada.
En concreto, durante la primera semana posparto, las madres dormían una media de 4,4 horas diarias, en comparación con las 7,8 horas que dormían antes del embarazo. Pero aún es más revelador que el tramo más largo de sueño seguido era de apenas 2,2 horas (frente a las 5,6 horas preconcepcionales). Un 31,7 % de las madres llegó a pasar más de 24 horas seguidas sin dormir, según las mediciones del dispositivo.
Aunque a partir de la semana 8 las mujeres recuperaban casi la misma duración total del sueño que antes de ser madres (7,3 horas frente a 7,9), el sueño seguía estando partido: el tramo continuo más largo de descanso no superaba las 4,1 horas diarias. Todos los resultados fueron estadísticamente significativos (F>29.8, p<0.001).
Las malas noticias nunca llegan solas: a la fragmentación del sueño en los primeros meses tras el parto se une la conclusión de otro estudio reciente que ha demostrado que el déficit de sueño persiste al menos 18 meses tras el parto.

La calidad del sueño en el posparto
La conclusión de las autoras es clara: el problema no es solo cuánto se duerme, sino cómo se duerme. La interrupción constante del sueño, más que su corta duración, es lo que define la experiencia de descanso en el posparto.
Esta fragmentación puede tener efectos acumulativos sobre la salud física, emocional y cognitiva de las madres, y se perfila como un posible factor de riesgo para trastornos como la depresión posparto.
Los datos también pueden servir como base para políticas de salud pública y para el diseño de programas de apoyo a la maternidad más realistas. Si sabemos que el sueño se ve tan alterado y que el patrón se mantiene más allá de las primeras semanas, es crucial hablar de ello desde el embarazo, preparar expectativas, involucrar a las parejas en los turnos de cuidado nocturno, y explorar nuevas estrategias de descanso.
Para quienes se preguntan por qué están agotadas incluso si logran “dormir siete horas”, esta investigación da una pista clara: si esas horas están repartidas en bloques de una o dos, el cuerpo y el cerebro no logran una recuperación efectiva. Es algo que la ciencia del sueño infantil ya conocía... pero que apenas se ha aplicado hasta ahora al bienestar materno.
Referencias
- Teresa Lillis, Devon Hansen, Hans Van Dongen. Profound Postpartum Sleep Discontinuity in First-Time Mothers. SLEEP, Volume 48, Supplement 1, 2025. Abstract citation ID: 10.1093/sleep/zsaf090.0915.