Tanto si en un principio buscabas el embarazo, como si no (y llegó sin planearlo), es normal que a lo largo de toda la gestación hayan surgido temores y preocupaciones diversas, especialmente con cada prueba y consulta con el especialista médico. Además, también es posible que a la emoción y a la alegría por la concepción se le hayan unido algunas de las molestias más comunes, en particular durante las primeras semanas y meses.
Náuseas matutinas, aumento de los senos y mayor sensibilidad o dolor, hinchazón abdominal, vómitos… e incluso cansancio y falta de energía. Como ya te hemos mencionado en diferentes momentos, son las hormonas las principales “culpables” de la aparición de la mayoría de los síntomas y molestias que habitualmente surgen durante la gestación.
No obstante, es cierto que a medida que la fecha probable de parto se acerca, es tremendamente común que algunos síntomas aumenten, al igual que las molestias. Te explicamos de qué manera puedes afrontar mejor las últimas semanas de embarazo, para que la espera continúe siendo tan dulce como lo era al principio.
¿Qué ocurre en las últimas semanas de gestación?
Es normal que las últimas semanas de embarazo se caractericen por ser un poco más difíciles y complicadas. De hecho, en esta última etapa la mayoría de las futuras mamás se sienten más incómodas, además de desesperadas por conocer al bebé.
En un primer momento, debemos tener en cuenta que solo entre el 3 al 5 por ciento de los bebés llegan verdaderamente en la fecha prevista, por lo que una de las claves más importantes es tratar de mantener la calma en todo momento y no sorprenderse por un nacimiento anticipado, o sentirse frustrada porque la fecha de parto no llega. Siempre y cuando no exista ningún tipo de problema, ni surjan síntomas o señales alarmantes, todo está bien.
No en vano, cuando el nacimiento del bebé no llega y se retrasa, muy posiblemente se deba a que la concepción probablemente ocurrió un poco más tarde de lo pensado en un primer momento, de tal forma que la fecha de parto se retrasa ligeramente.
En estos casos, especialmente cuando se alcanza la fecha probable de parto y no existe el más mínimo síntoma que pueda advertir de la posibilidad de un parto en los próximos días, es normal que el médico programa revisiones más regulares, para controlar el estado del bebé y la cantidad de líquido amniótico existente.
Incluso en las últimas semanas de gestación el bebé continúa creciendo y madurando. Sus pulmones se encuentran casi completamente desarrollados, sus reflejos están coordinados para poder girar la cabeza, parpadear, cerrar los ojos, responder a los sonidos, la luz o el tacto, o agarrar firmemente.
Además, ¿sabías que entre las 25 y las 39 semanas de embarazo el bebé casi duplica el tamaño de su cerebro? De hecho, durante las últimas etapas de la gestación, el bebé está formando conexiones y vías cerebrales que son esenciales para el aprendizaje, la coordinación y el movimiento después del nacimiento.
También es posible sentir sus movimientos prácticamente todos los días. Pero a medida que la fecha de parto se acerca, la posición del bebé tiende a cambiar para prepararse para el trabajo de parto, y e propio parto en sí. De esta manera, es común que su cabeza se dirija o mire hacia el canal de parto.
Debido al tamaño y el peso del bebé, es perfectamente normal que la futura mamá se sienta más cansada y fatigada. También puede ser más difícil dormir bien por la noche, debido fundamentalmente a que es un poco más complicado encontrar una posición cómoda.
Consejos útiles para afrontar mejor las últimas semanas del embarazo

Trata de descansar todo lo que puedas
Aunque es normal tener algunos problemas para conciliar el sueño y dormir bien durante las últimas semanas de embarazo, es necesario intentarlo. Por ejemplo, podrías optar por intentar cambiar de posición, o bien pedirle a tu pareja que te dé masajes relajantes y descansar mejor.
Recuerda que, después del nacimiento del bebé, es normal que el cansancio aumente considerablemente, en especial durante las primeras semanas. Por tanto, es conveniente haber hecho todo lo posible antes de la llegada del recién nacido para estar más descansadas y con energía.
Prepara las comidas siempre con anticipación
Es conveniente empezar a preparar diferentes comidas a lo largo de distintos días, y congelarlas ya preparadas o cocidas para utilizarlas en un futuro, siempre que nos sea necesario.
Dado que después de la llegada del bebé a casa no dispondremos de mucho tiempo para convertirnos en un auténtico chef, es una excelente idea contar con diferentes preparaciones congeladas para comer sin perder mucho tiempo en la cocina.
Igualmente, también puede ser de mucha utilidad pedir ayuda, y que algún familiar o pareja te ayude a la hora de elaborar la comida o la cena. No debemos olvidarnos que, en estos momentos tan importantes, es fundamental que la mamá tenga toda la ayuda posible, y esto significa contar con comidas preparadas.
Es más, es fundamental no saltarse ninguna comida, puesto que la mamá debe recuperarse del parto y, además, obtener todos los nutrientes necesarios en caso de que le esté dando el pecho al bebé.
Pasar más tiempo con la pareja
Especialmente si se trata del primer bebé, posiblemente te encuentres en las últimas semanas o días que compartes con tu pareja siendo dos. Además, lo más probable es que, una vez salga el recién nacido del hospital, paséis la mayor parte del tiempo encerrados en casa.
Por tanto, si nos preguntas qué hacer en el último mes de gestación, no hay duda que es hora de pasar momentos agradables juntos.
Comprar con anticipación
Es imprescindible comprar con antelación todos y cada uno de los artículos esenciales que necesitaremos cuando el recién nacido se encuentre en casa. Esto incluye pañales, toallitas, ropa, lociones para bebés y champús, entre otros.
Además, es probable que la mamá también necesite otros artículos igual de esenciales, aunque todo dependerá de cómo fuera el parto.
Ten la bolsa del hospital lista
Dado que el parto puede presentarse en cualquier momento a medida que se acerca la fecha probable, es importantísimo tener la bolsa del hospital preparada. Y no solo la bolsa del bebé, sino también la de la mamá.
Recuerda que existen una serie de elementos y artículos indispensables que nunca deben faltar. Por lo que, si lo deseas, puedes consultar nuestra lista para el hospital.