Sí, está demostrado por la ciencia: el olor a bebé existe y, sí, también está considerado uno de los más placenteros. Los adultos somos capaces de distinguirlo entre otros olores.

Este olor tan característico no tiene nada que ver con los productos cosméticos que pongamos sobre su delicada piel; no, los bebés no huelen a colonia, ni a gel, ni a crema. Huelen ‘a bebé’ y su olor sí existe.
No lo decimos nosotros: eso es lo que han afirmado numerosos estudios a lo largo del tiempo. De hecho, allá por los años ochenta, varios estudios demostraron que el aroma corporal del bebé estaba considerado como uno de los más destacados y placenteros.
Pero, ¿por qué esta sensación? Una profesora de la Universidad Complutense de Madrid, Kora Bühler, lo ha explicado y Chicco lo ha hecho público en un comunicado: el olor de los bebés no es más que otra de las muestras de la fuerza de la naturaleza. Está considerado como una muestra fisiológica para conseguir mayor interacción entre la mamá y él: “El olor es un factor importante a la hora de establecer el vínculo y el apego entre ambos y, en consecuencia, garantizar el adecuado cuidado del bebé”, afirma la profesional.
De esta manera, cuando la madre huele al bebé, se activa el instinto de coger al pequeño, favoreciendo el vínculo entre ambos. Esto, más allá de los beneficios emocionales, conlleva diferentes beneficios fisiológicos: “Favorece la regulación de la temperatura, el ajuste de su respiración, la reducción del llanto…”, asegura la profesional. Además, de acuerdo a sus palabras, en la madre favorece la iniciación y el mantenimiento de la lactancia e, incluso, conlleva beneficios mentales, como el de mejorar el impacto de la depresión posparto.
¿Por qué es adictivo el olor a bebé?
Sin embargo, esto no explicaría al 100% porqué al resto de personas también nos parece adictivo. Según la ciencia, de hecho, lo es.
Una investigación publicada hace unos años en la revista médica Frontiers descubrió que este olor tan característico activa ciertas regiones del cerebro de todas las mujeres, sobre todo, de esas que acaban de ser mamás. ¿Qué produce esto? Que el olor hace que el cerebro segregue endorfinas, que actúan como drogas naturales. “Provoca un aumento de la actividad en regiones cerebrales relacionadas con el refuerzo y el placer activando nuestras endorfinas, popularmente conocidas como ‘las hormonas de la felicidad’”, afirma la doctora Bühler.
¿De dónde viene el olor a bebé?
Ese olor tan característico que tienen los recién nacidos no dura para siempre: según los estudios, permanece tan solo unas seis semanas después del parto y, aunque no se conoce muy bien cuál el origen, se cree que puede ser debido a los restos de líquido amniótico, junto a la sustancia blanca que recubre al bebé al nacer (vérnix caseosa). Además, al no tener desarrolladas las glándulas sudoríparas en el momento de nacer, no tienen mal olor, por lo que sería otra de las razones que podrían explicar este aroma que a todos nos encanta.
Así que, disfruta de este aroma tan característico porque, como decimos, pronto desaparecerá.