Este año en España hemos superado temperaturas extremas. Esta realidad ya está a la orden del día y en todos los países del mundo. En España ya este año hemos superado temperaturas extremas y hemos convivido el calor extremo en el mes de julio durante más de 7 días consecutivos, según datos de la AEMET. Estos datos se agravan año tras año. El año pasado por ejemplo, el verano de 2023 fue coronado como "el tercero más cálido desde que hay registros", según los datos recogidos por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Muchos son los organismos no gubernamentales los que abogan por luchar contra el cambio climático que nos afecta de forma directa a las personas. Unicef ha puesto sobre la mesa un último informe en el que afirma que "uno de cada cinco niños y niñas vive en zonas donde cada año se registra al menos el doble de días de calor extremo".
Ya fue Greenpeace a principios de agosto quien demostró con datos objetivos que las mayores ciudades de nuestro país no están adaptadas para sobrevivir al calor extremo. Además, también alertó de que "las olas de calor son el evento meteorológico más mortal de España, con ocho mil muertes por el calor extremo". Los niños son los más afectados en esta cuestión climática. Es importante saber las claves para evitar que los niños sufran un golpe de calor en verano porque son los más vulnerables. Y es ya un hecho que "el aumento del calor extremo está alterando la salud, el bienestar y las actividades cotidianas de la infancia", así lo reconocía la directora Ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell. En el comunicado nombra más de ocho países donde casi medio millón de niños no tienen medios suficientes para soportar las altas temperaturas.

El 39% de los niños pasan más de 95 días con calor extremo
Las altas temperaturas tienen un gran impacto sobre todo en países de África Occidental y Central, siendo zonas donde ya de por sí, las temperaturas eran más elevadas. A día de hoy, "123 millones de niños y niñas pasan más de una tercera parte del año con temperaturas superiores a los 35ºC. En países como Mali, Níger, Senegal o Sudán, llegan a los 200 días al año".
Al otro lado del océano, en América Latina y el Caribe, son 48 millones de niños/as viven en zonas donde se registra el doble de día de calor extremo. Estas zonas son las más perjudicadas, aunque en 100 países, más de la mitad de los menores soportan hoy el doble de calor que hace 60 años. Los expertos de la agencia de las Naciones Unidas pone el ejemplo de Estados Unidos, donde "para casi 6 millones de menores soportan tres veces más olas de calor extremas".

El estrés térmico es una de las principales consecuencias en los menores de edad
Una de las principales consecuencias de estar sometido continuamente a un calor extremo es el desarrollo de un estrés térmico en el organismo que afecta especialmente a niños/as, mujeres embarazadas y a la tercera edad. Según la Universidad Internacional de la Rioja, este fenómeno se define como "un malestar que se produce en el cuerpo humano por desajustes en la temperatura, por acumulación o por pérdida excesiva de calor". Por otro lado, alerta de los principales síntomas que se desarrollan por este fenómeno:
- Dolor de cabeza
- Debilidad
- Fatiga
- Calambres musculares
- Náuseas
- Abundante sudoración
- Confusión
Además de estos factores que pueden aparecer, según UNICEF, "los niveles excesivos de estrés térmico también contribuyen a la malnutrición infantil, a la proliferación de enfermedades no transmisibles relacionadas con el calor y a un aumento de la vulnerabilidad de la infancia a las enfermedades infecciosas que se propagan a altas temperaturas, como el paludismo y el dengue".

Tres medidas para proteger a los niños del calor extremo
Estos datos se han obtenido para arrojar una realidad aterradora de los países que viven en estas circunstancias, siendo todos los países del mundo los que, en mayor o menor medida, están sufriendo cambios climáticos que afectan a todos, en especial a los más pequeños. Por ello, la asociación sin ánimo de lucro aboga a que todos los países del mundo deben adoptar las siguientes medidas:
- Reducir las emisiones y cumplir con los acuerdos de sostenibilidad y controlar así el aumento de temperaturas.
- Proteger la vida, la salud y el bienestar de los niños/as y la resiliencia de sus comunidades. Adaptando servicios sociales a un clima cambiante.
- Empoderar a cada niño/a a lo largo de su vida para que puedan gozar de oportunidades de desarrollo, educación y competencias necesarias para convertirse en defensores del medio ambiente.