Audi actualiza el buque insignia de la familia Q, el Q8. La gama se inicia con el 45 TDI quattro, un motor diésel de tres litros que rinde 170 kW (231 CV) de potencia y ofrece un impresionante par de 500 Nm entre 1.500 y 3.000 rpm. Desde parado, el Audi Q8 45 TDI acelera hasta 100 km/h en 7,1 segundos, y su velocidad máxima es de 226 km/h. A este motor le sigue el 50 TDI quattro, una versión más potente con 210 kW (286 CV) y 600 Nm de par que acelera al SUV deportivo de 0 a 100 km/h en 6,1 segundos y le permite alcanzar una velocidad máxima de 241 km/h.
El Audi Q8 55 TFSI incorpora un motor turboalimentado de gasolina de seis cilindros y tres litros de cilindrada con inyección directa, que entrega 250 kW (340 CV) y ofrece un par máximo de 500 Nm en una amplia gama de revoluciones que va de 1.370 a 4.500 rpm. Con este propulsor el Audi Q8 acelera de 0 a 100 km/h en 5,6 segundos, y la velocidad máxima está limitada electrónicamente a 250 km/h.

Todos los motores V6 del Audi Q8 se asocian a un cambio tiptronic de ocho velocidades, a la tracción integral permanente quattro y al sistema de hibridación ligera MHEV, que puede lograr una ventaja en el consumo de combustible de hasta 0,5 litros cada 100 kilómetros en condiciones de utilización real. Sus componentes clave son una batería de iones de litio y un alternador de arranque por correa (BAS) que suministra energía al sistema eléctrico principal de 48V. Al decelerar, el BAS recupera hasta 8 kW y alimenta a la batería. Entre 55 y 160 km/h, cuando el conductor levanta el pie del acelerador el Q8 puede circular por inercia con el motor apagado hasta 40 segundos. Tras frenar, el BAS vuelve a arrancar el propulsor de forma rápida y muy cómoda. El sistema start-stop puede activarse a partir de 22 km/h.

Prestaciones superiores
El nuevo SQ8 TFSI avanza aún más en deportividad: impresiona con un spoiler rediseñado en el faldón delantero, así como un protector de bajos de aspecto deportivo en la parte delantera y un llamativo difusor en la zaga. La parrilla Singleframe destaca con inserciones verticales en forma de L en una deportiva combinación de colores. Las tomas de aire de mayor tamaño presentan rejillas en forma de panal en toda su superficie. En este modelo Audi opta por un acabado en aluminio para las carcasas de los retrovisores exteriores, las inserciones del Singleframe y los marcos de las tomas de aire laterales. El mismo esquema de color se utiliza también para la inserción en el faldón lateral. Los paquetes ópticos negro y negro plus también pueden solicitarse para el SQ8 TFSI.
El SQ8 TFSI equipa el V8 4.0 TFSI con una potencia de 373 kW (507 CV) y 770 Nm de par, asociado a un rápido cambio rápido tiptronic de ocho velocidades y a la tracción total permanente quattro. Con este motor el SQ8 TFSI acelera de 0 a 100 km/h en sólo 4,1 segundos, y alcanza una velocidad máxima de 250 km/h, limitada electrónicamente. Con su orden de encendido 1-3-7-2-6-5-4-8, el 4.0 TFSI proporciona un sonido rotundo y distintivo. A velocidades de carga y aceleración bajas o medias -de 160 a 250 Nm y entre 950 y 2.500 rpm, con una exigencia de par máxima de 145 Nm-, el sistema de desconexión selectiva de cilindros Audi cylinder on demand desactiva los cilindros 2, 3, 5 y 8 en las marchas superiores, desconectando la inyección y el encendido y cerrando las válvulas de admisión y escape. El proceso de conmutación dura sólo unos milisegundos y pasa prácticamente desapercibido para el conductor. En el modo de cuatro cilindros los puntos de funcionamiento de los cilindros activos se desplazan a una carga superior, lo que aumenta la eficiencia térmica, mientras que los cilindros desactivados les siguen, esencialmente sin pérdidas, como si fueran resortes de gas. Cuando el conductor pisa el pedal del acelerador los cilindros desactivados se reactivan inmediatamente. Para conseguir el sonido deportivo una mariposa en cada tubo de escape modula el sonido en función de la carga y el régimen de giro del motor.

Para ofrecer una experiencia de conducción ideal, un vehículo no sólo requiere motores de primera clase, sino también componentes de suspensión sobresalientes. En el tren de rodaje advanced opcional los clientes también se benefician del diferencial deportivo. Utiliza dos embragues multidisco para repartir el par entre las ruedas traseras al trazar curvas a alta velocidad, dando mayor participación a la rueda situada en el exterior de la curva, que tiene mejor agarre. Conocido como vectorización del par (torque vectoring), esto hace que la conducción sea aún más precisa y no requiera esfuerzo. Al girar o acelerar en una curva, el SUV coupé deportivo se inscribe literalmente en la trayectoria, minimizando la tendencia al subviraje.
El segundo componente del paquete es el sistema de estabilización activa electromecánica del balanceo (eAWS), que cuenta con estabilizadoras divididas en dos mitades y equipadas con un compacto motor eléctrico acoplado a una transmisión. Cuando se conduce en línea recta, el sistema permite que cada mitad de la barra estabilizadora funcione de forma independiente, lo que reduce los movimientos de la carrocería en carreteras con el firme irregular. En conducción deportiva, el motor eléctrico hace que las dos mitades de la barra estabilizadora giren en sentidos opuestos y trabajen entonces como una unidad. Como resultado, el coche se inclina mucho menos en las curvas y la respuesta de la dirección es más precisa. El eAWS funciona con un supercondensador de 48 voltios. Esta unidad de almacenamiento de energía compacta y ligera, capaz de absorber y liberar altas corrientes en muy poco tiempo, alimenta los dos motores eléctricos de las estabilizadoras con una potencia máxima de 1,5 kW cada uno.