Desde que somos pequeños tenemos que hacer frente a diferentes situaciones para las que nadie nos ha preparado. Vivir en sociedad supone convivir con gente diversa: diferentes estilos de vida o una opinión contraria a la nuestra… pero eso no impide poder relacionarnos esas personas. Para ello, es importante tener en cuenta una serie de pasos a seguir.
La resolución de conflictos es una habilidad que, como cualquier otra, debemos trabajarla para desarrollarla lo máximo posible. En el caso de los más pequeños, es importante enseñarles desde edades tempranas qué cosas deben tener en cuenta a la hora de hacer frente a un problema, de manera que se sientan capacitados para tomar la iniciativa y ponerle una solución, para ello, la psicopedagoga Laura Zarca nos da las claves a seguir.
Claves para la resolución de conflictos
Desarrollar esta habilidad conlleva seguir ciertos pasos que, con el trabajo y el paso del tiempo, se irán normalizando y realizando de manera automática:
- Reconocer sus propias emociones: identificar cómo se siente, qué situaciones le llevan a estar enfadado o frustrado, qué comportamientos tiene cuando siente cierta emoción…
- Identificar el conflicto: es decir, de la situación que está viviendo, tener la capacidad de saber por qué se originó ese conflicto y cómo se ha desarrollado
- Escucha activa: cuando en el conflicto se ven implicadas más personas, es importante entender que igual que nosotros tenemos unas necesidades y opiniones que queremos que el otro escuche, las otras personas también necesitan sentirse apoyados y entendidos. Por ello, debemos respetar los momentos en los que las personas implicadas exponen sus argumentos.
- Proponer posibles soluciones: una vez que sabemos cuál es el conflicto y cómo se originó, es el momento de proponer y analizar las soluciones que podrían zanjar el conflicto. Deben ser reales y alcanzables, acorde con el problema que se plantea.
- Evaluar lo ocurrido: una vez que se ha zanjado el posible conflicto, es aconsejable hacer autocrítica y analizar los pasos que hemos ido siguiendo. De esta manera, podremos observar en qué aspectos es preciso cambiar o mejorar.
Libros que ayudarán a tu peque en la resolución de conflictos
La lectura es una de las mejores opciones para hablar con los más pequeños de temas con los que podamos favorecer y enriquecer su desarrollo. Por ello, os dejamos a continuación diferentes opciones que podéis adaptar en función de vuestras preferencias o la edad de los niños.
Ponte en mi lugar

Se trata de un recurso con el que los peque de entre 4 y 8 años podrán adentrarse en las diferentes problemáticas que van surgiendo a sus divertidos protagonistas. Con él trabajarán la empatía, así como la importancia de la comunicación y la comprensión de las personas que nos rodean a la hora de poner fin a un conflicto.
¿Qué necesito cuando me enfado?

Como hemos comentado antes, saber reconocer nuestras propias emociones y cómo gestionarlas, son puntos clave que determinarán la resolución del conflicto. Para ello, proponemos a continuación la lectura del libro “¿Qué necesito cuando me enfado?”, para los peques de edades comprendidas entre los 3 y los 7 años.
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