A menudo los niños y niñas pasan por momentos en los que observamos un cambio de comportamiento. Cuando las familias identifican actitudes disruptivas se alarman (como es normal) y generalmente pueden pensar que se debe a que ellos mismos no han sabido controlar la situación para no llegar a ese punto. Sin embargo, no debemos olvidar que las personas pasamos por diferentes etapas evolutivas en las que nuestro cerebro funciona de manera muy diversa.
No podemos pretender que un peque de 6-8 años presente la misma capacidad de resolución de conflictos, madurez o empatía que una persona de 30-40 años y muchas cosas vividas. El cerebro de las personas va madurando con el paso de los años, por lo que es necesario ofrecer a los más pequeños un ambiente enriquecedor que favorezca este crecimiento. Es importante saber cómo responder y actuar ante diferentes situaciones poniendo límites claros y adecuados a la edad y capacidades de nuestros hijos.
A continuación, la psicopedagoga Laura Zarca os habla en profundidad de una de las técnicas de modificación de conducta más utilizadas entre los profesionales de la educación.
¿Qué son y por qué aparecen las conductas disruptivas?
Hablamos de conductas disruptivas cuando hacemos referencia a aquellos comportamientos que consideramos inapropiados y que afectan de manera negativa tanto a los propios niños como a su entorno. Debemos ser conscientes de que este tipo de conductas influyen también en la relación de los niños con su grupo de iguales, ya que algunos de ellos pueden llegar a ser rechazados.

Los niños y niñas pasan etapas en las que su cerebro no ha madurado lo suficiente en áreas como la empatía, el control de impulsos o la gestión de sus propias emociones. Todo ello puede llevar a que su forma de expresar su descontento, enfado o frustración no sea la más adecuada. Por eso, es importante marcar unos límites que les permitan comprender que su comportamiento (ya sea bueno o malo) tiene unas consecuencias y guiarles haciéndoles saber qué conductas son las que queremos que se repitan.
¿Qué es la técnica de economía de fichas?
Como ya hemos comentado en párrafos anteriores, se trata de una técnica psicológica que tiene mucho éxito entre los profesionales que trabajan con niños y niñas. Con ella se pretende conseguir una modificación de conducta ducha, de manera que se realzan aquellas que queremos que los niños y niñas realicen, marcando determinadas consecuencias para aquellas que no nos gustan.
Tus hijos irán acumulando fichas a medida que van cumpliendo con los objetivos marcados. De esta forma, generamos en ellos un sentido de la responsabilidad que les permitirá ganar autonomía en tareas de la vida cotidiana.
Tips para mayor efectividad de la técnica de economía de fichas
Para conseguir resultados duraderos, debemos seguir una serie de trucos que nos permitirán observar cambios y mejorar el comportamiento de nuestro hijos. Te dejamos los más importantes:
- Ser firme con las consecuencias y recompensas: debemos cumplir con todo lo acordado con nuestros peques, de manera que puedan tomar ejemplo de nuestras propias acciones.
- Poner límites sanos: de manera que entiendan qué esperamos de ellos y qué actitudes o comportamientos no permitiremos, sin olvidar la edad que tienen y que debemos servirles de guía.
- Hacerles partícipes de todo el proceso: explicándoles de manera clara y conciso en qué consiste esta técnica y qué papel desempeñarán o cuáles serán sus funciones. De esta forma, no lo verán como una imposición si no como una responsabilidad que deben cumplir.
- No olvidar que son niños, y que como tal tendrán momentos de mayor rebeldía o inestabilidad, sin embargo, todo forma parte del proceso, por lo que no debemos tomarnos de manera personal este tipo de comportamientos.
Material para la economía de fichas
Una vez que conocemos de qué trata esta técnica, es el momento de elegir con qué material trabajaremos esta técnica. A continuación te ofrecemos varias opciones entre las que podrás escoger cuál se adapta mejor a vuestras necesidades como familia.

Esta primera alternativa incluye un tablero magnético (ideal para ahorrar espacio y colocarlo en tu nevera), además de un total de 20 tareas entre las que podrás elegir cuál quieres trabajar con tus peques. Además, tendrás un total de 300 estrellas para ir marcando aquellas actividades que tus hijos vayas realizando.

Esta segunda opción presenta un diseño diferente al anterior. Tiene también estrellas a modo de fichas y un total de 22 tareas a conseguir. Además, incluye dos rotuladores para pizarra con los que podrás apuntar el impreso de tu peque, la recompensa que conseguirá o el mes en el que estamos.
Otras opciones de tabla de recompensas
A continuación, dejo alternativas diferentes para que tengas gran variedad donde elegir. Esta en concreto está en inglés, para aquellas familias que quieran trabajar el idioma desde casa o para los niños y niñas cuya lengua materna sea el inglés.

Para finalizar, te dejamos una alternativa diferente a las anteriores, ya que con esta podrás escribir tú mismo las tareas que quieres que tus hijos realicen, de esta forma, podrás ir cambiándola en función de vuestras necesidades o de la edad de los peques.

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