Los golpes forman parte de la vida del niño por su naturaleza activa, inquieta y curiosa. Pero no todas las zonas del cuerpo del peque son iguales; de ahí la preocupación de los padres por determinados traumatismos, especialmente por los golpes en la cabeza.
¿Se debe acudir al hospital inmediatamente? Vamos a ver una serie de situaciones, características y síntomas para aconsejar a los padres.

La importancia de la edad
En el caso de los traumatismos en la cabeza la edad juega un papel vital pues a mayor edad, mayor formación ósea del conjunto craneal. La consistencia de la cabeza de un niño de tres años será mucho mayor que la de un bebé de seis meses. Basta con pasar la mano para darnos cuenta que un bebé de seis meses tiene una cabeza "más blanda". Esto lo hace más vulnerable a un posible golpe, de ahí que se deba extremar el cuidado.
En niños por debajo de seis meses la principal causa de traumatismo en la cabeza es la caída desde altura. En la mayoría de los casos ésta se produce cuando durante un cambio de ropa o pañal se deja sin atención al niño y éste rueda y se precipita desde el cambiador, cuna o cama.
"Me he dado la vuelta sólo un segundo" es la frase más repetida en esta clase de caídas que además vienen acompañadas de un duro sentimiento de culpabilidad.Nunca hay que confiarse, desde muy corta edad los niños pueden rodar. Siempre hay que coger lo necesario para el cambio de ropa o pañal previamente. Así se evita tener que alargar un brazo, darse la vuelta, abandonar la habitación, etc. Aunque, repito, el mejor consejo es no dejar al peque nunca sin atención.
En niños entre uno a dos años la mayoría de golpes en la cabeza serán desde su propia altura al tropezar o caer mientras dan sus primeros pasos, pues la estabilidad no es aún la idónea y suelen caer con la cabeza por delante.
A partir de dos años, la mayoría de traumatismos del peque están íntimamente ligados con la actividad deportiva y lúdica.
¿En qué circunstancias se ha caído?
A la hora de determinar la gravedad de un golpe en la cabeza es vital averiguar cómo se ha producido. Es muy importante determinar la altura desde la que se precipitó el niño, pues a mayor altura más fuerte habrá sido el impacto. También se debe tener en cuenta la zona de contacto (saliente, esquina) así como la dureza del material en el que se ha producido el choque, pues una mayor consistencia (piedra, suelo de mármol) conlleva un golpe más severo que en caso de tarima, madera, alfombra o moqueta.

¿Qué síntomas debo tener en cuenta?
Una vez conocida la manera y características de la caída observaremos como el niño va evolucionando de su golpe en la cabeza.Los dos síntomas más graves son la pérdida de consciencia y los vómitos. En tal caso se debe acudir al centro hospitalario. Otro importante aspecto a vigilar es si el niño sufre dolor de cabeza tras el golpe.
En caso de que no exista pérdida de consciencia pero notemos al peque más torpe ó desorientado se pueden usar métodos sencillos para determinar la gravedad del golpe como hacerle caminar para ver si sus movimientos están mermados, ponerle un peluche delante y observar que el niño mide bien las distancias o algo tan sencillo como jugar con el a "palmitas" o cualquier ejercicio que nos permita discernir el correcto estado de su equilibrio, orientación y consciencia.
Marcas, chichones y otros signos externos
En ocasiones el propio golpe producirá una serie de lesiones en la cabeza o el rostro que determinan la gravedad del mismo. Un hundimiento craneal o crepitación (notar un pequeño crujido) en la zona de impacto es motivo para acudir inmediatamente a urgencias. Se acudirá también al centro hospitalario en caso de advertir sangrado por vía nasal o auditiva.
En cuanto a los famosos chichones, por su forma llamativa supone una lesión "más escandalosa" para los padres pero es un claro ejemplo de que se trata "más el ruido que las nueces", ya que no supone un especial peligro en sí mismo y debe ser entendido por los padres como lo que es, una mera inflamación que mientras no presente crepitación ni venga acompañado de otros síntomas, será resuelta aplicando frío en la zona inflamada.
Mi peque parece estar bien
En caso de un golpe en la cabeza en un niño de dos años o más, si no ha presentado ninguno de los síntomas de alarma y parece estar bien, podemos simplemente vigilar su estado en el domicilio. Si en 24 horas no ha presentado síntomas, lo más probable es que todo quede en un susto.