¿Qué enfermedades durante el embarazo pueden afectar al bebé?
Ciertas enfermedades infecciosas, aunque sean leves para la mujer, pueden suponer un importante riesgo para el desarrollo del embrión o el feto si se padecen durante el embarazo.
Las mujeres que sufren rubéola durante la gestación tienen 25 veces más riesgo de dar a luz un niño con defectos congénitos (ceguera, anomalías oculares, retraso mental o cardiopatía congénita, entre otros) que las mujeres que no la padecen.
La medida preventiva consiste en vacunar a las niñas antes de la pubertad o vacunarse antes del embarazo si no se estuviera inmunizada.
Varicela
Padecida durante el embarazo comporta un pequeño riesgo (de alrededor de un uno por ciento) de que el futuro bebé tenga cicatrices en la piel, alteraciones en los ojos, microcefalia y defectos en los miembros, entre otros.
No se conocen medidas preventivas, salvo evitar el contacto con personas (sobre todo niños) que estén pasando la infección.
Toxoplasmosis
- La toxoplasmosis es una infección que transmiten los gatos.
- Suele ser muy leve para la mujer, pero durante el embarazo aumenta el riesgo de que el futuro bebé tenga hidrocefalia, microcefalia, calcificaciones cerebrales o retraso mental.
- La medida preventiva, si no se ha pasado la infección (lo que se puede saber mediante un análisis de sangre), consiste en evitar el contacto con gatos, lavar y pelar las frutas muy bien, lavar con agua muy caliente las verduras que se toman crudas, utilizar guantes para trabajar la tierra y comer la carne muy pasada.
- Si se quiere dejar poco hecha, debe congelarse durante unos días a unos -20º C y cocinarse después de descongelarla lentamente.
Citomegalovirus
En la gestación aumenta el riesgo de que el niño nazca con microcefalia, hidrocefalia, calcificaciones intracraneales o retraso mental. No se conocen medidas preventivas contra esta infección.
Mononucleosis
Es muy poco frecuente durante la gestación, ya que solo alrededor del tres por ciento de las mujeres son susceptibles a la infección.
Existen pocos estudios sobre el efecto que provoca en el embrión y el feto, pero en alguno de ellos se encontró que incrementa el riesgo de anomalías congénitas, retraso del crecimiento, prematuridad y muerte fetal o neonatal. No se conocen medidas preventivas.