¿Cómo saber si mi hijo se queda con hambre después de mamar?

Cuando acabas la toma te quedas dudando si tu bebé se habrá quedado con hambre y no sabes si los soniditos que haces son alerta de que quiere seguir comiendo. No te preocupes, con ayuda de un experto en lactancia resolvemos la duda.
¿Cómo saber si mi hijo se queda con hambre después de mamar?

“A lo largo de los años se han generado dudas y miedos sobre el poder de nutrición de las madres, de su pecho”. Esta es la respuesta que nos da el doctor José María Paricio, presidente de la Asociación para la Promoción e Investigación científica y cultural de la Lactancia Materna (APILAM), especialista en Pediatría y autor de El Libro de la Lactancia (Ed. Vergara), cuando le preguntamos si un bebé puede quedarse con hambre después de una toma de lactancia.

Y es que, la duda de si nuestro bebé tendrá hambre después de mamar se les pasa por la cabeza en más de una ocasión a casi todas las madres lactantes. Siendo además, una de las razones más frecuentes que llevan a las mamás a introducir la alimentación sólida de manera temprana, según un estudio de la revista Pediatrics.  

Pero, ¿cuál es la razón para pensarlo si, tal y como dice el experto, son muchas las generaciones que han crecido sanas gracias a la leche del pecho de su madre?


“Lo habitual es que una mujer fabrique leche suficiente para alimentar a su hijo e, incluso, a sus hijos gemelos, ya que el pecho funciona a demanda”, nos comenta el profesional. 

Por eso, es muy difícil en la práctica que el bebé se quede con ganas de más al terminar de mamar. “Cuanto más le pedimos al pecho, más leche produce gracias a la estimulación del pezón que realiza el bebé”. Además, dice que igual sucede al contrario. Si reducimos el número de tomas, el pecho pasará a producir menos leche.

¿Puede quedarse con hambre entonces?

Sí, podría darse el caso de que el bebé se quede con hambre después de mamar. Pero, tal y como cuenta el doctor, la razón no estaría en la baja producción de leche ya que, como hemos explicado, el pecho es un órgano que funciona a demanda. 

“Generalmente obedece a errores en la técnica de la lactancia”, explica. Esto es, combinar el pecho y el biberón (como forma de ayuda para cerciorarnos que se queda satisfecho), no conseguir el enganche adecuado del niño al pecho o aguantarnos el dolor de la mama, entre otros.

¿Cómo saber si el bebé se queda con hambre?

Para resolver esta cuestión también hemos contado con la ayuda del doctor Paricio, que nos cuenta que hay varios datos que podría tener en cuenta la madre durante las primeras semanas de vida y que resumimos a continuación:

  • Que no se haya notado la subida de leche dentro de los 3 o 4 días posteriores al parto.
  • Que el bebé haga menos de 6 a 8 tomas diarias y que no esté muy interesado en mamar.
  • Que tengamos que despertarlo cada vez que lo vamos a poner al pecho.
  • Que no haga casi deposiciones o que sigan siendo de color muy oscuro en lugar de grandes, pastosas o líquidas y amarillas.
  • Que haga menos de cuatro micciones diarias.

A su vez, recuerda: “el llanto en el lactante no es el indicador más fiable de que se esté quedando con hambre”. Pero igualmente, otros signos que te podrían decir que el bebe se ha quedado con hambre serían:

  • Llora. El llanto es una señal común, si bien tardía, de que tu bebé tiene hambre. Este llanto suele ser más bajo y corto, con un tono ascendente y descendente. El problema es que tu bebé no llorará inmediatamente después de la toma para indicarte que tiene hambre, sino más tarde, y como estará nervioso e intranquilo, será más difícil lograr que se alimente.
  • Se despierta antes y se muestra inquieto. Antes de que el bebé comience a llorar por el hambre, se despertará antes de tiempo y se mostrará más inquieto en la cuna que de costumbre, moviendo brazos y pies de forma más enérgica.

  • Se lleva las manos a la boca. Los bebés suelen llevarse las manos a la boca mientras pasan por la fase oral del desarrollo ya que a través de este órgano también exploran el mundo. Este comportamiento no siempre significa que tengan hambre, pero si se acompaña de nerviosismo e intenta chupar los dedos o el puño, es probable que no se deba a un juego de exploración sino a que tienen ganas de comer.
  • Abre la boca mientras se alimenta. Si el bebé no cierra los labios, sino que mantiene la boca abierta mientras se alimenta, está indicando su interés por seguir comiendo, es como si dijera: “¡Quiero más leche!”.
  • No se queda dormido ni detiene la succión. Cuando un bebé se siente satisfecho, lo habitual es que se aleje un poco de la fuente de alimento, quizá volteando la cabeza, y se quede dormido pasados unos 15 o 20 minutos. Si el bebé se mantiene activo y muestra mucho interés por el entorno, es probable que se haya quedado con hambre.

Otro de los datos muy extendidos y comentados por varios profesionales es estar pendiente al peso del recién nacido, aunque el experto está poco de acuerdo: “durante el primer mes, el peso del bebé es un dato complicado de manejar ya que es normal que pierdan casi el 10% de su peso al nacer los diez primeros días y luego tarden quince en recuperarlo”, nos cuenta. Por tanto, “no es un buen indicador de una lactancia correcta las tres primeras semanas de vida”, bajo su punto de vista.

Eso sí, una vez que ha pasado el primer mes, el peso sí nos puede indicar si la lactancia está evolucionando favorablemente o si, por el contrario, el peque está pasando hambre. Para saber si está en el peso ideal, recomienda consultar las tablas de crecimiento de la OMS para lactantes amamantados.

Foto Istock - El llanto en el lactante no es el indicador más fiable de que se esté quedando con hambre.

¿Cómo alimentar bien a tu bebé?

No existe un método universal para saber cuánta leche debe tomar tu bebé. Cada pequeño es un mundo, algunos necesitan alimentarse más y otros se sienten satisfechos con menos. También es probable que su hambre varíe a lo largo de las semanas.

Como regla general, se recomienda que durante las primeras semanas la alimentación sea bajo demanda, es decir, ofrecer el pecho siempre que el pequeño lo pida. A medida que pasan los meses y el bebé crezca, sus horarios de alimentación se irán espaciando, pero beberá más en cada toma.

En el caso del biberón y la leche de continuación partir de los 6 meses y como parte de una dieta diversificada, es importante que tengas en cuenta las indicaciones de la marca respecto a las cantidades ya que cada fórmula tiene sus propias instrucciones de preparación y cantidad.

Advertencia importante: recuerda que la lactancia materna proporciona la mejor nutrición a los bebés. El pediatra es el que mejor te puede asesorar sobre el cuidado y la alimentación de tu hijo, y sobre los alimentos que debes añadir a la dieta conforme va creciendo.

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