Un niño de 5 años enfermo terminal muere en los brazos de Papá Noel
Su último deseo era ver a Santa Claus.
Esta es una de esas historias que ojalá no tuviéramos que contar nunca. Un niño de cinco años ha muerto en Estados Unidos después de no poder superar un cáncer que le fue detectado a una edad muy temprana. Una injusticia y un jarro de agua congelada que nos ha dejado así, precisamente. Un golpe de esos que da la vida sin más explicaciones ni argumentos. La triste noticia se ha hecho viral al conocerse cuál fue la curiosa última petición del niño justo antes de dar su último suspiro, ver a Santa Claus.

papa noel
La historia es que Eric Schmitt-Matzen es un artista que trabaja como Santa Claus (o Papá Noel, como prefieran) durante la temporada navideña. Cuando le llamaron de un hospital de la ciudad en la que trabaja no sabía que estaba a punto de afrontar uno de sus momentos profesionales y personales más difíciles.
A su llegada, Eric pidió unos minutos para ponerse su traje de Papá Noel, pero la enfermera le dijo que no había tiempo que perder y que con los tirantes que llevaba puestos era suficiente. Debía entrar lo antes posible a la habitación del niño. Antes de entrar, la madre del niño le dio un regalo para que se lo entregase a su hijo.
En ese momento se dio cuenta de lo delicada de la situación: “Comprendí la situación. Así es que le dije a todos: ‘Si piensan que van a perder la compostura, por favor, salgan de la habitación. Si los veo llorando, voy a quebrarme y no podré hacer mi trabajo”.
Al entrar a la habitación le dio el regalo al niño, pero apenas tenía fuerzas para abrirlo. El pequeño había escuchado que iba a morir y le pidió al hombre vestido de Santa Claus si podía ayudarle. A Eric le faltaban las palabras y entonces lo abrazó con muchísima ternura y dulzura. En ese momento, el niño dio su último suspiro y murió en sus brazos. La madre entró corriendo al sitio gritando “¡No, no, no, todavía no! Tras esto, Eric salió de allí, cogió su coche para volver a casa en un trayecto bañado por unas lágrimas que apenas le dejaban ver la carretera, como él mismo expresó.