Si “Marcelo” está en tu lista de opciones de nombres este artículo te interesa, y mucho. Te desgranamos sus orígenes de un nombre que se mantiene como una opción sólida y apreciada por muchos padres. No es un nombre que haya caído en desuso, de hecho, pervive como una opción con carácter y tradición. Así que ponte cómodo para leer un mini cuento con su nombre, toda su historia y curiosidades interesantes.
Marcelo tenía cinco años y era un niño que hablaba mucho.
¡Muchísimo!
Marcelo no descansaba de hablar ni los domingos.
Hablaba cuando se despertaba.
Hablaba mientras se lavaba los dientes, aunque se le escapaban burbujas de pasta.
Hablaba en sus sueños también.
Hasta en clase hablaba clase por los codos y las moscas se paraban a escucharlo.
En el cole, su amiga Grecia le decía:
—¡Pareces un niño marciano!
A Marcelo le gustaba que le llamaran marciano. Le recordaba a su abuela Marcela, que era escritora y le contaba cuentos de extraterrestres.
Para Marcelo, su abuela era mucho más que una marciana, era una viajera y descubridora de palabras y nuevas historias. Ella le contaba anécdotas de cuando ella había viajado al espacio y visitado el planeta Marte.
Y Marcelo, creía de verdad, que en su cabeza había una nave escondida lista para despegar al planeta de su abuela.
Y entonces… una noche, sucedió.
Mientras dormía, su cama despegó y su pijama se transformó como si fuese un traje espacial.
Marcelo aterrizó en un mundo brillante de color rojo y palabras flotantes. ¡Era un rincón de Marte!

El mismo sitio que le había descrito su abuela. Entonces, juntos, Marcela y Marcelo, creaban cuentos juntos.
Las palabras que aún no habían sido inventadas fueron creadas.
Marcelo cada noche visitaba Marte y nuevos planetas lleno de historias por descubrir.
Marcelo volvía con una nueva historia al despertar.
Pero un día Marcelo intentó dormir para volver a Marte… Y no lo consiguió.
Soñaba con deberes, semáforos y calcetines perdidos. Era como si su nave se hubiese quedado sin motor o su planeta preferido hubiese desaparecido.
Las palabras empezaron a esconderse y sus historias ya no salían como antes. Entonces, decidió preguntarle a su abuela Marcela. Ella era una experta y seguro que sabría como recuperar la imaginación.
—Tus palabras están dormidas, no se han perdido. Solo hay que esperar a que se despierten porque necesitan descansar—le explicó Marcela.
—¿Y cómo las despierto? —preguntaba Marcelo.
—Con la risa de un amigo, saltando en charcos después de la lluvia, escuchando una canción bonita… ¡Y también dándole un abrazo fuerte a papá y mamá! —respondió Marcela —lo más importante es que no las fuerces ni las despiertes bruscamente.
¡Qué de cosas podía hacer Marcelo para despertar la imaginación de nuevo! Y es que, aunque Marcelo había sentido que la había perdido, ahora sabía gracias a su abuela que su inspiración se alimentaba de todo los momentos vividos. A veces surgía de los días más tristes, otros de los más divertidos. Y lo mejor de todo era, que cuando menos lo esperase, su imaginación volvería a despegar guiándolo una vez más en su viaje rumbo a Marte.

Marcelo, el origen de un nombre romano
Para comprender la resonancia de este nombre en particular, es mejor viajar a la mitología.
Hay una lista de nombres de dioses griegos y romanos niños. Pues bien, el nombre de Marcelo tiene sus raíces en la antigua Roma y proviene del nombre Marcus, que a su vez se relaciona con Marte, el dios romano de la guerra. Marcus era un nombre común en Roma y significaba “dedicado a Marte”.
Marcelo es una variante diminutiva de Marcellus, que podría traducirse como “pequeño Marcus” o “pequeño guerrero”. Así, aunque está relacionado con la fuerza y valentía de Marte, Marcelo tiene una connotación más suave, como un guerrero joven o en formación.
Marte: el dios romano de la guerra. ¡Conoce un poco de su historia!
Marte, Mars en latín, es uno de los dioses más importantes de la mitología romana. Junto a Júpiter y Quirino, formaba parte de la tríada arcaica, el trío de dioses más importante del culto romano primitivo. De hecho, antes de que Júpiter ocupara el primer lugar, Marte fue considerado el dios principal de Roma.
Los romanos veían en Marte no solo al dios que guiaba a los soldados en batalla, sino también al que protegía sus campos y su ciudad. Su figura representaba el ideal del guerrero disciplinado, valiente y protector.
Además, se creía que Marte era el padre de Rómulo y Remo, los gemelos que fundaron Roma según la leyenda. Esto hacía que Marte fuera considerado, en cierto modo, el padre simbólico del pueblo romano. Por eso su imagen estaba presente en templos, monedas y esculturas por toda la ciudad.
Vamos, que según la leyenda, sin Marte no habría Roma… ni nombre para el mes de marzo, porque Martius en latín significa eso: el mes de Marte. Los romanos incluso empezaban el año en marzo, justo cuando comenzaban sus campañas militares.

¿Cómo se escribe Marcelo en otros idiomas? Descúbrelo y conoce qué día se celebra su onomástica
Manteniendo su raíz latina, este nombre tiene adaptaciones y se ha adaptado a diversas lenguas, manteniendo en muchos casos una grafía muy similar. ¡Descubre como se dice en otro idioma!
En italiano, Marcello.
En francés, Marcel.
En inglés, Marcellus.
En portugués, Marcelo. Al igual que el español, ¡mantiene la grafía intacta!
En alemán, Marcell.
En griego, Μαρκέλλο.
La fecha más comúnmente asociada a la celebración de San Marcelo es el 16 de enero, que conmemora la memoria del Papa San Marcelo l.