La noche del 5 de enero es una de las más especiales del año para muchísimos niños. Es aquella en la que los ojos de los más pequeños se llenan de verdadera ilusión porque esperan con nerviosismo la llegada de los Reyes Magos.
Tras recibirlos en la cabalgata, deben cumplir con todo lo acordado: haberse portado bien durante el año e irse a dormir pronto. De esta forma, si han sido buenos, los deseos que escribieron en sus cartas puede que se cumplan y les regalen eso que tanto quieren. En caso contrario, los reyes pasarán por su casa, pero para dejarles un saquito de carbón en señal de que deben mejorar su comportamiento.
Es normal que tanto mayores como pequeños vivamos con gran emoción esta noche tan mágica. Pero… ¿Conocen los niños el origen de los Reyes Magos? Te contamos aquí su historia.
La historia de los Reyes Magos de Oriente
Se trata de una tradición que ha perdurado a lo largo del tiempo y que sigue haciéndolo generación tras generación. Está muy extendida en España, aunque también es costumbre en algunos países de Centroeuropa y América Latina. Conoce junto a los niños su maravilloso origen:
Hace muchos, muchos años, en una fría noche de invierno, tres hombres magos que vivían en las tierras lejanas de Oriente iniciaron un largo viaje.
Eran llamados magos, pero en realidad recibían este nombre porque eran hombres sabios y astrólogos, por eso sabían interpretar el cielo y las estrellas. Esa noche se dieron cuenta de que había una que brillaba en el firmamento más que nunca, era tan grande y clara que las demás se quedaban desdibujadas.
Todos estaban de acuerdo en que era importante, pues anunciaba algo que habían esperado durante años: el nacimiento de un Rey de reyes. Decidieron seguirla y a lomos de sus camellos y vestidos con turbantes y ropas de seda carmesí, emprendieron la travesía. Sus nombres eran Melchor, Gaspar y Baltasar.
Después de varios días, los tres Reyes Magos por fin llegaron a Jerusalén, lo que quería decir que estaban cerca de su destino. La estrella resplandecía como nunca antes y les hizo llegar hasta Belén, donde fueron guiados hasta la puerta de un humilde establo.
Con gran solemnidad entraron en él y por fin pudieron contemplar al bebé recién nacido. Estaba tumbado sobre algo de heno, al lado de un buey y una mula que le daban calor mientras sus padres, María y José, le miraban atentamente. Era Jesús, el hijo de Dios, por lo que le rindieron tributo entregándole tres regalos que llevaban consigo cada uno de ellos.
Melchor, el hombre de barba blanca y avanzada edad, le entregó oro porque se trataba del metal de los reyes. Gaspar, el rey de pelo castaño, le hizo entrega de incienso, puesto que era la ofrenda que se hacía a los dioses en reconocimiento de su divinidad. Por último, Baltasar, el hombre de piel negra, le regaló mirra, muy utilizada para perfumar.
Tras dejarle los presentes, salieron del portal y de nuevo subieron en sus camellos para abandonar la ciudad. Desde ese momento, cada noche del 5 de enero, los Reyes Magos acompañados de sus pajes viajan por el mundo para llevar regalos a todos los niños que se han portado bien.