Moratones en niños: causas comunes y cuándo preocuparse

En la gran mayoría de casos, los hematomas son habituales en los niños pequeños, sobre todo en las piernas, pero hay matices que pueden indicar que algo más grave que un golpe los ha causado.
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En la hora de la ducha o al vestirles cada mañana, con luz natural, apreciáis sus piernas con moratones y las dudas sobrevuelan vuestras cabezas: ¿es esto normal?, ¿debo consultar al médico?, ¿les pasará a más niños? Es absolutamente normal preguntarse estas y otras cuestiones porque es muy llamativo ver moratones en niños. Te contamos cuándo encender las alarmas.

¿Qué son los moratones en niños?

La presencia de hematomas en las extremidades de los niños es un tema que inquieta a muchos padres. Aunque en la mayoría de los casos no hay motivo para alarmarse, hay que saber cuándo estos moretones pueden indicar un problema de salud.

Definición y causas comunes

Los moratones, también conocidos como hematomas o moretones, son marcas en la piel que se producen cuando se rompen los vasos sanguíneos cerca de la superficie debido a un golpe o lesión. En los niños, estas marcas son especialmente comunes, porque ¡no paran! Al jugar en el parque, correr o incluso al caerse, los niños son propensos a recibir golpes que resultan en moratones. La fragilidad de los vasos sanguíneos y la delgadez de la piel infantil contribuyen a la aparición frecuente de estas marcas.

En la inmensa mayoría de los casos, que un niño de tres, cuatro, cinco o seis años, alguno más incluso, que se pasa muchas horas jugando en el parque, en el cole o incluso en el suelo de casa, tenga muchos hematomas en sus extremidades inferiores es completamente normal. Pero también es cierto que hay ocasiones en las que son el síntoma de que algo ocurre en el organismo del pequeño —por ejemplo, hay enfermedades que es una fase inicial se muestran así—. Es importante atender a algunos matices que marcan la diferencia entre ambos tipos de moratones.

Formación de moratones: ¿cómo ocurren?

La formación de un moratón comienza cuando un golpe provoca la ruptura de pequeños vasos sanguíneos bajo la piel. La sangre se filtra en los tejidos circundantes, creando una mancha visible que puede variar en color. Inicialmente, el moratón suele ser de un tono rojizo o morado, debido a la acumulación de glóbulos rojos. Con el tiempo, a medida que el cuerpo descompone y reabsorbe la sangre, el color del moratón cambia a azul, verde, amarillo y finalmente marrón claro, antes de desaparecer. Este proceso indica que el moratón se está curando, lo cual puede durar dos semanas (aunque esto es relativo según la profundidad del golpe y la capacidad de curación del cuerpo).

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¿Qué son los moratones en niños? Fuente: pvproductions - Freepik

Cómo diferenciar moratones comunes de los preocupantes

Moratones normales vs. señales de problemas de salud

Los hematomas normales y habituales son los que se forman cuando “un golpe provoca que los vasos sanguíneos que se encuentran cerca de la superficie de la piel se rompan, lo que causa que una pequeña cantidad de sangre se filtre a los tejidos debajo de la piel”, explican desde Mayo Clinic. “La sangre atrapada puede provocar un moretón —o moratón, ambas formas son correctas— que inicialmente se ve como una marca azul y negra y, luego, cambia de color a medida que se cura”, añaden.

Observar la evolución y otros síntomas

En el caso de que los moratones os parezcan reconocibles, de los de toda la vida, es conveniente esperar a su evolución y al mismo tiempo, sobre todo si vuestro hijo no pasa mucho tiempo en el parque jugando, por ejemplo —los golpes son muy comunes en un entorno de este estilo—, prestar atención a que no se desarrollen síntomas en paralelo que pueden parecer inconexos y, en cambio, pueden no serlo. Algunos ejemplos son la fiebre intermitente, la pérdida de peso, la debilidad muscular, la falta de apetito o la palidez en la piel, indican los pediatras Elena Blanco y Gonzalo Oñoro. “Y otro dato importante es conocer si es un niño que sangra más de la cuenta cuando se hace una herida, se golpea la nariz o se le pone una vacuna”, puntualizan ambos.

La forma y el lugar son determinantes

Por otro lado, el otro detalle que puede hacer que enciendas las alarmas en el caso de que tu hijo presente hematomas en general, no solo en las extremidades: tanto si están localizados en zonas poco frecuentes para este tipo de golpes como si el tamaño es desproporcionado para el golpe que él o vosotros recordáis que se ha dado, puede que detrás exista algún motivo más grave que en el caso de los hematomas habituales.  

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Moratones en niños. Fuente: Freepik

Cuándo consultar al médico

Realmente siempre que exista preocupación, hay que preguntar al médico. Este artículo, por ejemplo, solo da información genérica, pero nunca puede usarse para sacar conclusiones. Un profesional médico es el único capacitado para diagnosticar o tranquilizar.

Signos y síntomas que requieren atención médica

Existen ciertos signos y síntomas que, si se presentan junto con los moratones, requieren una evaluación médica inmediata: fiebre persistente, pérdida de peso inexplicable, debilidad muscular, palidez extrema y sangrado inusual. Además, si el niño tiene moratones en lugares inusuales o si los moratones no desaparecen después de dos semanas, es aconsejable consultar a un médico. La presencia de hematomas en áreas sensibles, como cerca de los ojos, o si el niño experimenta dificultad para mover alguna parte del cuerpo, también son razones para buscar atención médica.

Moratones en las piernas: ¿cuándo preocuparse?

Si los moratones son muy frecuentes, grandes o aparecen sin causa aparente, mejor ir al médico. Además hay que ir al médico si los moratones se acompañan de otros síntomas como los mencionados anteriormente. Es fundamental que los padres observen cualquier cambio en el comportamiento o la salud general del niño que pueda estar relacionado con la aparición de moratones. El pediatra te ayudará a comprender qué sucede.

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Niña con moratones. Fuente: pvproductions - Freepik

Consejos para tratar y prevenir moratones

Los moratones van evolucionando solos, pero hay maneras de mejorar el dolor.

Cómo aliviar el dolor y la hinchazón

Para aliviar el dolor y la hinchazón asociados con los moratones, se puede aplicar frío en la zona afectada durante los primeros días. Después de 48 horas, el calor suave puede facilitar la curación al aumentar el flujo sanguíneo en el área. Además, elevar la parte del cuerpo afectada puede ayudar a minimizar la hinchazón. En casos de dolor intenso, se puede considerar el uso de analgésicos de venta libre, siempre bajo la supervisión de un médico.

Medidas de prevención durante actividades físicas

Si los moratones son de jugar, a veces es difícil prevenirlos. Pero sí se puede utilizar protección en caso de práctica de deportes como patinaje o montar en bici (cascos, coderas, rodilleras, guantes...). Además, hay que animarles a que sean conscientes de su entorno y de los peligros para que jueguen de manera segura.

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