Si a tu hijo le cuesta obtener buenos resultados académicos a pesar de emplear mucho tiempo y esfuerzo en el estudio, tiene problemas de comprensión lectora o con la expresión escrita (disgrafía, escritura lenta), en matemáticas le cuesta comprender como funcionan los números y sus relaciones entre sí, tiene problemas de conducta y déficit en sus relaciones sociales, desmotivación, ansiedad... lo más probable es que necesite la ayuda de un psicopedagogo.
La psicopedagogía es la ciencia que se centra en el estudio de los procesos de aprendizaje y la optimización de la enseñanza . Aunque en algunos campos con la pedagogía, son disciplinas distintas. Tienen diferente enfoque y diferente objetivo. Mientras la pedagogía busca facilitar ambientes de aprendizaje efectivo y está más relacionada con la investigación y la reflexión, la psicopedagogía se orienta a la prevención, como a la detección e intervención de los problemas de aprendizaje. El objetivo de un psicopedagogo es que el niño o adolescente desarrolle al máximo su potencial cognitivo, emocional y conductual.
Pistas para identificar si nuestro hijo necesita un psicopedagogo
Como afirma la psicóloga y psicopedagoga, Ana Laura D'agostino, la psicopedagogía es uno de los pilares básicos en los procesos de aprendizaje dentro y fuera del aula. Tanto en el ámbito educativo, se pueden identificar las distintas áreas en las que los niños pueden presentar algún tipo de dificultad. En el ámbito social, le cuesta hacer amigos, trabajar en equipo o mantener buena relación con los compañeros. En el ámbito académico, no sigue el ritmo de la clase, confunde letras al leer, tiene mala caligrafía, problemas con el razonamiento matemático. En el ámbito conductual, no respeta las normas y muestra agresividad. En lo emocional se muestra triste, enfadado, nervioso, excesivamente preocupado...
La psicopedagogía trabaja todos estos aspectos no como un refuerzo de una asignatura concreta, sino de forma transversal a todas ellas y a todos los ámbitos, con el objetivo de comprender donde están las dificultades y dotar a los niños de las herramientas para sortearlas.

Desde la Universidad Europea, donde imparten un Máster en Psicopedagogía, apuntan que estos problemas de aprendizaje no siempre son innatos, como pueden ser los trastornos del neurodesarrollo u otras patologías, sino que, a veces, se deben al entorno y las personas con las que el estudiante se rodea: conflictos familiares, problemas socioeconómicos, discriminación por diferentes motivos, acoso... En cualquier caso, averiguando el motivo que causa el problema, al psicopedagogo le resulta más sencillo ayudar a gestionarlo y solucionarlo.
Así trabaja un psicopedagogo
Para entender mejor cómo estos profesionales detectan y solucionan las dificultades, vamos a resumir su trabajo en tres pasos.
- Investigación: Primero, investiga como el niño adquiere y procesa la información, como resuelve los problemas, si está motivado para adquirir conocimientos y cuál es su desarrollo en el ámbito cognitivo y emocional.
- Evaluación: Después evalúa las dificultades de aprendizaje: detecta problemas de desarrollo, trastornos neurológicos, si tiene dificultades con la lectura, la escritura, las matemáticas, falta de atención, dificultades para retener conceptos
- Intervención y apoyo: Identificadas las dificultades, diseña estrategias de intervención que pueden ser programas de apoyo individualizado, terapia particular, asesoramiento a padres y docentes.
Además, un psicopedagogo siempre tiene en cuenta el bienestar social y emocional del alumno, no sólo se enfoca en el rendimiento académico. En definitiva, la psicopedagogía trabaja con el niño o el adolescente de forma integral y siempre en contacto con el centro educativo y la familia, para trabajar todos en la misma dirección.