No hay nada escrito sobre cuál es la mejor manera de criar y educar a un niño pequeño. Por mucho que leamos, escribamos y nos imaginemos, una vez tenemos al pequeño en brazo, no hay teoría que valga. Solo hay que tirar de instinto y tener presente todo eso que hicieron con nosotros y que no nos gustaría repetir con nuestros pequeños.
¿Quieres encontrar alternativas positivas a esas frases negativas que todos decimos en algún momento y que tan mal hacen al desarrollo de nuestros hijos? Sigue leyendo porque te proponemos un montón de frases alternativas que te costará poco decir.

En la tarea de educar, habrá ciertas situaciones que saquen un poco de quicio a los padres. Situaciones que pongan a prueba su paciencia, como los continuos ‘No’, las rabietas, los insultos o los desafíos que, muchas veces, son protagonistas en el día a día con un niño pequeño. Sin embargo, es muy importante sobrellevarlos y no perder la paciencia si queremos que todo llegue a buen puerto.
Y es que, perder los nervios puede llevarnos a ciertas situaciones que desencadenen en un mal para el desarrollo del niño. Hablamos, por ejemplo, de los gritos, los castigos y también de los refuerzos negativos. Porque, de acuerdo a los expertos, el ‘no’ es muy necesario a la hora de educar, pero no a cualquier precio. Hay algunas situaciones en las que es necesario, pero otras muchas en las que no. Si quieres saber en cuáles, sigue leyendo hasta el final.
¿Qué son los refuerzos positivos?
En palabras de los expertos de la Universitat Carlemany, un refuerzo positivo es “un tipo de recompensa que puede aumentar la probabilidad de repetir un comportamiento deseado y que, por ejemplo, puede tener un gran impacto en el estado de ánimo de una persona”. Mediante ellos, conseguiremos crear una asociación entre cierto comportamiento y lo que pretendemos conseguir si se lleva a cabo.
En el lado contrario encontramos los refuerzos negativos, que son aquellos actos que producen rechazo en la persona que los recibe.
Frases que puedes decir a los niños si se portan mal
Trasladando ambos al campo de las expresiones a la hora de educar, los ‘no’ fuera de contexto, las órdenes o los imperativos serían muestras de refuerzo negativo, mientras que las frases dichas en tono positivo (todas se pueden cambiar de tono negativo a tono positivo), o los halagos hacia nuestros peques, serán refuerzos que estarán fortaleciendo su amor propio y su autoestima, además de conseguir que se sientan queridos por sus padres.
Y es que, hay que recordar que tu forma de dirigirte a tus hijos como madre y como padre creará gran huella en su personalidad y su comportamiento futuros (sea para bien y para mal). Así que, hay que saber cómo potenciar sus buenas conductas y la manera correcta de corregir aquellas malas para que aprenda sin olvidarse del amor que le tenemos sus papás.
Aunque lo primero y más importante es dar ejemplo, a continuación te dejamos una tabla ilustrativa con unas cuantas frases negativas y su alternativa positiva para que cambiéis la forma de hablar y de dirigiros a vuestros peques en casa:

A continuación, te dejamos algunas de las frases que más repiten los padres cuando los niños tienen un comportamiento poco adecuado. Frases que los niños no deberían escuchar. Al lado de cada una encontrarás la alternativa positiva por la que la puedes sustituir:
- En vez de decir ‘eres un pesado’, di ‘cariño, ahora mismo estoy cansado, ¿qué tal si seguimos mañana?’
- Cambia el ‘te estás portando fatal’ por ‘entiendo que esto no te gusta, ¿te apetece esto otro?’
- Deja de decir ‘¿en serio vas a llorar por esa tontería?’ y prueba con ‘es normal sentirse triste en algún momento, a todos nos pasa’
- Cambia el ‘no me preguntes tonterías’ por ‘¿Qué te parece si buscamos juntos la respuesta? ¡Así será más divertido!’
- No digas ‘deberías aprender de tu hermano’. Apuesta por ‘no te preocupes, ya verás como pronto consigues todo lo que te propongas. Tú haces genial esta otra cosa’
- Cambia el ‘qué ganas tengo de que empiece el colegio otra vez y me dejes en paz’ por ‘¿te apetece jugar un ratito a dibujar? ¿Qué tal si esta tarde vamos un rato al parque, pero ahora me dejas descansar?’
- No digas ‘ya está bien, te he dicho que no’; mejor argumenta un ‘entiendo que quieres hacer eso, pero ya hemos hablado antes de que será mejor evitarlo por ahora’