Tienes razón, no es normal que a un niño le den de comer dormido, cuando claramente está diciendo que no quiere comer más. Quizá lo haces porque alguien te lo recomendó, pero no es conveniente.
En estos momentos, tu hijo tiene un peso muy superior a la media. Es cierto que el peso está proporcionado a la talla (también es muy alto), pero eso podría ser también consecuencia de la alimentación excesiva.
Otra consecuencia de llevar varios meses comiendo en exceso es que no tiene nada de hambre. Por lo tanto, conviene hacer una deshabituación gradual en un par de semanas.
Primera semana:
- No le des cereales ni fruta en el biberón. El biberón es solo para la leche.
- Reduce la ingesta de leche. A partir de ahora, y durante la próxima semana, solo le darás cuatro biberones al día de 150 ml (600 ml en total) sin cereales. Si tu hijo quiere más leche, por supuesto, puede tomar toda la leche que quiera. Pero la tiene que pedir, y se la tiene que tomar despierto.Aparte de los 4 biberones de 150 ml, no harás nada para darle más leche o más comida. Tu hijo solo comerá lo que él agarre con la mano y se lleve a la boca, incluyendo otros biberones, si quiere más leche. Puedes ayudarle a sujetarlos, pero tiene que ser él quien pida el biberón y abra la boca con deleite. Si no hace todo eso, es que no quiere biberón, y punto.
- No le des purés y triturados. Ofrécele comida normal y corriente: plátano, pollo, lentejas, arroz con tomate... lo que comas tú. Según la consistencia de cada alimento, puede comerlo tal cual, cortado en trozos o aplastado con el tenedor.
Segunda semana
- Comenzarás a reducir los biberones que le das dormido. Si en todo el día solo toma 400 ml de leche despierto, vale, le puedes dar (de momento) 200 ml más mientras duerme, hasta llegar a los 600 ml. Pero si despierto ya tomó 600 ml, o 950 ml, entonces dormido ya no le puedes dar nada. En cualquier momento empezará a pedir leche, o comida, estando despierto.
