Lo más probable es que el niño expulse el imán con las heces y no pase nada, pero conviene que su madre lo lleve al médico para asegurarse de que no va a provocarle un accidente. Porque un cuerpo metálico en el aparato digestivo puede causar obstrucción intestinal y otros trastornos. El riesgo aumenta cuando el pequeño traga dos imanes o más, en ese caso a veces la fuerza magnética que se crea entre ellos comprime alguna parte del estómago o del intestino causando obstrucción, perforación o infección grave. Si el niño se queja de dolor de tripa o tiene vómitos, habría que llevarle a urgencias.
Ha tragado un imán
El hijo de una amiga ha tragado un imán pequeño. De momento está bien, pero no lo ha expulsado. ¿Podría causarle algún problema?
