La ciencia, siempre al quite para desmontar mitos como estos que niega Lucía Mi Pediatra en uno de sus últimos libros y falsas verdades universales, ha demostrado que extirpar las amígdalas a los niños y niñas no hará que cojan peso. No, las amígdalas no tienen que ver con engordar o no en la infancia.
Así lo demuestra un ensayo clínico publicado en la revista ‘Sleep Medicine’: ‘Adenoamigdalectomía para ronquidos y apnea del sueño leve en niños: ensayo clínico aleatorizado’ es el nombre completo de este estudio que ha analizado si la adenoamigdalectomía, nombre médico de la extirpación de las amígdalas, es un factor de riesgo para el aumento de peso en los niños.
Al hilo de esta pieza, aquí te contamos todo lo que debes saber acerca de la amigdalitis aguda en niños.

Estudio realizado en 458 niñosxx
El ensayo clínico que refuta la creencia extendida de que la extirpación de las amígdalas en niños, causantes de las amigdalitis en la infancia, provocan un aumento de peso no deseado en la infancia se realizó con datos de 458 niños con trastornos respiratorios leves del sueño.
Estos fueron distribuidos de manera aleatoria en dos grupos en función de si se habían sometido a la adenoamigdalectomía o estaban “en espera vigilante con cuidados de apoyo”.
La conclusión del ensayo clínico es que la extirpación de las amígdalas no produjo una mejora significativa, pero sí mejoras secundarias como la reducción de síntomas o la mejora de la calidad de vida. Pero lo más importante es que descartó que sea un factor de riesgo esta operación relacionado con engordar.

Esta creencia, explica Erin Kirkham, doctora en Medicina, especialista en Salud Pública y otorrinolaringóloga pediátrica del Hospital Infantil C.S. Mott de la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan (Estados Unidos), coautora del estudio, estaba basada “en estudios iniciales con pocos datos de control”.
La experta señala que la ciencia sí ha demostrado que “los niños con sobrepeso tienden a ganar más peso con el tiempo, independientemente de si se han sometido o no a cirugía para la apnea del sueño”. Además, agrega que “los niños obesos tienen más probabilidades que los demás desarrollar síntomas”.
Por otro lado, Erin Kirkham puntualiza que los niños y niñas delgados, que no tienen sobrepeso, pero sí trastornos respiratorios del sueño, sí “pueden experimentar un aumento de peso deseado tras la adenoamigdalectomía", concluye.

¿En qué consiste la amigdalectomía?
En su guía de práctica clínica, la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (Sepeap) indica que la amigdalectomía (extirpación de las amígdalas) es una de las intervenciones quirúrgicas más frecuentes en EE.UU., con unas 289.000 intervenciones cada año en niños menores de 15 años.
A grandes rasgos, la guía expone que las amígdalas son especialmente activas hasta los 10 años, de ahí que den más problemas de salud en la infancia. “Localizados en la unión de la cavidad oral y orofaríngea, que están estratégicamente localizadas para servir como órganos linfoides que inician la respuesta inmune contra los antígenos que entran en el organismo a través de la boca y nariz”, indica la citada guía médica.
Cuando se producen varias amigdalitis recurrentes, explica la guía, “se altera la respuesta inmune y los linfocitos de las amígdalas pueden llegar a estar desbordados”, de manera que “son incapaces de responder de forma adecuada a los antígenos”.
Es en este contexto en el que se considera una “ventaja terapéutica” su extirpación, ya que “no son capaces de realizar su función local de protección ni reforzar adecuadamente el sistema inmune de la vía respiratoria superior”.