Hay a quien el sushi simplemente le apasiona, en todas sus formas, versiones, variedades, colores y sabores. De salmón, de atún, de langostino, de tortilla francesa… o incluso, simplemente, con un poco de arroz y de alga nori. En ocasiones, de hecho, no es necesario más, en particular si ha sido correcta y debidamente elaborado.
Pero si te apasiona esta peculiar y característica comida japonesa, tanto como a nosotros, y ahora estás embarazada, es normal que te hagas la siguiente pregunta: ¿se trata de una opción adecuada, y saludable, durante la gestación? ¿Qué opciones pueden ser cien por cien seguras, y cuáles no tanto?. Lo cierto es que, a fin de cuentas, lo mismo ocurre no solo con el sushi y con sus distintas variedades, sino también con el pescado crudo en general.
¿Es el sushi adecuado durante el embarazo? ¿Qué tipos sí estarían recomendados?
Durante el embarazo, se producen muchos cambios en el sistema inmunitario de la futura mamá, de manera que su organismo simplemente tiende a ser mucho más susceptible a la infección. Es decir, al tener un sistema inmunitario debilitado, las embarazadas son más susceptibles a las bacterias y a los parásitos, los cuales pueden estas presentes en el pescado crudo, en especial cuando no se maneja adecuadamente.
Esto puede aumentar el riesgo de muerte fetal, aborto espontáneo, infección uterina o parto prematuro. Además, no debemos olvidarnos que el bebé es especialmente vulnerable a la exposición al mercurio, por lo que en cantidades incluso no muy elevadas puede ocasionar problemas neurológicos, como consecuencia de la presencia de metilmercurio, el cual tiene efectos tóxicos en el sistema nervioso durante el desarrollo fetal.
Por tanto, cualquier sushi con marisco, pescado crudo o poco cocido está simplemente prohibido durante el embarazo, dado que puede exponerte a infecciones bacterianas o cualquier otro parásito dañino, y al bebé en desarrollo al mercurio.
Esto es debido a que es más probable que el pescado crudo o poco cocinado contenga parásitos y bacterias, entre los que se encuentra la listeria, que pueden ocasionar infecciones y enfermedades transmitidas a partir de los alimentos, y acabar dañando de forma potencial al bebé en crecimiento.
En el caso particular de la listeria, se trata de una bacteria causante de la listeriosis, un tipo de intoxicación alimentaria que puede representar un grave riesgo para la salud de la embarazada y del bebé. Y, dado que el sistema inmunitario se encuentra más debilitado durante la gestación, las mujeres embarazadas presentan un riesgo mucho mayor de contraer listeriosis.

Pero es necesario recordar que la listeria no solo se encuentra en el pescado crudo. También en alimentos como la leche no pasteurizada, perros calientes, fiambres y embutidos o carnes mal cocinadas.
En el pasado, la cuestión de si comer sushi durante la gestación era o no seguro ha suscitado opiniones verdaderamente diferentes, de manera que algunos especialistas continúan considerando que consumir pescado crudo en establecimientos acreditados sí supone un riesgo más bien bajo. Sin embargo, la mayoría de los médicos, así como las propias pautas oficiales, alientan a las embarazadas a evitar el sushi crudo. Aún cuando la calidad del restaurante asegure y garantice un manejo adecuado del pescado, puesto que no puede garantizar que sea seguro a la hora de consumirlo.
No obstante, si te apasiona -y te gusta- el sushi muchísimo, puedes estar tranquila, ya que estas recomendaciones no significan que necesariamente todo el sushi deba estar fuera de la mesa. Añadir cierta cantidad de pescado a la dieta durante el embarazo es realmente saludable, gracias a su riqueza en ácidos grasos omega 3, y sea un pescado -en definitiva- bajo en mercurio. Por tanto, la clave está en sustituir el pescado crudo típico del sushi por pescado adecuadamente cocinado.
También otras variedades de deliciosos rollos de sushi, como por ejemplo las variedades maki elaboradas con alga nori, arroz, algún vegetal (como el aguacate), y marisco cocinado. Por ello, los rollos vegetarianos o veganos son ideales durante la gestación, ya que suelen contener pepino, aguacate y setas.
¿Y qué ocurre con el salmón ahumado?
Aunque es cierto que el salmón debidamente cocinado se convierte en una fuente excelente de grasas saludables (en especial ácidos grasos omega 3), no ocurre lo mismo con otras formas de salmón, como por ejemplo podría ser el caso del salmón ahumado.
El motivo es que el ahumado es un proceso culinario que tampoco asegura la eliminación completa de la Listeria. Por lo que, lo más adecuado, es igualmente sustituir el salmón ahumado por el salmón cocinado a temperaturas correctas.
¿Cómo hacer sushi en casa apto para el embarazo?

Ingredientes:
- 300 g de arroz de sushi
- 2 cucharadas de vinagre de arroz
- 1 cucharadita de azúcar glas
- 600 ml de agua
- 1 aguacate grande
- Palitos de surimi al gusto
- 4 hojas de alga nori
- 1 manojo de cebollino
- Salsa de soja dulce
Preparación:
- Pon el arroz en una cacerola al fuego con 600 ml de agua. Lleva a ebullición, y deja que se cocine durante 10 minutos, hasta que el agua sea absorbida por completo y el arroz esté perfectamente tierno. Revuelve con el vinagre de arroz, el azúcar glas, cubre y deja que se enfríe.
- Parte el aguacate por la mitad, retira la pipa que encontrarás en su interior, pélalo y córtalo. Coloca los trozos en un tazón y exprime por encima el jugo de limón, girando el aguacate bien; de esta forma te asegurarás que todas las piezas están bien cubiertas.
- Divide el arroz entre las hojas de alga nori, y extiéndelo de manera uniforme, pero dejando un borde de 1 centímetro en la parte tanto superior como inferior. Coloca los palitos de surimi sobre el arroz, seguido de las cebolletas y finalmente coloca el aguacate en el centro.
- Dobla el borde inferior de las algas sobre el relleno, y enróllalo firmemente. Humedece el borde superior con un poco de agua, para ayudarte a sellar el rollo, y repite hasta hacer 4 rollos.
- Finalmente, con la ayuda de un cuchillo de sierra, corta cada rollo en un total de 8 rondas. Sirve con salsa de soja dulce para mojar. Y a disfrutar.