La OCU advierte sobre el bulo de WhatsApp del aceite de oliva
La Organización de Consumidores y Usuarios advierte sobre que los datos de su informe de aceites de oliva de 2012 está siendo manipulado y asegura que si recibimos un mensaje de WhatsApp que asegura que el "aceite de oliva lampante es tóxico" no hagamos caso.
El mensaje de WhatsApp que circula sobre el aceite de oliva contiene afirmaciones como “estamos vivos de milagro” lo cual es exagerado e incierto. En el texto se asegura que los aceites que se llaman lampantes son industriales y, por tanto, no comestibles, lo que supondría un perjuicio tremendo para nuestra salud y la de los pequeños que lo consumieran. La realidad es otra.
El aceite de oliva virgen lampante es aceite virgen muy defectuoso y, por tanto, no se puede consumir directamente como los demás aceites vírgenes. Hoy en día este aceite se refina obteniendo aceite de oliva refinado, no comercializable tal cual por su ausencia de sabor y color pero que mezclado con aceite de oliva virgen o virgen extra (al 10%-20%) pasa a ser comercializable y apto para el consumo salvo que cambia su denominación al genérico “aceite de oliva”, obviando el apellido de los aceites Virgen y Virgen Extra, tan ricos y sabrosos tomados en crudo ya sea en una ensalada o en una tostada.
Es decir, este aceite procede, al igual que el aceite virgen y el extra, únicamente de aceitunas pero la diferencia es que estas suelen ser de baja calidad. Por ejemplo, las aceitunas que ya han caído del árbol, aquellas que se encuentran picadas o han sufrido heladas son aquellas que se destinan a la producción de este aceite. La diferencia radica que para su comercialización deberá pasar por unos procesos térmicos, físicos y químicos de refinería que no se realizan en los aceites de oliva vírgenes ni vírgenes extra. Punto.
En una nota en su web la OCU advierte que si bien la mayoría de medios que se hicieron eco del estudio utilizaron los datos con certeza y validez, otros manipularon el análisis y lo alteraron a su antojo llenando los textos de exclamaciones y mensajes alarmistas.
En esta misma nota advierte que dicho estudio es del año 2012 y que por eso debemos tener cuidado al interpretar los resultados, ya que puede que estos hayan cambiado. De hecho aseguran que su análisis sirvió para que algunas marcas tomaran medidas y retomaran la norma que rige para los aceites.
Además la Organización de Consumidores y Usuarios asegura que siempre que se vea una información firmada por OCU debemos tener en cuenta varios aspectos como el hecho de que sus informaciones solo se publican a través de su revista impresa, su web y después por los canales oficiales de sus redes sociales. También instan a la gente a fijarse en el tono del artículo, ya que ellos mismos nunca utilizan tono alarmante para avalar sus informaciones y, como conclusión relacionada con el bulo del aceite de oliva, la OCU afirma:
“En ningún momento dijimos en nuestro estudio de aceite de oliva de 2012 que hubiese aceites tóxicos o peligrosos, sino que no cumplían con la norma.
Cuidado con las informaciones engañosas que utilizan a OCU como reclamo y que nada tienen que ver con nosotros.”