Teniendo las trompas de falopio ligadas es casi imposible que quedarse embarazada de forma espontánea. En esas condiciones solo una de cada mil mujeres lo consigue, pero la buena noticia es que la medicina puede ayudar.
Mediante este método, se consigue esterilizar a la mujer porque interrumpe el conducto que llega desde los ovarios hasta el útero. La ligadura de trompas consiste en tapar el conducto de las trompas, de manera que el óvulo no baje al útero y los espermatozoides no lleguen al óvulo. Hay diferentes técnicas para realizarla, pero todas consisten en cortar las trompas por la zona estrecha, retirar el segmento externo de estas, sin dañar los ovarios que siguen funcionando, y ocluir los extremos para que no se reparen solos con la cicatrización.
Es necesario poner en conocimiento de la madre que, tras la operación, las posibilidades de quedarse embarazada por medio natural son prácticamente imposibles, sobre todo sin realizar una operación para revertir el proceso, que tendría buenos resultados si la mujer es menor de 40 años, pero no asegura el embarazo.
Volver a hacer permeables las trompas
Aunque las trompas pueden volver a hacerse permeables mediante cirugía, en la actualidad los ginecólogos recomiendan este método en muy pocos casos, porque los resultados no son demasiado buenos y además existe un riesgo elevado de que el embarazo, si se consigue, no se implante en el útero, sino en la misma trompa, lo se conoce como embarazo ectópico.
Esta cirugía requiere de una microcirugía de trompas, un procedimiento sofisticado que tiene un 70% de probabilidades de éxito. Para que sea efectiva es necesario cierto procedimiento: la ligadura no puede haber deteriorado las terminaciones más próximas a los ovarios, la parte distal de las trompas de Falopio, y su longitud deber ser como mínimo de 4 centímetros para que funcione correctamente. Sin embargo, si se ha extirpado totalmente la trompa o una buena parte de ella, la reversión es totalmente imposible.
Fecundación in vitro
En los últimos años en estos casos se recurre a fecundación in vitro, que es más eficaz. El porcentaje de éxitos depende de la edad de la madre, porque a medida que la mujer va cumpliendo años tiene menos folículos y los ovocitos que estos contienen son de peor calidad. Si eres joven, y tus óvulos todavía tienen calidad, puedes optar a una fecundacion in vitro con óvulos propios, que consiste en fecundarlos con el semen de la pareja de manera artificial, para luego implantarlos en el útero receptor. La ligadura de trompas no influiría en este proceso, dado que el mayor riesgo en estos casos es la de un embarazo extrauterino, pero al ya estar implantado no habría posibilidad de que se implantase en otro lugar.
A partir de los 35 años se suele utilizar la fecundación in vitro con ovocitos de donante. Aunque será en el centro de reproducción asistida donde te dirán cuál es la técnica más indicada en tu caso.
La ligadura de trompas es una decisión que debe ser muy meditada, consensuada y analizar bien lo que supone a corto plazo y también a largo, ya que sin el algún momento cambiamos de opinión el proceso es complejo, no siempre hay garantías de éxito y es irreversible.