“El favoritismo por uno de los hijos es normal, natural y puede ocurrir”. Así de tajante sonaba la especialista en educación Tania García cuando le preguntábamos si los padres pueden tener, de manera inconsciente, un trato desigual hacia sus diferentes hijos. Ella aludía a la ciencia al afirmar que los padres pueden tener un hijo favorito en función de lo parecidos que sean a nosotros en cuanto a personalidad, gustos o lo que deseen estudiar. Y, efectivamente, esto es así.

Un estudio llevado a cabo hace algunos años por la Universidad de California-Davis y dirigido por la socióloga Katherine Conger llegó a la conclusión de que el 70% de las madres y el 74% de los padres tienen un hijo favorito. Esta conclusión es resultado de analizar a 384 familias en las que no había divorciado y con una media de dos hijos nacidos con cuatro años de diferencia entre ellos.
En este caso, ninguno de los dos progenitores especificó cuál de los dos hijos era el favorito. Aunque, de acuerdo a los investigadores, se estima que en la mayoría de casos era el primero de ellos el preferido por los padres, aunque con respecto a esto hay controversia.
Sin embargo, parece que esto queda en la intimidad de cada uno porque, de acuerdo a datos de una encuesta más reciente realizada por YouGov aseguraba que solo uno de cada 10 padres admitía tener un hijo favorito.
Preferencia por el hermano menor
Tania García aseguraba que el ‘favoritismo’ iba en línea con las similitudes que los padres encontraban en cada uno de sus hijos, pero la encuesta citada asegura que un alto porcentaje siente predilección por el hermano menor: “El 62% de los padres con dos hijos que admiten tener un favorito se decantan por más pequeño”. En el caso de las familias con más o tres hijos, la predilección sigue cayendo en el último (así lo afirma el 43%), el 34%, mientras tanto, prefiere el del medio y solo un 19% al mayor de los hermanos.
“Es más probable que los niños más pequeños hayan sido criados por un padre que, con el tiempo y la experiencia, tenga más confianza y habilidad en la crianza de sus hijos”, aseguraba Vijayeti Sinh, psicóloga clínica en el hospital Mount Sinai de Nueva York a la BBC.
¿Sientes que tus padres os tratan diferente a tu hermano y a ti?
“Aunque tenemos que comprender que el favoritismo es algo que puede darse, tenemos que estar atentos para que no suponga un problema a la hora de acompañar a las relaciones entre hermanos y hermanas”, nos aseguraba en la misma entrevista Tania García. Lo que venía a decir es que es importante que no influencie a la hora de acompañar a nuestros hijos y a la hora de demostrarlo: “Ellos no deben saber que tenemos favorito, puesto que esto tiene impacto directo en su relación, en nuestra relación con ellos y también en su propia autoestima”, explicaba.
Sin embargo, los datos arrojados, tanto por el estudio como por la encuesta demuestran que los hijos, a menudo, sí se dan cuenta del trato diferente. “La mitad de los hijos dice que sus padres preferían al hermano menor, una cuarta parte afirman que prefieren al mayor y un quinto al hijo del medio”, coincidiendo, efectivamente, con los porcentajes de los padres.
En el caso del estudio, el hijo mayor solía percibir que sus padres valoraban más sus logros que los de su hermano menor.
Eso sí, es cierto que otras investigaciones anteriores han demostrado que los niños suelen identificar erróneamente quién es el favorito de sus padres.
“Si el niño percibe que son tratados injustamente con respecto a sus hermanos pueden experimentar una profunda sensación de no ser merecedores del aprecio”, argumenta Sinh, en la misma línea que García. “Sentirse la oveja negra de la familia puede generar miedos e inseguridades: los niños pueden volverse autoprotectores y tratar de ser demasiado amables y agradables con los demás”, sostiene.
No puedes confundir tener un favorito con sentir menos amor
No tiene nada que ver el favoritismo, algo que es inevitable porque no podemos no sentir lo que sentimos, con sentir más amor por uno de tus hijos.
Jessica Griffin, profesora asociada de psiquiatría y pediatra en la Universidad de Massachusetts, Estados Unidos, aseguraba a BBC que los padres que descubren y asimilan que tienen un hijo favorito suelen ver afectada su salud mental, así que a todos ellos les pide hablar con un pediatra o un psicólogo para que les ayude a gestionar esto. “Habrá días en los que prefieras estar más cerca de uno que de otro, por diferentes razones pero lo importante es recordar que tener un hijo favorito no significa que ames menos a tus otros hijos”, afirmaba.