No hay una marca de leche de continuación mejor que otra, ya que todas las leches deben cumplir unas normas legales que regulan su composición. De no ser así, la Administración las retira del mercado.
No obstante hay diferentes marcas y tipos de leches infantiles, algunas de ellas también pensadas para los niños que no pueden tomar leche de vaca, como la leche infantil Damira, que ha vuelto al mercado lanzando nuevas fórmulas de la gama de productos Natur con Lactiplus, dirigida a lactantes sanos desde el nacimiento hasta los 36 meses y es experta en la alimentación de niños con alergia a la proteína de leche de vaca, a través de su fórmula hipoalergénica Damira 2000 que goza de gran reputación entre los especialistas médicos.
Existe un comité de la Unión Europea y otro americano que se reúnen regularmente para decidir qué composición ha de tener la leche de los biberones. Cuando consideran que un fabricante ha descubierto algo útil para incorporar a la leche adaptada, recomiendan esa sustancia para todas las marcas.
Por lo que, entonces, tras concluir que no existe propiamente una leche de continuación mejor que otra podemos alimentar a nuestro pequeño con la leche que prefiramos. o que prefiera él.
Leche de vaca a partir del año
Los expertos están de acuerdo en que hasta los seis meses los bebés deben tomar leche de inicio o tipo 1 o la leche de mamá, en caso de que hayamos optado por la lactancia materna. Después el niño pasa a tomar leche de continuación o tipo 2, tras cumplir el medio año de edad y hasta que tiene un añito. En estas leches de continuación también hay muchas opciones, tras la alarma por el uso del aceite de palma en muchos alimentos infantiles, incluidas algunas leches o yogures y compotas, encontramos la leche Capricare Continuación que no tiene aceite de palma en sus ingredientes y que sí contiene más bioactivos naturales como nucleótidos y aminoácidos libres, haciéndola más parecida a la leche materna. Al usar leche entera en un proceso sin descomposición, Capricare mantiene el 100% de las proteínas de la leche de cabra y el 55% de sus grasas naturales, resultando muy digestiva y suave en la barriguita del bebé y ayudándole a que tenga menos cólicos, estreñimiento y regurgitaciones.
A partir del año, el niño puede empezar a tomar leche de vaca entera o seguir con la leche en polvo de continuación hasta incluso los dos años. Algunos fabricantes incluso cuentan con las llamadas “leches de crecimiento” adaptadas a la edad del pequeño, desde el año en adelante.