El sueño de los bebés es un tema recurrente en las conversaciones y reflexiones de papás y mamás con niños y niñas pequeños. Las comparaciones entre cómo duermen unos y otros son inevitables: cuántas veces se despiertan cada noche, si tienen pesadillas o terrores nocturnos, si se duermen solos o en brazos o cuánto tardan en dormirse son algunos temas de conversación. También los trucos para dormirlos, que van desde meterlos en el coche y darles vueltas hasta que caigan a ponerles música relajante. Hay quien dice que ha descubierto, de hecho, música para dormir al bebé en un minuto. ¿Esto es real, existe una solución así?
La respuesta es obvia: no. Si esa música capaz de dormir a bebés en un minuto existiera habría batido el récord de escuchas en Spotify de Shakira y Bizzarap. Lo que tarda en dormirse un bebé no depende de una música en concreto, que puede ayudar, como luego matizaremos, sino de factores varios.

Por ejemplo, si ha dormido siesta y de a qué hora, si llevamos una rutina de horarios y hábitos estable, si favorecemos un entorno proclive al descanso y la relajación, o si el niño o niña en cuestión tiene más o menos facilidad para dormirse, entre otros.
La suma de estos y otros factores, que no afectan tampoco por igual en todos los peques, es la que determina lo que puede tardar un bebé en dormirse habitualmente. Así que no, la música para dormir a un bebé en un minuto no existe: si cae en ese tiempo, seguramente no sea por la música.
La música ayuda
Lo que sí es cierto, según la ciencia, es que la música relajante y los ruidos blancos pueden ayudar a conciliar el sueño a los bebés.
Esto no es algo que se sepa desde hace dos días. Ya en 1990 se publicó un estudio científico en Reino Unido que investigó a 40 bebés con dificultades para dormir. El 80% de ellos se dormía en cinco minutos cuando escuchaban el ruido blanco.
También hace muchos años que algunos especialistas hacen referencia al ‘efecto Mozart’ para dormir a los bebés con música clásica, y otro estudio científico del Beth Israel Medical Center de Nueva York publicado en la revista Pediatrics asegura las nanas, la música que toda la vida se ha asociado al sueño en los bebés, tienen un ritmo ternario, ideal para que se duerman rápido los más pequeños.

Otros estudios, como el publicado por el Centro RIKEN de Saitama, especializado en la ciencia del cerebro, aseguran que los bebés se duermen más rápido si los sostenemos en brazos y no hacemos movimientos bruscos en al menos cinco minutos.
Según esta investigación liderada por el doctor Kumi Kuroda publicada en la revista científica Current Biology, con ese tiempo sería suficiente si seguimos ese hábito. El tiempo aumenta a ocho minutos si repetimos el modus operandi pero sentados en vez de estando de pie con el bebé en brazos.