Cómo limpiar los ojos a un bebé

Es importante mantener limpios los ojos del bebé. Es suficiente con pasar cuidadosamente por los párpados un trocito de algodón o una gasa empapados en agua (sin jabón), sin friccionar. Después se seca el ojo con un gasita, dando pequeños toques. Se deben usar gasas y algodones diferentes para cada ojo. En este vídeo, Mayte González, especialista infantil en Fun&Fit, nos da más detalles.
bebé ojos azules

Se deben usar gasas y algodones diferentes para cada ojo. En este vídeo, Mayte González, especialista infantil en Fun&Fit, nos da más detalles.

En este artículo, apoyado en este video que acabas de ver, te vamos a dar una serie de recomendaciones para que hagas esta delicada y rutinaria tarea con tu bebé y, así, de una forma tranquila y con confianza, limpiarle bien los ojos de restos de legañas y mucosidad que suelen tener cuando son tan pequeños y no solo debido a resfriados. 

Una limpieza que es bueno hacerlo dos veces al día, la primera al despertarse por la mañana y la segunda tras el baño ya que es un gesto fundamental para su salud. No requiere productos especiales o caros ni tampoco habilidad alguna, tan sólo delicadeza, determinación y mucha higiene.

Madre limpiando los ojos de su bebé

Lo primero de todo es tener confianza y nada de miedo para hacerlo con delicadeza, es una parte muy sensible además si el bebé es muy pequeño, pero con determinación. Si llora es normal pero no debemos agobiarlo ni dejarlo estar por el hecho de que llore ya que si no, nunca le limpiaremos bien los ojos. 

Y como dice el video nunca se deben limpiar los ojos de tu bebé con los dedos, pañuelos de tela o cualquier otro objeto que no esté estéril. Y usamos un algodón o disco por ojo, no el mismo para los dos. 

Pero, antes de nada, es conveniente lavarse bien las manos previamente con agua y jabón (no con alcohol ya que vamos a tocar los ojos y podría ser un riesgo).

La limpieza se hará siempre en medio húmedo (gasas o toallitas húmedas), nunca en seco y jamás debemos intentar separar los párpados que puedan estar pegados por las legañas sin humedecerlos antes. Y es que le podríamos hacer daño al niño. 

Lo mejor para humedecer la zona es el suero fisiológico y mejor en monodosis y nada de remedios caseros como las infusiones de manzanilla. 

Y para limpiar los ojos pondremos al niño preferentemente acostado boca arriba. Le inclinamos la cabeza ligeramente hacia fuera del lado de ojo que estemos limpiando con el objetivo de que evitemos que el suero de un ojo contacte con el otro y que una hipotética conjuntivitis se pudiera transmitir de un ojo a otro. 

En el caso de que las legañas vayan a más y no desaparezcan y además sean persistentes o muy abundantes con el tiempo y adopten un color entre blanquecino, verde o amarillenta, en ese caso mejor consultar con el pediatra. Y es que llegados a este punto es muy posible que el bebé tenga una obstrucción de la vía lagrimal (es muy frecuente y hasta el 20% de los recién nacidos la padecen) a la que haya que poner remedio. Pero, no te preocupes, este tipo de obstrucciones no es algo grave y suelen resolverse solas al cabo de un año pero es preferible que su oftalmólogo le indique qué hacer en estos casos para que no vaya a peor como es lógico con niños tan pequeños. 

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