Favorecer la autonomía del niño le ayuda a desarrollar su conocimiento, su personalidad y le ayuda a crecer. Hacerlo de la forma correcta es primordial para no criar niños bebés que no sepan hacer nada con dos, tres y cuatro años.
Es necesario que abandonen la etapa de bebé a través del conocimiento y el aprendizaje. En ello la autonomía juega un papel muy importante. Enseñándoles esto, aprenderán a dejarnos de ver como sus proveedores y, además, adquirirán el conocimiento de ayudarnos a todo lo que puedan sin protestar cuando se lo indiquemos.
La ayuda en las tareas del hogar será muy buena para potenciar su desarrollo de las capacidades motoras, psicomotrices y sensoriales. Por supuesto, hacerles ver que su ayuda es muy importante es primordial para poder llegar al objetivo, así les hará sentir muy importantes y realizados.
Eso sí, tendremos que tener siempre presente que no es bueno obligarles a hacer algo, si no invitarles a hacerlo. Para que no lo vean como una obligación podemos hacer las tareas divertidas: jugando, cantando o, incluso, bailando.
Todas las tareas del hogar no conllevan la misma responsabilidad y grado de dificultad, por lo que no podrán hacer todas a la misma edad. En eso, la pedagogía Montessori nos vuelve a inspirar con una tabla que divide las tareas del hogar según la edad de los niños.
Según la Doctora Montessori los niños aman el orden y la disciplina, cosa que les conduce a una obediencia activa, pero nunca sumisa. Después de observar el comportamiento de los niños en las aulas durante más de cincuenta años, llegó a la conclusión que el mejor método para ayudarles con su desarrollo es la estimulación.
No enseñaremos los mismos quehaceres a un niño de dos años que a uno de siete (la diferencia de desarrollo intelectual y físico es abismal). Por ello, como venimos diciendo, es muy importantes saber qué pueden hacer según qué edad tengan. Para ello, te ayudamos: hemos dividido por edades y responsabilidades las tareas del hogar para que sepas qué puede hacer tu pequeño a medida que vaya creciendo.
Responsabilidades con dos y tres años
No es lo mismo inculcarles responsabilidades que invitarles a que nos ayuden con las tareas del hogar. Durante los dos y los tres años, deberán recoger sus juguetes solos y poner los libros en su sitio.
¿En qué nos pueden ayudar con dos y tres años?
Podremos empezar a enseñarles cómo se doblan los trapos, cómo se pone la mesa o invitarles a que vengan con nosotros a por los pañales y las toallitas.
Será su responsabilidad a los cuatro y cinco años…
Hacer la cama, vestirse y asearse solito (aunque le ayudemos a elegir su ropa y se la pongamos a su altura para que pueda alcanzarla sin dificultad), ayudar a recoger los platos o recoger su habitación.
Además, con cuatro y cinco años podrán ayudarnos a…
Limpiar los derrames, regar las plantas, preparar aperitivos sencillos o ayudarnos a limpiar los pomos de la puerta.
Con seis y siete años pueden adquirir más responsabilidades
Entre ellas, están recoger la basura, vaciar el lavavajillas o cambiar el rollo del papel de WC. A esta edad ya tienen más conocimiento sobre todas las cosas y podrán realizar las tareas con más sentimiento de responsabilidad.
Con seis y siete años podremos invitarles a que nos ayuden a…
Hacer una ensalada, a cortar patatas y zanahorias (siempre bajo nuestro control), a pasar la mopa o doblar calcetines.
Responsabilidades con ocho y nueve años
A esta edad ya tienen más fuerza y, por tanto, podrán llevar a cabo actividades con cierto nivel de dificultad. Entre ellas, limpiar la mesa, ayudar a cargar el lavavajillas, limpiar el polvo o ayudar a recoger la compra.
Además, con ocho y nueve años nos pueden ayudar a más cosas:
Entre ellas, poner la lavadora, colgar la ropa limpia, sacar al perro o barrer el porche.
¿Qué responsabilidades tienen con diez y once años?
Recoger el correo, limpiar la encimera, barrer el garaje y ayudarnos a limpiar los baños.
Además, podrán ayudarnos en otras tareas:
Preparar comidas simples (así podemos empezar a desarrollar su gusto y sentido culinario), ayudarnos con tareas de costura fácil o cortar el césped.
A los doce años sus responsabilidades se dificultan y aumentan
Con 12 años ya tienen conocimiento pleno sobre todo. Saben qué pueden y qué no pueden hacer. Además, conocen perfectamente hasta dónde son capaces de llegar. Por eso, las responsabilidades serán un poco mayores: supervisar a sus hermanos menores, fregar el suelo, ir a hacer la compra con ayuda de una lista o cocinar una comida completa en caso de que fuese necesario.
Por supuesto, las tareas en las que nos pueden ayudar también se dificultan:
Cambiar bombillas del techo, aspirar y lavar el coche, hacer reparaciones simples en casa o planchar la ropa (con cuidado de que no se lastimen).
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