¿Quemar incienso durante el embarazo es adecuado?
Hoy en día el uso del incienso va más allá de tener un mero fin espiritual o religioso, hasta convertirse en una opción común cuando queremos proporcionar un aroma diferente a nuestra casa. Sin embargo, muchos expertos advierten que puede no ser una opción muy segura durante la gestación.
El incienso posee muchas formas, aunque, en la definición más simple, consiste básicamente en cualquier material, de origen vegetal, que se quema por sus cualidades aromáticas. Los conos de pequeño tamaño o los palitos de agarbatti populares de la India son algunos de los ejemplos más típicos.
Aunque es cierto que el acto de quemar inciensos ha sido un ritual importante desde la antigüedad, contando con una larga historia de uso en rituales, ceremonias y una amplia variedad de ocasiones tanto religiosas como espirituales, hoy en día es común su utilización en muchas casas únicamente por aroma que proporciona quemarlos.
No obstante, si en algún momento has utilizado y quemado algún incienso, es muy probable que ya sepas que el aroma lo desprende el humo cuando se quema. Aunque es normal no plantearse si este humo puede ser o no un problema, con la llegada del embarazo es común que la futura mamá se pregunte hasta qué punto puede ser o no adecuado.
El incienso podría no ser seguro durante el embarazo
Por lo general, se necesitan entre 15 a 30 minutos para quemar una barra o palito de incienso, aunque es evidente que este tiempo dependerá del tamaño del incienso en sí.
Sea como fuere, durante este tiempo la barra o palito de incienso emite humo que contiene partículas, monóxido de carbono, dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno y compuestos orgánicos volátiles, como podría ser el caso de los xilenos, tolueno y benceno, los cuales son potencialmente dañinos para la salud.
En este sentido, algunos estudios científicos han indagado acerca de la relación existente entre la exposición directa a la quema de incienso y sus efectos en la salud tanto de los adultos como de los niños en edad escolar y preescolar.
Y, hasta el momento, esos estudios han encontrado que la quema regular de incienso en el hogar se ha relacionado con un aumento en la probabilidad de sufrir problemas respiratorios y alergias, además de otros problemas de salud.
En el caso del embarazo, por ejemplo, en el año 2016 fue publicado un estudio que mostró que la quema de incienso durante la gestación podría estar asociado con un tamaño de la cabeza más pequeño en el bebé en el momento del nacimiento, así como un peso más bajo al nacer.
Otros estudios han relacionado el uso frecuente de incienso con el cáncer en el tracto respiratorio. De ahí que muchos expertos coincidan en señalar en que el uso del incienso durante el embarazo no es seguro.

Posibles efectos para la salud de quemar incienso en el embarazo
No obstante, es necesario tener en cuenta algo fundamental: para que el riesgo de cáncer pudiera realmente aumentar al quemar incienso, este debería ser quemado con muchísima frecuencia; y, además, el humo debería inhalarse.
Esto significa que, para que el incienso pudiera ser peligroso durante la gestación, la embarazada tendría que quemar una barrita al menos una vez al día, y permanecer lo suficientemente cerca de él como para respirar su humo. En cualquier caso, el riesgo aumenta cuando el incienso se quema en una habitación cerrada, o en el interior de una casa con poca o nula ventilación.
Más vale prevenir
Por tanto, aunque es cierto que no está del todo claro hasta qué punto el incienso podría afectar al desarrollo normal del embarazo, sobre todo porque faltan estudios científicos que puedan continuar mostrando sus efectos en la salud tanto del bebé como de la futura mamá, es mucho mejor prevenir riesgos innecesarios.
Aún cuando quemar un incienso ocasionar no tiene por qué suponer un riesgo, es mucho mejor evitarlo durante toda la gestación, ya que no existen evidencias que indiquen específicamente que esta práctica sí sea segura durante el embarazo.
En su lugar, por ejemplo, puedes optar por una vela perfumada, especialmente en aquellos momentos en los que tienes la tentación de quemar tu incienso favorito, y sobre todo en los instantes en los que deseas llenar la casa con un olor agradable.
Eso sí, también es conveniente tener especial cuidado con los aceites y plantas perfumadas, dado que algunos de ellos también podrían acabar siendo peligrosos. ¿Lo mejor? Preguntar al médico antes de usarlos.