Si estás decidida a adentrarte en la aventura de ser mamá, necesitas tener un estilo de vida saludable y hacer una buena planificación. Tanto si eres una madre primeriza como si ya formas parte del grupo de experimentadas, es imprescindible prepararse para el proceso que viene mentalmente y físicamente. Tener unos buenos hábitos es imperativo y, en este sentido, son el deporte y la alimentación los factores que más van a ayudarte, no solo a la hora de planificar el embarazo, sino también durante el embarazo para que ayude a que el bebé nazca sano y tú te puedas recuperar con mayor facilidad.
La práctica de ejercicio es, salvo prescripción médica, muy recomendable en esta etapa porque te mantiene activa y te ayuda a liberar el estrés que muchas veces aparece por la inevitable presión que puede surgir durante esta etapa. Practicar senderismo, hacer yoga, salir a correr... cualquier opción puede ser favorable si te supone un desafío. Marcarte retos por alcanzar te ayudará a estar despejada y, sobre todo, a hacer que tu cuerpo se llene de energía para todo lo que viene.
Del mismo modo, llevar una dieta equilibrada que garantice todos los nutrientes necesarios en la futura madre es fundamental. Durante el embarazo, es muy interesante para la madre consumir alimentos que contienen Omega 3, Hierro o calcio. Es el caso de pescados como las sardinas o el salmón, de productos lácteos, de frutos secos, de legumbres o de verduras de hoja verde, entre otros.
Aporte extra de ácido fólico
A todos esos requerimientos hay que sumar el ácido fólico, fundamental antes de quedarse embarazada. Lo primordial es asistir a la consulta del ginecólogo en el momento en el que decidas comenzar a buscar el embarazo. Te prescribirá un suplemento de ácido fólico desde ese momento.
