Bolas chinas: para qué sirven y cómo usarlas
Las bolas chinas es uno de los temas más controvertidos de la “actualidad perineal”. Desmitificamos falsas creencias con una fisioterapeuta especialista en disfunciones del suelo pélvico, quien nos explica su utilidad real, cuándo es interesante darles uso y por qué.
Autor: Paula Arenas Muñiz
Antes de explicar para qué sirven las bolas chinas es importante hacer una puntualización sobre qué son las bolas chinas. Las bolas chinas no son un dispositivo sexual en sí mismo, ¡no, no lo son! Por supuesto que el uso de bolas chinas con tu pareja o tú misma sí puede reportar placer, al igual que las manos. Un ejemplo muy práctico. ¿Da placer llevar un tampón durante la menstruación? ¡No! Pues lo mismo ocurre con las bolas chinas.
Bien, dicho esto, hablemos del aspecto terapéutico. Al igual que ningún otro dispositivo, método o terapia, las bolas chinas no valen para todas las mujeres o mejor dicho, no para todas en el mismo momento. Cada lesión de suelo pélvico es distinta en cada mujer, y todo lo que os vendan como la panacea o solución única será mentira, por lo que lo primero e imprescindible es ir a evaluaros por el profesional, en este caso el fisioterapeuta especialista en uroginecología. Lo que sí es común, lógicamente, es la función de las bolas chinas: aumentar el tono muscular.
Debemos diferenciar un par de conceptos de fisiología para que logremos entender de qué estamos hablando. En la musculatura del suelo pélvico, así como en el resto de partes del cuerpo, existen dos tipos de fibras musculares: las Fibras tónicas y las fibras fásicas. Las primeras son fibras musculares de contracción lenta, involuntaria y muy resistente, son las encargadas por tanto de mantener el tono muscular. Las segundas son fibras de contracción voluntaria, rápida y potente, es decir, las encargadas de generar fuerza.
¿Y qué diferencia hay entre la tensión muscular y la fuerza muscular?
Para que todos nos entendamos, la tensión muscular residual permite que el músculo se mantenga firme y en buen estado. Sirve para que se sostengan nuestras vísceras pélvicas y para que ante aumentos de presión intra-abdominal repentinos o mantenidos (toser, estornudar, reírnos, correr...) nuestros esfínteres permanezcan cerrados. La fuerza muscular, sin embargo, es la contracción que podemos ejercer. Así, un músculo puede ser fuerte y tener poco toensión muscular y viceversa. Ambas situaciones pueden ser patológicas.
Conociendo ya las diferencias básicas, las bolas chinas lo que consiguen es aumentar nuestro tono muscular.
¿Cómo lo hacen? Cada bola china tiene a su vez dentro una bolita más pequeña que, con el movimiento de nuestro cuerpo, vibra dentro de la bola grande y contra las paredes de nuestra vagina. Es esta vibración la que fundamentalmente aumentará nuestro tono muscular. Esto significa que, de nada nos servirá utilizar una bola china, y sentarnos a ver la tele.
Existen infinidad de tamaños y pesos. En general, el tamaño medio son unos 35 mm de diámetro. Lo ideal será empezar con una de menos peso e ir añadiendo carga progresivamente conforme nuestro estado muscular vaya mejorando (el peso puede variar desde 28 gr hasta 100 gr o más). A nadie se le ocurriría empezar el primer día de gimnasio con 100 kilos en sentadillas, con las bolas chinas sucede lo mismo. Por ello es de vital importancia la evaluación de un fisioterapia antes de comenzar a ejercitar nuestro suelo pélvico. Sin conocer cómo está nuestro cuerpo ya sea tras el parto, tras una intervención quirúrgica o sin ninguna de estas condiciones, no podremos saber qué intensidad de trabajo puede soportar.
Son muchas las madres que llegan a consulta agobiadas porque se les ha recomendado utilizar las bolas chinas inmediatamente tras un parto complejo, largo e instrumentado y tal y como se las ponen, se les caen. Tranquilas, eso le puede pasar a cualquiera, lo importante es la dosis, al igual que con los medicamentos, y quien sabe eso es el fisioterapeuta especializado.
Bolas chinas: ¿cómo las colocamos?

bolas chinas
Es muy sencillo. Se coloca a la misma altura y de la misma forma que se pondría un tampón. Dejando el cordón ligeramente fuera de la vagina para facilitar su extracción. Recomendaremos también la aplicación de un poco de lubricante de base agua (no aceites) para que sea más cómodo introducirlas. Y por último, empezar primero con una sola bola, aumentando el peso, hasta poder añadir dos, y utilizar todas las posibilidades que te ofrezca el pack adquirido. Una vez colocadas, solo tienes que levantarte y comenzar a hacer tu vida normal, tus músculos se encargan del resto.
Bolas chinas: ¿durante cuánto tiempo deberemos utilizarlas?
Eso dependerá de cómo te encuentres. Nunca empezaremos con este dispositivo si no eres aún capaz de mantenerlas ni 15 minutos. Tras superar este tiempo pasaremos a llevarlas cada vez más tiempo hasta llegar hasta un máximo de 3 horas. Emplearlas más tiempo puede provocar otros problemas asociados con la hipertonía (exceso de tono muscular).
¿Cuándo se recomienda el uso de bolas chinas?
En general, cualquier mujer podría usar unas bolas chinas. Es cierto que para ser cauteloso, es recomendable utilizarlas antes de que los síntomas aparezcan siempre y cuando no os encontréis en alguna de estas situaciones:
Como terapia puede mejorar todos estos síntomas:
Esperamos que os haya resultado interesante y de utilidad, nos vemos en el próximo artículo, y recordad: #MasDifusionYMenosDisfuncion
Escrito por Paula Arenas Muñiz es fisioterapeuta especialista en disfunciones del suelo pélvico en Balance Sport Clinic.