El hematoma subcoriónico, también conocido como sangrado subcoriónico, es una condición que puede surgir durante el primer trimestre del embarazo. Se caracteriza por la acumulación de sangre en los pliegues del corion, la membrana fetal externa que está junto a la placenta.
Esta acumulación puede provocar sangrado leve o más intenso, aunque en la mayoría de los casos, los hematomas subcoriónicos se resuelven por sí solos sin afectar al desarrollo del embarazo.
Entendiendo el hematoma subcoriónico

¿Qué es el hematoma subcoriónico?
El hematoma subcoriónico se define como una acumulación de sangre entre el útero y la placenta o en los pliegues del corion. Este fenómeno es relativamente común en las primeras etapas del embarazo y puede ser una fuente de preocupación para muchas mujeres. Aunque la presencia de sangre puede alarmar, es importante destacar que la mayoría de las mujeres que experimentan un hematoma subcoriónico continúan teniendo embarazos saludables. La sangre acumulada puede reabsorberse con el tiempo, y el embarazo puede progresar normalmente sin complicaciones significativas.
¿Cómo se forma un hematoma subcoriónico?
La formación de un hematoma subcoriónico puede deberse a varios factores, aunque en muchos casos no se identifica una causa específica. Se cree que podría estar relacionado con la implantación del embrión en el útero, donde pequeños vasos sanguíneos pueden romperse y provocar una acumulación de sangre. Esta acumulación puede ser detectada mediante una ecografía, especialmente si se presenta sangrado vaginal. A pesar de que el sangrado puede ser un signo de alarma, es crucial recordar que no todos los hematomas subcoriónicos causan síntomas evidentes, y muchos se detectan únicamente durante exámenes de rutina. Ya os contamos también por qué se produce el hematoma retrocorial en el embarazo.
Síntomas y diagnóstico

Síntomas del hematoma subcoriónico
Los síntomas de un hematoma subcoriónico pueden variar significativamente de una mujer a otra. En algunos casos, las mujeres no experimentan ningún síntoma, mientras que otras pueden notar sangrado vaginal que varía desde manchas ligeras hasta un flujo más intenso. Es importante prestar atención a cualquier cambio en el sangrado durante el primer trimestre del embarazo, ya que puede ser uno de los primeros indicios de un hematoma subcoriónico. No obstante, en muchos casos, el hematoma se detecta incidentalmente durante una ecografía de rutina, sin que la mujer haya experimentado síntomas previos.
Diagnóstico: ¿cómo se detecta?
El diagnóstico de un hematoma subcoriónico generalmente se realiza mediante una ecografía. Este procedimiento permite al médico observar el útero y la placenta, identificando cualquier acumulación de sangre que pueda indicar la presencia de un hematoma. Durante las visitas prenatales, las ecografías son una herramienta esencial para monitorear la salud del embarazo y detectar cualquier anomalía. Si se detecta un hematoma, el médico evaluará su tamaño y ubicación para determinar el mejor enfoque de manejo. En la mayoría de los casos, se recomienda un seguimiento regular para asegurarse de que el hematoma se resuelva sin complicaciones.
Incidencia y riesgos

¿La hemorragia subcoriónica es común?
La hemorragia subcoriónica es una condición que afecta aproximadamente al 1% de los embarazos. Aunque puede causar preocupación, es importante entender que muchas mujeres experimentan esta condición sin que afecte negativamente el resultado del embarazo. La incidencia es ligeramente mayor en mujeres que han concebido a través de técnicas de reproducción asistida, como la fecundación in vitro (FIV). Esto se debe a que los procedimientos de FIV pueden influir en la implantación del embrión, aumentando la probabilidad de formación de hematomas subcoriónicos.
Riesgos asociados al hematoma subcoriónico
Si bien la mayoría de los hematomas subcoriónicos se resuelven sin complicaciones, existen ciertos riesgos asociados que deben tenerse en cuenta. En casos raros, un hematoma grande o mal ubicado puede aumentar el riesgo de separación de la placenta, lo que podría llevar a un aborto espontáneo o parto prematuro. Por esta razón, es crucial que las mujeres embarazadas informen a su médico sobre cualquier episodio de sangrado vaginal. Un control médico adecuado y un seguimiento riguroso pueden ayudar a minimizar los riesgos y garantizar un embarazo seguro. Aquí os contamos todo sobre el desprendimiento de placenta durante el embarazo.
Impacto en el embarazo

¿La embarazada debería preocuparse?
Es natural que las mujeres embarazadas se preocupen al experimentar cualquier tipo de sangrado, incluso si es leve. Sin embargo, es importante mantener la calma y buscar atención médica para evaluar la situación. En la mayoría de los casos, los hematomas subcoriónicos no afectan el desarrollo del embarazo, y el seguimiento médico regular proporciona tranquilidad. Los médicos suelen realizar ecografías frecuentes para monitorear la evolución del hematoma y asegurarse de que no haya complicaciones adicionales. Con el tiempo, muchas mujeres descubren que el hematoma se ha resuelto y que el embarazo continúa de manera saludable.
¿El hematoma subcoriónico afecta al bebé?
En general, el hematoma subcoriónico no afecta directamente al bebé. La mayoría de los embarazos con hematomas subcoriónicos progresan normalmente, y los bebés nacen sanos. Sin embargo, es esencial seguir las recomendaciones médicas y asistir a todas las citas prenatales para garantizar que no haya complicaciones. El monitoreo regular a través de ecografías permite evaluar el bienestar del bebé y la evolución del hematoma, lo que ayuda a los médicos a tomar decisiones informadas sobre el manejo del embarazo.
Tratamiento y recomendaciones

Recomendaciones médicas y cuidados
El tratamiento de un hematoma subcoriónico generalmente implica medidas conservadoras, como el reposo y evitar actividades que puedan aumentar la presión en el abdomen, incluidas las relaciones sexuales. Estas recomendaciones están diseñadas para reducir el riesgo de complicaciones y permitir que el hematoma se resuelva naturalmente. Los médicos también pueden aconsejar evitar levantar objetos pesados y reducir el estrés físico. Es fundamental seguir las indicaciones del médico y asistir a las citas de seguimiento para garantizar un manejo adecuado del hematoma.
¿Es peligroso el hematoma subcoriónico?
En la mayoría de los casos, el hematoma subcoriónico no es peligroso y se resuelve sin intervención médica significativa. Sin embargo, el riesgo de complicaciones aumenta si el hematoma es grande o se encuentra en una ubicación que pueda afectar la placenta. Por esta razón, es esencial que las mujeres embarazadas informen a su médico sobre cualquier sangrado y sigan las recomendaciones médicas. La vigilancia constante y el seguimiento regular son clave para minimizar los riesgos y asegurar un embarazo seguro y saludable.