¿Cómo se detectan las altas capacidades en la infancia?

¿Cómo pueden, los padres, identificar si su hijo verdaderamente tiene altas capacidades? ¿Cómo se diagnostica? Te desvelamos todas las dudas que puedas tener al respecto.

El síndome “mi hijo es el más listo” es frecuente. A unos padres, llenos de amor por su pequeño, no se les puede pedir imparcialidad. Pero, ¿y si realmente tienen un niño de altas capacidades? ¿Cómo reconocerlo? Es muy importante detectarlo a tiempo para ofrecerle el entorno estimulante que le permita desarrollarse con todo su potencial.

Cómo se detectan las altas capacidades en la infancia - Foto: Istock

Es muy común que, en las revisiones de pediatría, los padres nos notifiquen todas las habilidades que ha adquirido su hijo/a. Por ejemplo: “Doctora, ¡a los 11 meses ya anda! Antes que los demás” ó “Doctora, ¡ya se sabe los colores! A ver, dile a la doctora que color es éste (señalándose la ropa)” o también: “¿Sabe usted donde llevarlo para que lo valoren? Creo que es superdotado”

Bueno, vamos a ver. La mayoría de las veces estos niños son completamente normales. Es totalmente compresible, que el amor de padres, nos nuble el juicio. Los pediatras, además de pesar, medir y explorar a los niños en las revisiones, solemos preguntar a los padres sobre el desarrollo psicomotor y rendimiento escolar. No os mentiré, los pediatras nos dedicamos sobre todo al aspecto físico de las enfermedades, son los psicólogos y psicopedagogos quienes darán el diagnóstico de niño/a superdotado/a, aunque debemos atender ciertas señales para identificar qué pacientes vamos a derivar.

Veamos unos ejemplos habituales en la consulta de pediatría

Marta tiene 7 años. Dibuja fenomenal. Según sus padres “en un momento coge cualquier papel y te hace un boceto” Mientras charlamos, le doy a la peque papel y lápiz y, efectivamente, dibuja un paisaje con todo lujo de detalles. Los padres me muestran más obras de su hija fotografiadas con el móvil.

La profesora del colegio nos ha dicho que debemos llevarla a una escuela de arte”- me dicen con orgullo. “Qué bien”- les felicito- “¿y el resto de asignaturas?”.Bueno, en el resto normal”- responden.  Marta no destaca en otras áreas. Su desarrollo psicomotor ha sido completamente normal desde la primera revisión. Aunque esto es algo que tiene que valorar un psicólogo yo diría que Marta no es superdotada. Marta tiene talento para el arte y la pintura.

Alejandro tiene 18 meses. En las sucesivas revisiones de salud destacan los hitos del desarrollo: gateó a los siete meses y a los diez meses no solo dio sus primeros pasos, sino que llamaba a sus padres perfectamente, además de pronunciar sin vacilación unas veinte palabras con significado al año de vida.

Alejando muestra signos de precocidad, que no me han pasado inadvertidos, pero ¿eso significa que es un niño de altas capacidades? El tiempo lo dirá y también la valoración por los especialistas, a los que se derivará.

Altas capacidades en niños - Foto: Istock

Javier tiene 8 años. Sus padres acuden a consulta porque tiene problemas de conducta en el colegio. Sus profesores les han comentado que el rendimiento escolar es malo, que está muy distraído, que prefiere aprender por su cuenta y que cuestiona al profesor cada dos por tres.

Para sorpresa de los padres, cuando el niño es valorado por el psicopedagogo escolar, éste les comenta que Javier es superdotado.

¿Cómo puedo detectar si mi hijo o hija tiene altas capacidades?

Esta es una pregunta frecuente en la consulta. Les suelo explicar a los padres que, además de las revisiones de salud, deben estar pendientes a una serie de signos:

  • Bebés y niños pequeños: suelen ser bebés muy demandantes y niños extremadamente sensibles. Con esta sensibilidad me refiero a que empatizan muy profundamente con los sentimientos de otras personas o tienen rabietas muy exageradas teniendo en cuenta el motivo que las originó
  • Al inicio del período escolar. Suelen ser niños muy observadores y curiosos. Aprenden rápidamente a leer y escribir, desarrollando un lenguaje rico y un vocabulario propio de los adultos.
  • Dudas en cuanto a si el pequeño es hiperactivo. Esto también suele ser motivo de consulta en pediatría y, puede darse el caso de que el niño tenga altas capacidades y también sea hiperactivo. Otras veces simplemente el pequeño se aburre y busca continuamente como entretenerse.
  • En cuanto a niños en edad escolar es habitual que sean distraídos y prefieran aprender por sí solos. Muchas veces se aburren en el colegio, incluso tienen malas notas, ya que no les importa lo que ocurre en clase, realmente no les interesa. También suelen cuestionar la autoridad, a menudo atacando a los padres o profesores con preguntas que cuesta responder, por ser demasiado profundas o existenciales. En la consulta de pediatría, ante estos síntomas o problemas de conducta en el hábito escolar, debemos derivar a estos niños para que sean valorados por un profesional.

¿Qué pruebas se realizan?

El psicólogo se valdrá de una serie de escalas y test para valorar al niño. El coeficiente intelectual, que definía a los niños superdotados si estaba por encima de 130, está en desuso, ya que puede variar según los test que se utilicen, el examinador o incluso el día que se realice. Se pueden obtener diferentes puntuaciones al repetir los test, o incluso el mismo test, en diferentes días.

Medir la inteligencia es algo intrínsecamente difícil. No solo se trata de sacar buenas notas, o ser el primero de la clase. Puede que tu hijo o hija tengan un talento especial en alguna área concreta, una memoria de elefante, sean capaces de resolver los problemas del día a día de una forma creativa, que ni se te había ocurrido o se orienten en el espacio muy por encima de la media que otros niños. Todos estos aspectos deben ser tenidos en cuenta,  por lo que, lo más conveniente, es que sea un psicólogo clínico, especialista en detección de altas capacidades, quien valore a tu hijo o hija.

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