La ciencia ha demostrado que es posible mejorar el estado de ánimo de un niño con solo moverse más. Sí, la actividad física tiene capacidad para mejorar la salud mental de las personas, y los más pequeños no son una excepción. Y no se trata solo de intuiciones o recomendaciones generales: a varios estudios publicados en los últimos años al respecto se une ahora el mayor metaanálisis realizado hasta la fecha sobre ejercicio físico y salud mental infantil. Te contamos sus conclusiones más destacadas; entre otras, cuáles son los tipos de ejercicio que más y mejor impactan en el estado de ánimo de niños y niñas.
Con datos extraídos de 375 ensayos clínicos y más de 38.000 participantes de entre 5 y 18 años, este estudio sistemático y riguroso aporta evidencia clara: ciertos tipos de ejercicio reducen de forma significativa los síntomas de depresión y ansiedad en la infancia y la adolescencia.
Este hallazgo llega en un momento crítico: según datos internacionales, uno de cada cuatro niños o adolescentes presenta síntomas elevados de depresión, y uno de cada cinco, de ansiedad. Son algunos de los factores que enferman a los niños en la actualidad. Y en España, los datos no son mejores: el 41% de los adolescentes de 13 a 18 años cree haber tenido un problema de salud mental en el último año.
En muchos casos, por distintas razones, no llegan a recibir tratamiento o los abordajes farmacológicos y psicológicos no son suficientes. De ahí el interés creciente en estrategias complementarias, especialmente aquellas fáciles de implementar y sin efectos adversos.

Las caracteríticas del ejercicio importan
El trabajo ha sido publicado recientemente en la prestigiosa Journal of the American Academy of Child & Adolescent Psychiatry y ha sido coordinado por Ben Singh, del grupo ARENA de la Universidad de Australia del Sur. Su valor radica en que analiza sólo ensayos controlados aleatorizados y distingue los efectos según tipo de ejercicio, edad del menor, duración del programa, intensidad y poblaciones clínicas.
El metaanálisis revisa 21 revisiones sistemáticas previas con datos de 375 ensayos clínicos aleatorizados (RCTs) y más de 38.000 menores. Los autores analizaron el impacto del ejercicio físico sobre síntomas clínicos de ansiedad y depresión, con especial atención a factores como:
- Tipo de ejercicio (aeróbico, de resistencia, mixto, yoga, juegos activos)
- Duración (menos de 12 semanas vs. más de 12 semanas)
- Intensidad (baja, moderada, alta)
- Frecuencia y duración de las sesiones
- Características de los participantes (diagnóstico clínico, edad, salud general)
La conclusión es clara: el ejercicio mejora de forma significativa los síntomas de salud mental en niños y adolescentes. En concreto, se observa una reducción moderada de los síntomas depresivos (SMD = -0,45) y ansiosos (SMD = -0,39).

Los ejercicios más efectivos para la salud mental en la infancia
No todos los ejercicios funcionan igual. El estudio identifica cuáles son más eficaces según el objetivo:
- Para la depresión, los más eficaces fueron los ejercicios de intensidad moderada y los programas combinados (aeróbico + fuerza).
- Para la ansiedad, destacaron los ejercicios de resistencia (fuerza) y sorprendentemente, los de baja intensidad.
Otro hallazgo relevante es que las intervenciones de menos de 12 semanas fueron más eficaces que las más largas. Esto puede explicarse por una mayor motivación inicial y mejor adherencia a programas breves.
Respecto a la edad, se observó mayor impacto positivo en mayores de 12 años, aunque los beneficios se extendieron a todas las franjas. Niños con diagnóstico de TDAH o trastornos del ánimo mostraron mejoras particularmente notables.

Estos resultados invitan a incorporar el ejercicio físico de forma regular en la vida familiar y escolar, no solo por salud física, sino como herramienta terapéutica para el bienestar emocional. Para muchas familias puede suponer un punto de partida más accesible que una intervención psicológica o farmacológica, especialmente en fases leves o como complemento.
Lo importante, según los datos, es la regularidad y adecuar el tipo de ejercicio a la edad, preferencias y necesidades del niño o niña.
Referencias
- Ben Singh, Hunter Bennett, Aaron Miatke, et al. Systematic Umbrella Review and Meta-Meta-Analysis: Effectiveness of Physical Activity in Improving Depression and Anxiety in Children and Adolescents. Journal of the American Academy of Child & Adolescent Psychiatry, 2025. DOI: 10.1016/j.jaac.2025.04.007