Hablar de trucos siempre nos lleva a pensar en remedios caseros, consejos boca a boca y todo aquello que no está basado en la evidencia científica, que prefiere hablar de hábitos o consejos. Pero cuando se trata de potenciar la fertilidad y, por ende, de quedarse embarazada pronto, también se puede hablar de trucos avalados por la ciencia.
Podríamos hablar de hábitos recomendados por la ciencia como dejar los anticonceptivos orales o el DIU, y sobre todo, de cuidar los hábitos cotidianos: buena alimentación, correcto descanso, huir de situaciones de estrés, dejar el tabaco y el alcohol, etcétera. Todas estas son recomendaciones que aparecen en cualquier lista de consejos para quedarse embarazada rápido si hay una fuente médica detrás, como es el caso de este artículo de la revista médica Reproducción Asistida ORG con los mejores consejos para quedarse embarazada rápido. Pero no dejan de ser eso, hábitos.
Si hablamos de trucos, lo más parecido a esta palabra que esté avalado por la ciencia es todo lo que tiene que ver con manejar el calendario teniendo en cuenta tu proceso de ovulación. Todo lo demás queda en manos del terreno que está fuera de los límites de la ciencia.

Trucos sobre el proceso de ovulación
Como sabes, y como se apunta en este artículo de la Clínica Mayo sobre cómo quedar embarazada, “la ovulación es el proceso mediante el cual el ovario libera un óvulo maduro”. Aquí puedes consultar cuánto dura la ovulación, qué es y qué ocurre en el cuerpo de la mujer en detalle. Pero, a grandes rasgos, el óvulo, una vez liberado, “desciende por la trompa de Falopio y permanece allí durante 12 a 24 horas, donde puede ser fertilizado”. Para ello, es necesaria la presencia de esperma en el aparato reproductor femenino, que según Mayo Clinic, “puede vivir hasta cinco días después de las relaciones sexuales bajo las condiciones adecuadas”.
Esto explica que no existe truco más efectivo avalado por la ciencia para quedarse embarazada pronto que calcular cuándo empieza el proceso de ovulación. “Tu posibilidad de quedar embarazada es más alta cuando hay esperma vivo en las trompas de Falopio durante la ovulación”, apuntan para explicarlo desde la cita clínica.
Para ello, hay que tener en cuenta que el promedio del ciclo menstrual es de 28 días, y que en esta línea temporal, la ovulación generalmente ocurre cerca de 14 días antes del inicio del siguiente período menstrual. “Sin embargo, la duración del ciclo de cada mujer puede ser diferente, y el período entre la ovulación y el comienzo del siguiente período menstrual puede variar. Si, como muchas mujeres, no tienes un ciclo menstrual exacto de 28 días, puedes determinar la duración y el punto medio de tu ciclo mediante un calendario menstrual”, apuntan desde la Reproducción Asistida ORG
La clave, el truco en este caso, es identificar los días más fértiles en tu caso, porque tener relaciones sexuales durante dichos días aumenta la probabilidad de embarazo. “En cualquier caso, lo ideal si se está buscando un embarazo es mantener relaciones sexuales frecuentes, cada dos o tres días aproximadamente”, puntualizan desde Mayo Clinic.
A este respecto, y he aquí el segundo truco avalado por la ciencia, cabe tener en cuenta que no es recomendable mantener relaciones sexuales todos los días ni varias veces al día cuando se está buscando un embarazo. No lo es porque, apuntan desde la clínica, “la calidad del semen es mejor si se deja un margen de 48 horas entre cada eyaculación”.
Aquí te explicamos más sobre cuáles son los mejores días para quedarse embarazada, por si quieres ampliar información al respecto.

Otros trucos
Además del calendario y de la periodicidad de las relaciones sexuales, los expertos apuntan que hay otras formas alternativas para prestar atención a los signos y síntomas de la ovulación, que es la clave, el eje, de un futuro embarazo.
La primera de ellas apuntada por el equipo de Mayo Clinic es el cambio en las secreciones vaginales, en lo que se denomina vulgarmente como moco cervical. “Justo antes de la ovulación, puedes notar un aumento de las secreciones vaginales transparentes, húmedas y gomosas. Justo después de la ovulación, el moco cervical disminuye y se vuelve más espeso, turbio y menos notable”, apunta el centro médico. En esta pieza, puedes saber más sobre cómo es el flujo vaginal durante el embarazo.
Y la segunda clave o truco tiene que ver con la temperatura basal, que es la temperatura corporal en reposo. “Durante la ovulación, la temperatura corporal en reposo aumenta levemente. Usando un termómetro específicamente diseñado para medir la temperatura basal, tómate la temperatura cada mañana antes de salir de la cama”, aconseja el equipo de Mayo Clinic. “Registra los resultados y busca un patrón. Serás más fértil durante los 2 o 3 días anteriores al aumento de la temperatura”, agrega.

¿Y el hombre, qué?
Por último, no hay que olvidar que un embarazo natural tiene necesariamente dos protagonistas. Los focos se centran en la mujer, pero también el factor masculino influye.
Ya hemos hablado de la calidad del semen, un truco que no todo el mundo tiene en cuenta a la hora de buscar un embarazo, pensando que cuantos más se intente mejor cuando no es así. Pero hay más detalles que afectan a la calidad del semen que la periodicidad de las relaciones sexuales. Por ejemplo, los factores ambientales.
Por eso, desde Reproducción Asistida ORG recalcan que también el hombre “debe reducir el consumo de tabaco y alcohol, el estrés y la obesidad, así como evitar la contaminación ambiental, exposición al calor y uso de ropa ajustada”.
Este último truco, el de no llevar ropa ajustada, no lo tienen en cuenta muchos hombres, y es esencial para “evitar las altas temperaturas en la zona testicular”, lo cual mejorará la calidad del semen.