Para educar debemos estar presentes. El tiempo que los padres dedican a sus hijos y la comunicación.
No todos los padres son iguales. Existe un tipo de padres llamados padres ausentes. Los padres ausentes (refiriéndonos a padres y/o madres) son aquellos que por diferentes motivos delegan la educación de sus hijos/as en otros.
Tipos de padres ausentes
- Padres/madres voluntariamente ausentes. Desaparecen tras la separación o el divorcio, se desentienden de sus hijos, generando en ellos inseguridad, sentimiento de culpabilidad, rabia y malestar emocional.
- Padres/madres involuntariamente ausentes. Padres o madres que permanecen fuera del hogar por motivos laborales. Se pueden tomar medidas para que la ausencia les afecte lo menos posible.
- Padres/madres emocionalmente ausentes. Aquellos que están físicamente presentes pero no ejercen su función parental. No sienten la necesidad de implicarse activamente en el día a día de sus hijos. No están cuando necesitan un elogio o una reprimenda. Por ello, pueden llegar a ser inmaduros e inseguros, o distantes e inaccesibles. La ausencia psicológica es más difícil de explicar y de entender que la ausencia física, asimismo es más dañina y difícil de superar.
- Padres ausentes a causa de madres absorbentes. El padre es apartado debido a una madre absorbente que no le permite participar en la educación de los hijos. Muchas veces no son conscientes de que relegan al padre a un segundo plano.
¿Qué consecuencias trae consigo la ausencia parental?
La ausencia injustificada de la figura parental puede provocar consecuencias negativas:
- Desconfianza, falta de confianza, miedo y frustración.
- Indisciplina y falta de voluntad. Dificultades para generar una estructura sólida que le permita desarrollar y alcanzar sus propios proyectos.
- Poca tolerancia para seguir las normas o problemas con la autoridad.
Por Dña. Anna Moliner Mariano, miembro de Saluspot y psicóloga clínica en Institut de Diagnòstic Psicòlogic.