No es nada fácil aprender a identificar y gestionar las emociones. No lo es en los adultos con que, en el caso de los niños, es aún más complejo. Saber qué nos ocurre en cada momento es un aprendizaje que requiere de mucho trabajo por su parte y por la de quienes estén a su alrededor. Pero que suponga un esfuerzo no quiere decir que tenga que ser una tarea ardua o aburrida. Al revés, hay que tratar de ayudarles para que entiendan que es algo cotidiano con lo que tendremos que convivir siempre y ahí es donde el juego aparece. Se trata de convertirles este proceso en algo atractivo, algo que podremos lograr fácilmente con la ayuda de diferentes regalos como estos que, además de educarles emocionalmente, son tan divertidos que suponen un acierto seguro.
Un cuento

Las bondades de la lectura son infinitas, especialmente entre el público infantil. Uno de ellos, es la manera en la que puede acercarnos diferentes aspectos de una manera sencilla. A través de los cuentos los peques no solo pueden aprender conceptos como la empatía o la asertividad, sino que son capaces de entender el por qué de muchas cosas, incluido lo que les pasa. Para tratar los emociones hay una gran cantidad de títulos, si no sabes por cuál decantarte, el clásico El monstruo de los colores para los más peques de la casa nunca falla.
Un juego de mesa

Un juego de mesa es otro de los recursos con los que puedes ayudar a los niños y niñas a manejar y gestionar la tormenta emocional en la que se encuentran inmersos al tiempo que pasan un rato divertido. Hay cada vez más propuestas en el mercado especialmente pensadas para acompañar a los niños en este proceso de crecimiento y aprendizaje, dirigidos a diferentes edades. Los hay tipo memory como Te lo digo a la cara, otros de crear diferentes figuras como el Emoti blocks, los hay en formato puzzle y otro con tablero y diferentes pruebas para toda la familia como Las emociones, de Educa.
Un diario de las emociones

Una herramienta educativa genial que puede ayudarles además de a identificar emociones a desarrollar su creatividad es un diario de las emociones. A través de él pueden hablar y analizar sobre lo que sienten de la forma en la que más cómodos se sientan en función de su edad ya sea con palabras, recortes, dibujos... puede ser su momento de desahogo sobre el que después podrán trabajar. Para que se pongan manos a la obra puedes simplemente sorprenderles con un gran cuaderno o álbum en blanco que poder rellenar al gusto o probar con alguno de los que ya vienen preparados para ello. Diario de la gratitud es uno de estos últimos.
Una caja de la calma

Para niños y niñas en plena etapa de rabietas seguro que les viene muy bien una "caja de la calma". Es algo tan sencillo como reunir diferentes juguetes o artículos que les ayuden a relajarse cuando están nerviosos. Desde las famosas burbujas tipo pop it hasta botellas sensoriales. La cuestión es dotarle de herramientas a las que sepan pueden acudir cuando las necesitan. Hay marcas como Happy Kids Yoga que directamente ofrecen perfecto para regalo un kit completo con este objetivo.
Un juguete

Por último, no hay que olvidar que también un juguete puede ser una genial idea para trabajar las emociones. Eso sí, hay que elegir bien cuál para que funcione con este cometido. Afortunadamente la industria juguetera dedica cada vez más esfuerzos en este sentido y por ello hay muchos indicados para los diferentes tramos de edad. Para los que se encuentran en la franja de preescolar, por ejemplo, los peluches reversibles como los famosos pulpitos de los que seguro has oído hablar les encantan. Otra idea son las gamas de productos de My First Pinypon, que cuentan con figuras de rostros intercambiables para mostrar las diferentes emociones.