¿Qué hago con los niños este verano si trabajo?

En estos últimos meses se nos ha pedido trabajar y hacer de profesores de nuestros hijos. Una misión casi imposible. ¿Y en verano? ¿Cómo lo gestionaremos? Dejar a los niños y niñas con los abuelos ya no es una opción... ¿abrirán los campamentos de verano?
¿Qué hago con los niños este verano si trabajo?

En pleno verano nos encontramos en un callejón sin salida, ¿qué hacemos con los niños? En España, tenemos 8 millones de estudiantes, de los cuales 3 millones tienen entre 6 y 14 años. El Gobierno ha dejado en manos de las comunidades autónomas el tema de la reapertura de los colegios este verano para dar clases de refuerzo a los alumnos más rezagados como otros años o bien para albergar los campamentos urbanos, que sacaban del apuro de la conciliación a muchas familias, sobre todo durante el mes de julio.

Aunque la reapertura de los colegios en verano es viable porque está permitida, la mayoría de los centros han decidido no abrir sus puertas. En el País Vasco, los sindicatos han calificado de irresponsable delegar la reapertura en los centros.

En la comunidad educativa, esta reapertura está dividida. Por un lado, los sindicatos de profesores se resisten y dentro de este colectivo se contempla la reapertura con personal externo facilitado por las consejerías de Educación, si lo que se pretende es dar un apoyo a las familias.

Por otro lado, están las AMPAS, asociaciones de padres y madres, como CEAPA (Confederación Española de Asociaciones de Madres y Padres), que ven necesaria la apertura de los colegios como una ayuda a la conciliación.

Su presidenta Leticia Cardenal sostiene que "la conciliación es un problema que venimos arrastrando desde hace años, pero que ahora se ve acrecentado y es necesario facilitar el teletrabajo como medida clave, y la apertura de los colegios sobre todo de cara al verano".

Una docena de asociaciones y ONGs encabezadas por Save The Children han promovido la firma de una carta alegando que la apertura de los colegios no solo ayudaría a conciliar, sino también a los alumnos rezagados y sobre todo a los que no tienen recursos para garantizarles al menos una comida al día. Pero parece que las administraciones no escuchan las necesidades de los padres, que tienen que buscarse la vida para salir del atolladero en el que se hayan envueltos.

El recurso de los campamentos de verano

Con el objetivo de conciliar, los padres se encuentran en una disyuntiva y saben que no pueden echar mano de los abuelos, que antes eran un pilar fundamental, porque ahora son personal de riesgo. Contratar personal para el cuidado de los niños en medio de la precariedad económica de la crisis del coronavirus parece una solución posible solo para unos pocos.

¿Qué hacemos la mayoría de los padres este verano? Tenemos pocas opciones. Dejando a un lado el tema de la reapertura de los colegios para albergar campamentos urbanos, la otra alternativa son los clásicos campamentos de verano. Los organizadores siguen negociando el futuro de estas actividades a las que acuden casi 4 millones de niños de toda España.

El colectivo Campamentos de verano, que aglutina a más de 500 entidades, ha redactado un Protocolo Higiénico Sanitario para iniciar negociaciones con la Administración porque se encuentran en una situación límite.

Actualmente, "de los 400 campamentos de verano que existen en España, unos 380 siguen adelante con su programa implantando las medidas del Protocolo de Higiene y Seguridad. El nivel de ocupación de estos campamentos se ha reducido drásticamente, en unos casos al 70 y en otros al 50 % dependiendo de las características de superficie y ubicación, y si antes albergábamos a 6 niños por cabaña, ahora este número se ha reducido a 3 por las rigurosas medidas de separación interpersonal", asegura Mónica Sedeño, directora comercial del Club Campamentos.

Más seguros si duermen allí

Los campamentos per nocta, donde los niños residen una semana o más, "son los más seguros debido a que todo el personal del campamento (monitores, cocineros, enfermeros, auxiliares…) va a pasar los tests sanitarios correspondientes antes de comenzar. Los niños admitidos también van a pasar estos controles sanitarios y una vez iniciado el campamento el riesgo de contaminación se reduce al mínimo ya que ambos grupos, coordinadores, monitores y niños, formarán un grupo libre de coronavirus conviviendo en un espacio acotado", señala Mónica Sedeño.

Esta profesional del sector añade que "mucho más problema tenemos con los campamentos urbanos que habitualmente se realizan en los colegios donde lo habitual es dejar a los niños por la mañana y recogerlos por la tarde. Es más difícil controlar a los niños que salen por la tarde y van a reunirse con sus familiares. Por la mañana habrá que repetir todos los controles sanitarios".

Sin duda, los campamentos forman una parte importante de la conciliación familiar durante el verano. Sin embargo, el miedo de algunos padres a los rebrotes y a la actual situación de la pandemia podría afectar a los campamentos de verano, dejando como la opción más factible el teletrabajo y los campamentos online.

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