Semana 13 de embarazo

Nuestro calendario te acompaña desde la primera semana hasta que nazca tu bebé.
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La cabeza del feto todavía representa un tercio de la longitud de su cuerpo. Su cara tiene rasgos cada vez más humanos y sus gestos evolucionan: bosteza, arruga la frente, cierra los puños e incluso realiza movimientos de succión y “da besitos” si se roza los labios con las manos.

Recuerda: Aprovecha los momentos de descanso para relajarte mientras tratas de visualizar a tu bebé: imagínatelo flotando en el líquido amniótico, en un ambiente de tranquilidad y bienestar. Tomar conciencia del nuevo ser que está creciendo dentro de ti puede ayudarte a alejar temores y preocupaciones.

Aspectos médicos

Aumento del flujo vaginal. No te preocupes si ahora el flujo es más intenso. Es normal y tiene una función beneficiosa. Las secreciones funcionan como defensa contra las bacterias, protegiendo así al feto de posibles infecciones. Sólo si el flujo cambia de color o tiene un olor desagradable, hay que consultar enseguida con el médico.

Recuerda: Ve anotando todas las preguntas que quieras hacerle al ginecólogo antes de acudir a la siguiente revisión. Debes aprovechar las visitas para aclarar todas tus dudas y plantearle las cuestiones que te inquietan.

Debes saber...

En esta fase del embarazo la piel está más bonita que nunca. El cuerpo retiene líquido y eso hidrata la piel y la vuelve suave y rosada. En casos aislados surgen impurezas o manchas rojas en la cara y en los brazos, que después del parto desaparecen por sí solas. En ocasiones también pueden aparecer alteraciones de pigmentación de carácter persistente, el llamado cloasma o paño de la embarazada: los alrededores de la boca, la nariz y la frente se oscurecen visiblemente.

Recuerda: Para evitar la aparición de manchas, protégete del sol. No te expongas directamente, usa visera y aplícate en la cara una crema solar de alta protección. Si las manchas no desaparecen después del parto, consulta con el dermatólogo.

Cada día más redonda

La cintura se empieza a redondear en la mayoría de las mujeres. Los pantalones y las faldas ya no abrochan, las cinturillas elásticas “se clavan” en la tripa, la ropa ajustada resulta molesta. Sin embargo, es una etapa de transición: todavía no necesitas ropa de embarazada.

Recuerda: Antes de comprar ropa especial de embarazo, pregunta a tus amigas si te pueden prestar algo. Las prendas de embarazada son caras y tienen una vida muy corta.

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