Si quieres vivir unas vacaciones en familia sin perder los nervios hay un pequeño secreto que podemos confesarte: prueba a viajar con otra familia con niños y/o niñas de la edad de tus hijos. ¿Lo has probado alguna vez?
Viajar, en toda la extensión del concepto, es una magnífica manera de invertir tiempo de ocio. Desde explorar el solitario hasta hacerlo en familia, con peques, viajar es una oportunidad para el aprendizaje y el disfrute, si bien es evidente que las circunstancias cambian en función de cómo viajemos. Viajar con niños y niñas pequeños conlleva muchos beneficios, pero también una serie, no de limitaciones, pero sí de condicionantes que no podemos obviar.
En ocasiones, nuestros deseos y necesidades como adultos chocan con las de nuestros peques o con los del conjunto de la familia a la hora de planificar unas vacaciones. Esto puede generar conflictos no solo antes de salir de viaje, sino también durante el mismo. Y es que, sobre el papel, un determinado tipo de vacaciones con niños suena muy bien, pero luego la realidad es otra.
No tiene por qué ser una experiencia negativa viajar en familia. Y no hay un solo tipo de viaje con niños que salga bien: hay vida más allá de los todo incluido, que por otro lado, son una opción muy respetable, como todas. Por ejemplo, como la camper, para lo cual también hay razones de peso para animarte a viajar en autocaravana con niños.
La clave está en hacerles partícipes de la planificación y en atender esas necesidades o condicionantes especiales que tienen los niños y niñas por el simple hecho de serlo; estén en casa, en el cole o de viaje. Incluso especialistas en el cerebro de los peques como Álvaro Bilbao dan consejos para que las vacaciones con niños no acaben contigo. Son consejos, como ves, que te animan a respetar dichas circunstancias.
Pero, a veces, no basta con los mejores consejos de Álvaro Bilbao o de una familia experta en viajes. Entonces, es cuando las vacaciones con niños te parecen peor que ir a trabajar. Y es aquí, en este contexto, cuando entra en juego el secreto que te proponemos en el titular: probar a viajar con otra familia.
No hace falta hablar con expertos en la materia para entender, si ya lo has probado como es mi caso, que te resta intimidad viajar con amigos y sus peques, y que puede llevar un tiempo de adaptación conseguir equilibrar los deseos y gustos de ambas familias, pero hay beneficios indiscutibles.
Por encima de todos, uno: los niños y niñas serán mucho más autónomos durante vuestras vacaciones familiares. Solo tienes que ver qué ocurre cuando hay amigos en casa o se juntan en el parque: aparece el típico comentario de “es que así no hay niños”, ¿verdad? Pues algo parecido ocurre si viajáis en familia con otra familia con peques de edades similares.
Además, aunque puede costaros encontrar sitio en restaurantes y espacios similares al ser un grupo más grande, la ventaja es que también podéis conseguir descuentos por grupo grande tanto en el propio viaje como en monumentos o museos, por ejemplo. Y, por encima de todo, será un viaje que los peques no olvidarán, distinto a la mayoría de los que hacéis, de ahí que al menos una vez en la vida sea tan recomendable hacer un viaje con otra familia cuando los niños son pequeños todavía.
En definitiva, si lo que queréis es descansar durante los días de vacaciones, y eso para vosotros implica descanso físico y menos nivel de atención a vuestros hijos, el secreto para unas verdaderas vacaciones con niños es ir con otra familia.
