La primera vez que un hijo se va de campamento de verano es un hito. Para ellos, una aventura; para nosotros, una mezcla de ilusión y pánico. De pronto, en la casa se nota en el ambiente que viene algo especial, y tú te conviertes en una especie de intendente con ansiedad. Tienes que gestionar la tuya porque es la primera vez que se va varios días fuera solo o sola, pero también los nervios de tu hijo o hija.
En este contexto de nervios e incertidumbre por el primer campamento de tu hijo o hija en verano es más que suficiente para colapsar al hacer la mochila o maleta que va a llevarse consigo. Te preguntas si va a estar bien, si se acordará de todo, si va a echarte de menos… y también si tú vas a poder dormir esos días. Respira: vamos a intentar ayudar para que no se deje nada.
¿Qué necesita realmente? ¿Y si se deja el cepillo? ¿Y si no se cambia la ropa en cinco días? Exageraciones aparte, lo habitual es hacer una primera lista. Al principio tiene una longitud razonable, pero en minutos se convierte en una montaña de “por si acaso” que no cabe en ninguna mochila o maleta.
Te contanos a continuación que es lo que de verdad necesita llevar, y también compartimos algunos consejos para prepararte tú, que no viajas, pero también te enfrentas a algo nuevo.

Imprescindibles que no pueden faltar
Antes de pensar en los detalles emocionales, que también son importantes en el caso de los niños y niñas más sensibles, hay que cubrir lo práctico. Esta es la base para que pueda vestirse, asearse y moverse con autonomía, sin que tenga que pedir ayuda para cada cosa. Los imprescindibes de la maleta del campamento de verano.
- Ropa cómoda y marcada. Toda, absolutamente toda, con su nombre. Incluye varias mudas, pero sin pasarse. Mejor prendas prácticas y que no te importe si no vuelven.
- Calzado cómodo y chanclas. Unas zapatillas que resistan trote, tierra y juegos. Y unas chanclas para la ducha o la piscina. Si el campamento es de montaña, valorar que el calzado sea específcio para este tipo de entorno.
- Pijama y linterna. Por las noches, esto marca la diferencia. Que duerma cómodo y que pueda moverse sin encender todo el campamento porque es habitual, además, que se hagan actividades nocturnas. Los frontales son muy prácticos. También es útil una botella de agua reciclable o cantimplora de las de toda la vida.
- Neceser sencillo y funcional. Cepillo de dientes, pasta, jabón, champú, toalla pequeña, protector solar, repelente y unas tiritas. Todo lo que sepa usar solo.
- Bañador, gorra y crema solar: sobre todo, si va a un destino con temperaturas veraniegas y mucho sol. En este sentido, el bañador suele ser un imprescindible también aunque depende del tipo de campamento.

Objetos que le darán seguridad
Además de lo práctico, es clave incluir cosas que le hagan sentir un poco de hogar. No es cuestión de llenar la mochila de recuerdos, pero sí de incluir algo que le reconecte con su espacio seguro si lo necesita. Es importante dejar que él o ella decida porque algunos no necesitan nada que es aporte seguridad. Estas son algunas ideas:
- Un peluche o prenda con tu olor: Aunque no lo diga, esto le reconforta si una noche se siente raro o echa de menos.
- Una nota tuya escondida. Breve, positiva, con ese “te quiero y confío en ti” que no hace falta gritar pero sí recordar.
- Una foto familiar pequeña. No para enseñarla, sino para tenerla si le apetece mirarla.
Preparación mental: el proceso de hacer la maleta juntos
Sí, también hay que prepararse por dentro. Como padre o madre no es fácil el primer campamento de verano de los hijos durmiendo fuera de casa. En el caso de los campamentos de día te hacían sentir mal por tener que apuntarles para conciliar y en estos más largos, a los que ellos y ellas suelen querer ir, ese sentimiento de culpa se torna en nervios y algo de ansiedad por saber qué tal se desenvolerá.
Es muy interesantee que podáis haer la maleta juntos porque de ahí saldrá tiempo de calidad en familia que ayudará a aplacar los nervios, que son inevitables. Ayudará también a que no apareca la ansiedad de separación en el niño o niña cuando se vaya (más habitual en menores, puede aparecer en niños y niñas no tan pequeños). Aquí tienes algún consejo sencillo para preparar mejor la maleta:
- Involúcrale al hacer la mochila. No solo para que aprenda, también para que sienta que esto es suyo ypueda ganar en autonomía.
- Habla de lo emocional, no solo de lo logístico: Qué hacer si echa de menos, si algo no le gusta. Validar lo que sienta sin anticipar tragedias.
- Confía en él... y en ti. Si tú estás en calma, él lo nota. Hazle saber que confías en él. Esta experiencia también es una oportunidad para crecer (para ambos).

Además de todo lo expuesto, es importante evitar llenar la maletao mochila del primer campamento de verano con “por si acaso”. No va a la Antártida. Todo lo esencial estará allí, y también hay monitores preparados.
A veces, en nuestro intento de preverlo todo, metemos cosas que no necesita, y que incluso le pueden estorbar. Aquí va lo que puede quedarse en casa sin problema:
- Juguetes valiosos o frágiles
- Tecnología, salvo necesidad.
- Ropa que no se pueda manchar
Y, por supuesto, tampoco es conveniente llenar esa maleta o mochila metafóricamente hablando con expectativas de que todo salga perfecto, Es probable que tenga algun traspiés en forma de disgusto, mala experiencia o un día en el que os eche de menos, y es bueno que él o ella sepa que eso puede pasar. Pero siempre hay que mantener esa mirada optimista y positiva porque lo más probable es que vaya a disfrutar de una de las primeras grandes experiencias de su via en solitario.