Síndrome de pica en niños: causas, riesgos y tratamientos efectivos

Si tu hijo ingiere yeso, ceras de colores o tierra de manera regular es probable que padezca pica. Así puedes lidiar uno de los trastornos infantiles más desconocidos.
¿Tu hijo come tierra, tiza o hielo? No es un antojo, es pica y se trata de un trastorno - Fuente: Pexels
¿Tu hijo come tierra, tiza o hielo? No es un antojo, es pica y se trata de un trastorno - Fuente: Pexels

El síndrome de pica es un trastorno alimentario que puede pasar desapercibido, pero que afecta a un porcentaje significativo de niños en la primera infancia. Este comportamiento, que lleva a los pequeños a ingerir sustancias no comestibles como tierra, tiza o hielo, no debe ser tomado a la ligera. Aunque parezca una fase pasajera, es esencial entender las causas subyacentes y las posibles complicaciones para abordar adecuadamente el problema y proteger la salud de los más pequeños.

Entendiendo el síndrome de pica en niños

¿Qué es el síndrome de pica en los niños?

El síndrome de pica se define como un trastorno de la conducta alimentaria en el que los niños consumen de manera persistente sustancias que no son nutritivas. Aunque es común que los niños pequeños exploren el mundo a través de la boca, la pica va más allá de la curiosidad infantil. Este comportamiento se caracteriza por la ingesta regular de elementos como tierra, yeso, tiza, ceras de colores y otros materiales inusuales. La pica puede afectar a entre el 10% y el 32% de los niños en sus primeros años, y es crucial diferenciar entre un comportamiento exploratorio normal y una manifestación de este trastorno.

¿Por qué los niños comen tierra, tiza o yeso?

Las razones por las que un niño puede desarrollar pica son variadas y complejas. En algunos casos, se ha asociado con deficiencias nutricionales, como la falta de alimentos con hierro o zinc, que pueden llevar a los niños a buscar inconscientemente estas sustancias en materiales no comestibles. También se ha observado que los niños con problemas de desarrollo, como el autismo, o aquellos que sufren trastornos intelectuales, son más propensos a mostrar este comportamiento. Factores ambientales, como la pobreza o el haber sufrido malos tratos, también pueden aumentar el riesgo de pica, al igual que una mayor sensibilidad sensorial que lleva a los niños a buscar experiencias táctiles o gustativas inusuales.

Factores de riesgo asociados al síndrome de pica

Identificar los factores de riesgo es fundamental para entender por qué algunos niños desarrollan pica. Además de las deficiencias nutricionales y los problemas de desarrollo, otros elementos pueden desempeñar un papel importante. La desnutrición en general es un factor de riesgo significativo, ya que el cuerpo puede buscar compensar la falta de nutrientes esenciales a través de la ingestión de materiales no comestibles. Además, la exposición a un entorno donde el acceso a alimentos nutritivos es limitado puede agravar la situación. El estrés y la ansiedad también pueden ser desencadenantes, ya que algunos niños recurren a la pica como una forma de lidiar con emociones difíciles o situaciones estresantes.

Identificación y síntomas del síndrome de pica

¿Tu hijo come tierra, tiza o hielo? No es un antojo, es pica y se trata de un trastorno - Fuente: Pexels

Más allá de ingerir sustancias no comestibles, los otros signos de la pica

Aunque el consumo de sustancias no comestibles es el síntoma más evidente de la pica, existen otros signos que pueden alertar a los padres sobre la presencia de este trastorno. Los niños con pica pueden experimentar malestar estomacal frecuente, dolor abdominal o problemas intestinales como diarrea o estreñimiento. Estos síntomas no son causados directamente por el trastorno, sino por las sustancias ingeridas que pueden ser tóxicas o difíciles de digerir. Además, la pica puede llevar a deficiencias nutricionales adicionales si el niño consume menos alimentos nutritivos debido a su interés en materiales no comestibles.

Problemas de salud derivados de la pica

La ingesta de sustancias no comestibles puede tener serias repercusiones para la salud de los niños. El consumo de objetos duros o afilados, como piedras o virutas de pintura, puede causar lesiones en los dientes o incluso obstrucciones intestinales. Además, algunos materiales pueden contener metales pesados o toxinas que, si se acumulan en el organismo, pueden provocar envenenamiento. Las infecciones también son una preocupación, especialmente si el niño consume tierra o heces, que pueden estar contaminadas con bacterias o parásitos. Estos riesgos subrayan la importancia de abordar la pica de manera oportuna y efectiva.

Estrategias para ayudar a tu hijo si tiene pica

La pica puede tener consecuencias negativas para la salud infantil - Fuente: Pexels

Supervisión y creación de un entorno seguro

La supervisión constante es una de las estrategias más efectivas para prevenir que los niños con pica ingieran sustancias peligrosas. Los padres deben estar especialmente atentos cuando los niños están jugando al aire libre o en entornos desconocidos. Además, es fundamental crear un entorno seguro en casa eliminando o guardando fuera del alcance del niño cualquier objeto que pueda ser ingerido. Esto incluye materiales como tiza, ceras y plantas de interior, que pueden ser tentadores para los pequeños con pica. Asimismo, establecer rutinas de juego en áreas seguras puede reducir la oportunidad de que el niño acceda a sustancias no comestibles.

Fomentando buenos hábitos alimenticios

Una dieta equilibrada y rica en nutrientes es esencial para ayudar a prevenir y tratar la pica. Los padres deben asegurarse de que sus hijos reciban suficientes vitaminas y minerales, especialmente hierro y zinc, que son nutrientes comúnmente deficientes en niños con pica. Incluir en la dieta alimentos como legumbres, frutos secos, carne y verduras puede ayudar a satisfacer estas necesidades nutricionales. Además, ofrecer comidas regulares y nutritivas puede reducir el impulso de buscar sustancias no comestibles y ayudar a mantener al niño saciado y satisfecho.

Juegos y actividades para distraer a los niños

Mantener a los niños ocupados con actividades y juegos es una estrategia efectiva para desviar su atención de la pica. El tiempo de calidad con los padres, que incluye juegos, paseos al aire libre y actividades creativas, no solo fortalece el vínculo familiar sino que también proporciona una distracción positiva. Los niños que están entretenidos y comprometidos con actividades adecuadas son menos propensos a recurrir a comportamientos de pica. Además, estas actividades pueden servir como una oportunidad para enseñar a los niños sobre los peligros de ingerir sustancias no comestibles y fomentar comportamientos más saludables.

Enseñanza del control de impulsos y estrategias de afrontamiento

Ayudar a los niños a desarrollar habilidades de control de impulsos es crucial para manejar la pica. Los padres pueden enseñar a sus hijos a reconocer los impulsos de comer sustancias no comestibles y a detenerse antes de actuar. Utilizar un lenguaje claro y apropiado para la edad del niño puede ser útil para explicar por qué ciertos comportamientos son peligrosos. Además, los padres pueden introducir técnicas de relajación o respiración para ayudar a los niños a manejar el estrés o la ansiedad que pueden estar contribuyendo a la pica. Proporcionar alternativas saludables y seguras para satisfacer las necesidades sensoriales del niño también puede ser beneficioso.

Cuándo buscar ayuda médica o psicológica

Si a pesar de todos los esfuerzos la pica persiste, es importante considerar buscar ayuda profesional. Un pediatra puede evaluar si hay deficiencias nutricionales que necesiten ser tratadas y recomendar suplementos si es necesario. Además, un psicólogo infantil puede trabajar con el niño para abordar cualquier problema subyacente, como el manejo del estrés o la ansiedad, que pueda estar contribuyendo al trastorno. La intervención temprana y el tratamiento adecuado pueden marcar una gran diferencia en el manejo de la pica y en la salud general y el bienestar del niño.

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