La tosferina o pertussis es una infección respiratoria aguda altamente contagiosa, causada por una bacteria llamada Bordetella pertussis. Puede afectar a personas de todas las edades, pero en los bebés de menos de cuatro meses es especialmente grave, pudiendo ser causa de complicaciones e incluso de muerte. Por eso, es muy importante la prevención de la enfermedad con la vacunación.
¿Qué síntomas produce la tos ferina?

Los síntomas de la tosferina suelen empezar de 7 a 10 días después de que la persona haya estado expuesta al contagio, pero puede haber un período de incubación de hasta seis semanas, estando la persona asintomática durante todo ese tiempo.
Los primeros síntomas son los habituales de un resfriado: congestión nasal, moqueo, estornudos además de tos o fiebre. Cuando pasan más días y la enfermedad progresa, empiezan a aparecer los síntomas característicos de la tosferina y ya es más fácil para los facultativos empezar a sospecharla o diagnosticarla.
El síntoma más típico de la enfermedad y que más fácilmente relacionamos los médicos con la tos ferina son los ataques de tos con “gallo” final. Consisten en episodios de tos tan seguida que al bebé no le da tiempo a coger aire y se va poniendo cianótico (coloración azulada de la piel).
Finalmente, consigue inspirar profundamente y esta toma de aire se acompaña de un ruido agudo que llamamos “gallo”. Seguidamente, inicia un nuevo ciclo de tos. Además de esto, los ataques de tos son tan intensos que desencadenan vómitos. Conforme la enfermedad progresa y los ciclos de tos se repiten el bebé empieza a agotarse, sólo tiene fuerzas para seguir tosiendo, deja de comer, esto le produce más cansancio, hasta que poco a poco le cuesta hasta respirar.
Incluso con el tratamiento adecuado la tos intensa suele durar unas dos semanas y, a partir de entonces, va disminuyendo en frecuencia y gravedad, hasta desaparecer del todo, cosa que puede tardar hasta varios meses.
Además, la tos ferina puede complicarse con otras enfermedades como dificultad respiratoria, infecciones de pulmón o de oído, e incluso afectación del cerebro y convulsiones. Otra complicación, que también puede ser el primer síntoma que presenten los bebés de pocos días de vida, son las apneas. Estas consisten en una parada respiratoria de pocos segundos pero que, de mantenerse, pueden ser causa de muerte.
¿Cómo se transmite?

En el caso de los bebés, estos se contagian porque los adultos que los cuidan están enfermos y ni siquiera lo saben. Los padres, generalmente, al hablar, toser o estornudar transmiten la enfermedad al niño sin dase cuenta. Por eso, es tan importante vacunar a las mujeres embarazadas, para que no sean fuente de contagio de su futuro bebé.
Es importante recalcar que la gran mayoría de las personas no vacunadas que están en contacto con un enfermo de tosferina desarrollan la enfermedad. Por lo tanto, la vacunación es la medida preventiva más eficaz.
¿Cuál es el tratamiento de la tos ferina?
El diagnóstico precoz de la tosferina es fundamental para iniciar el tratamiento, puesto que cuanto antes empecemos, mejor pronóstico de curación tendremos. La tosferina se trata con antibióticos, que deberá recetar el pediatra. Además de esto hay varias medidas aconsejables para hacer la enfermedad más llevadera a nuestro bebé. Intentaremos ofrecer alimentos en pocas cantidades y de forma frecuente, para evitar los vómitos y que se canse comiendo. También ofreceremos líquidos a menudo, para evitar la deshidratación.
En caso de que el bebé sufra alguna de las complicaciones asociadas a la tosferina muy probablemente precise ingreso hospitalario. A veces puede ser necesario instaurar algún tipo de soporte respiratorio dependiendo de la edad y el estado del bebé, para garantizar el adecuado aporte de oxígeno y evitar las temidas apneas, así como hidratar al paciente por vía intravenosa, en caso de que esté demasiado cansado o enfermo para comer.
Vacunación de tosferina en embarazadas
Teniendo en cuenta que la principal causa de tosferina en bebés es que los cuidadores estén infectados y que la vacuna es la mejor arma para la prevención es fácil comprende que actualmente se recomiende vacunar a todas las mujeres embarazadas a partir de la semana 27 de gestación. En cuanto a la vacunación de bebés, en el calendario de inmunizaciones vigente actualmente, empezamos a vacunar de tosferina a los dos meses, formando parte de la vacuna hexavalente, junto con otras cinco inmunizaciones para otras enfermedades.